En el alba de la muerte resulta esencial tener espíritu de paz, creamos o no en el budismo o en alguna otra religión. Cuando la muerte se acerca, el individuo debe evitar abandonarse a la cólera, al odio. Esto es de una importancia primordial. Aún los no creyentes pueden constatar que es mucho menos penoso "pasar al otro lado" con el espíritu en paz. [El Pequeño Libro de Sabiduría del Dalai Lama]