Se suele escuchar que para comenzar una terapia de Reiki, nos recomiendan 4 sesiones, aquí explico brevemente el porque de esta forma.
En estas primeras 4 sesiones, permite al terapeuta Reiki y al paciente poder establecer una línea sobre la cual trabajar aparte de lo que se trata específicamente a nivel físico, mental y emocional.
Darle una continuidad y permitir que el cuerpo físico se ablande.
Muchas veces y lo recomiendo altamente podemos tomar una o dos sesiones de Reiki, incluso durante algún viaje o en momentos muy críticos de nuestra vida, una pausa en todos los planos como nos brinda la energía Reiki es absolutamente refrescante.
Para situaciones como stress agudo, bloqueos energéticos, depresión y otras dolencias, es recomendable comenzar a buscar un tratamiento que dure un poco más en el tiempo. Pero tal y como vivimos, nos cuesta tomarnos el tiempo para darnos tiempo a sanar.
Darnos, permitirnos y conducirnos hacia lo que nos puede hacer bien, continuarlo y pensar que vamos a sanar aquello que seguro nos aqueja durante años. Todo trabajo que emprendamos con nosotros mismos, es un camino que comienza paso a paso.
Se puede hacer un tratamiento de sesiones individuales como forma de obtener una relajación profunda y estabilidad momentánea, o tratamientos mas prolongados como las 4 sesiones donde se trabaja mas a fondo para obtener un reequilibrio general físico, emocional y mental. Luego se puede apoyar con sesiones individuales cada semana, 15 días o mensualmente, como se desee.
Primer día:
Va al cuerpo o campo mental, el vehículo más interno, donde desbloquea, rompe estructuras de viejos pensamientos negativos, y comienza el barrido de estos desechos hacia el exterior, atravesando a su paso los campos emocionales y físicos.
Segundo día:
Pasa por el campo o cuerpo emocional donde realiza el desbloqueo de emociones reprimidas, movilizando conflictos estancados en el subconsciente. Luego continúa retirando estos desechos y los que provienen del cuerpo mental hacia el exterior.
Después de este y hasta el tercer día puede mover emociones tales como enojo, ira, llanto, angustia o depresión, ósea todo lo que se haya reprimido.
Tercer día:
Pasa por el cuerpo vital o aura, arrastrando lo removido en los dos anteriores.
Cuarto día:
Luego si es posible se hará refuerzos semanales para acentuar el trabajo, si fuera necesario, en casos de enfermedades más graves es conveniente seguir con el tratamiento.