Recibir o transmitir Reiki hace que cada ser humano tome conciencia de su origen y misión de trascendencia divina, conectándolo con su luz interior y purificando su cuerpo y su espíritu.
La armonización de nuestro espacio interior es tarea que no tiene edades, es para sanos y enfermos, es para aquellos que tienen heridas en el alma o que simplemente quieren estar bien. Reiki produce un estado de profunda relajación y alegría interior en una forma sencilla, amorosa y totalmente natural; simplemente ocurre.
A través de recibir y practicar Reiki se inicia una reacción natural de nuestro organismo a fin de remover y eliminar ese estado, retornando nuestro ser al estado de pureza. Toda emoción negativa o acción negativa trae como consecuencia infelicidad.
Esta técnica no solo nos habla de sanación, va mucho más allá, va a la armonización. Una persona armonizada es una persona que difícilmente se enferma y si se enferma se recupera rápidamente; una persona armonizada es una persona equilibrada. Y a eso tiende el tratamiento de Reiki: la armonía integral de la persona, a nivel físico, mental, emocional y espiritual.
El poder de Reiki
Reiki trae orden e integración a tu vida y permite un cambio en la conciencia, lo que le ofrece nuevas oportunidades de desarrollo.
Se puede decir que es como caminar por la cuerda floja y que el Reiki tiene el poder de darnos el equilibrio, nos ayuda, motiva y fortalece nuestro espíritu, el Reiki es una red que puede usarse como apoyo en el trayecto de la enfermedad a la salud, del estrés a la relajación, y de la dificultad a la felicidad o a la solución.