Durante los pasados treinta años, el señor Oishi no tuvo más contacto alguno con Reiki, pero recientemente comenzó a pensar sobre ello nuevamente. En agosto de 1995, conoció a la señora Akimoto sin saber que ella era una practicante Reiki, y repentinamente le dijo a ella durante una de las sesiones de sanación: "Sabe, hay una técnica natural de sanación llamada Reiki". La señora Akimoto quedó impresionada, dado que muchos de nosotros habíamos estado investigando la historia Reiki durante años con muy pocos resultados.
En varios encuentros, el señor Oishi le fue contando que conoció al doctor Usui y al movimiento Reiki en Shizuoka. Cuidadosamente, analicé los detalles de la información, y lo que sigue es un repaso de lo que consideré apropiado para su publicación en el libro.
La historia Reiki es como sigue: Una vez el doctor Usui había montado un negocio que fracaso. Lo dejó no sólo con la carga de una deuda muy grande, sino también con el deseo de buscar algo que no fuera apenas ganancia material. El doctor Usui acostumbraba a meditar en una caída de agua del monte Kurama. Un día, de pie bajo la catarata, tuvo un satori. La palabra japonesa satori no puede traducirse como "iluminación". Tradicionalmente, satori significa un vistazo fugaz de un orden elevado o una comprensión repentina.
Un tiempo después de esa experiencia en el monte Kurama, el doctor Usui fundó la "Usui Reiki Ryoho Gakkai". Durante el tiempo de vida del doctor Usui, el centro Reiki local en Shizuoka fue dirigido por el señor kozo Qgawa. El señor Ogawa solía vender uniformes escolares y viajaba de una escuela a otra en la prefectura de Shizuoka. Cuando encontraba un niño enfermo, lo trataba con Reiki. Era uno de esos raros sanadores que, como mi esposa Chetna, siempre saben cuántas sesiones tomara sanar determinada enfermedad- Por ejemplo, el señor Oishi necesitó diez sesiones para un problema de la vista. No hubo cambios notorios durante el tratamiento, pero una vez que concluyo, el señor Oishi súbitamente advirtió que sus dificultades habían sido superadas.
El doctor Usui reconoció los talentos sanadores del señor Ogawa y en última instancia lo ascendió al rango más elevado de la organización. El doctor Usui y el señor Ogawa solían entregar a sus estudiantes de Reiki bolas de cristal cargadas con energía. Esas bolas eran colocadas directamente sobre las áreas enfermas de los pacientes, ayudando al cuerpo a encontrar de nuevo su equilibrio. Después de la iniciación, todos los estudiantes también recibían un manual que explicaba Reiki, describía síntomas y daba orientaciones para el tratamiento de enfermedades.
La gente que asistía a un encuentro Reiki se arrodillaba del modo tradicional japonés, y cruzaba sus manos frente a su pecho en la posición "gasho" o "namaste". El profesor Reiki tocaba las manos cruzadas del estudiante con una mano y estimaba su energía y su talento sanador. Se le dijo al señor Oishi que sus capacidades sanadoras eran prominentes. El señor Qíshí asistió varias veces durante su juventud a los encuentros Reiki del señor Ogawa. Al comienzo de cada reunión, el señor Ogawa recitaba bien alto los cinco principios Reiki.
También decía que el doctor Usui se refería respetuosamente el emperador Meijí. continuara