Artista
Enfrentar papel en blanco
Es el terror de un artista.
Cuando un artista crea, él o ella es como un chamán. La inspiración viene como un regalo. Para quienes siguen el Tao es igual. Su conciencia del Tao no es algo que hayan formulado ingeniosamente, ni es algo que posean. El Tao viene a ellos como un regalo. Es por eso que las artes y el Tao son aliados tan cercanos: el acto de recibir y expresar es el mismo.
Tal como un artista le tiene pavor a no ser capaz de hacer arte, también quien sigue el Tao tiene terror de no sentir el Tao.
Hay muchas veces en que estamos llamados a ser creativos: un atleta en el campo de juego, un conferenciante ante una audiencia, un músico en el escenario, un cocinero en la cocina, un padre con un niño. ¿Cómo mantenemos abierto el canal? Algunas personas lo intentan manteniendo vidas ordenadas y regulares, otros siendo constantemente activos. Todos somos diferentes, y no hay bien y mal. Lo único que cuenta es sentir el Tao en tu vida y mantener esa sensación tanto tiempo como sea posible. Si encuentras aquellas cosas especiales que están latentes en ti y aprendes a expresarlas, entonces conocerás el Tao.
Enfrentar papel en blanco
Es el terror de un artista.
Cuando un artista crea, él o ella es como un chamán. La inspiración viene como un regalo. Para quienes siguen el Tao es igual. Su conciencia del Tao no es algo que hayan formulado ingeniosamente, ni es algo que posean. El Tao viene a ellos como un regalo. Es por eso que las artes y el Tao son aliados tan cercanos: el acto de recibir y expresar es el mismo.
Tal como un artista le tiene pavor a no ser capaz de hacer arte, también quien sigue el Tao tiene terror de no sentir el Tao.
Hay muchas veces en que estamos llamados a ser creativos: un atleta en el campo de juego, un conferenciante ante una audiencia, un músico en el escenario, un cocinero en la cocina, un padre con un niño. ¿Cómo mantenemos abierto el canal? Algunas personas lo intentan manteniendo vidas ordenadas y regulares, otros siendo constantemente activos. Todos somos diferentes, y no hay bien y mal. Lo único que cuenta es sentir el Tao en tu vida y mantener esa sensación tanto tiempo como sea posible. Si encuentras aquellas cosas especiales que están latentes en ti y aprendes a expresarlas, entonces conocerás el Tao.