Haz de la mente
Un solo punto.
La clave para cualquier meditación es concentrar la mente en un solo punto. Hay muchos métodos para hacer esto, desde cantar, a escuchar palabras sagradas, a procedimientos contemplativos. Pero el resultado final es siempre el mismo: enfocar nítidamente nuestras mentes.
Un punto tiene una posición definida en el espacio pero no tamaño ni forma.
Un punto marca un lugar concreto en el tiempo, tal como un punto de partida.
Un punto es la esencia misma de algo, como en el punto de una idea.
Un punto es una coordenada para la navegación.
Un punto es el centro dominante, como en el punto principal de una perspectiva.
Un punto determina nuestra perspectiva, como en un punto de vista.
Una vez que la mente se hace solo un punto, toma los atributos expuestos más arriba. En contraste, una mente que no está enfocada está dispersa sobre una área amplia. Sus pensamientos son aislados, sus energías están desorganizadas, y no puede moverse claramente en ninguna dirección, Está a merced de miles de influencias y es desorientada con facilidad. El resultado es confusión, ignorancia, infelicidad e impotencia. Una mente que está claramente enfocada, sin embargo, recibe todas las cosas y puede soportar en completa tranquilidad. No es exageración decir que su mundo gira en torno a ella. Ya no tiene que perseguir todo lo que se le aparece por delante.