En lugar de tener miedo de la muerte, deberíamos intentar comprenderla. Eso exige numerosos años de preparación. Cuando tengamos la experiencia del espíritu más profundo y sutil a través de la meditación y sobrevengan las auténticas ocasiones, podremos controlar realmente el proceso de la muerte.
"El Pequeño Libro de Sabiduría del Dalai Lama"
Todos los seres humanos han sobrevivido gracias a los cuidados de su madre o de una persona que ha desempeñado ese papel, por la cual han conservado una gran atención y sentimientos de compasión.
La forma más eficaz de cambiar el espíritu del otro pasa por el afecto, y no por la cólera. Es muy difícil vivir sin dar pruebas de compasión.
Todas las actividades y actitudes que se desarrollan mediante emociones negativas son actos negativos.
Existen actitudes que son motivaciones o acciones virtuosas porque llevan a karuna y al cumplimiento de un renacimiento más alto y positivo.
Existen actitudes que son motivaciones o acciones virtuosas porque llevan a karuna y al cumplimiento de un renacimiento más alto y positivo.
La vida es un proceso continuo que cambia para siempre. El tiempo pasa y nada permanece idéntico.
Por tanto, deberíamos tener clara conciencia de nuestra inteligencia maravillosa y de nuestro potencial único, que deberíamos explotar al máximo y de la manera más constructiva para utilizar el tiempo correctamente, con el objetivo de tener una vida decidida y llena de sentido.
Está muy bien ser no creyente y seguir siéndolo, a condición de ser afectuoso y no utilizar la inteligencia con fines destructores.
Por tanto, deberíamos tener clara conciencia de nuestra inteligencia maravillosa y de nuestro potencial único, que deberíamos explotar al máximo y de la manera más constructiva para utilizar el tiempo correctamente, con el objetivo de tener una vida decidida y llena de sentido.
Está muy bien ser no creyente y seguir siéndolo, a condición de ser afectuoso y no utilizar la inteligencia con fines destructores.
Pensar en uno mismo alimenta una sensación de insuficiencia hacia uno mismo.
También se puede experimentar la sensación de necesitar más. Eso genera sospechas automáticamente, y como consecuencia, más ansiedad y más agitación.
El mismo espíritu, acompañado por las mismas inquietudes relativas al dolor y al sufrimiento, se preocupa únicamente por su propio dolor y su propia felicidad. Eso crea un vacío que alimenta el miedo y la inseguridad.
Pero la misma actitud, si tiene en cuenta el dolor y el sufrimiento de los demás, aporta fuerza interior.
También se puede experimentar la sensación de necesitar más. Eso genera sospechas automáticamente, y como consecuencia, más ansiedad y más agitación.
El mismo espíritu, acompañado por las mismas inquietudes relativas al dolor y al sufrimiento, se preocupa únicamente por su propio dolor y su propia felicidad. Eso crea un vacío que alimenta el miedo y la inseguridad.
Pero la misma actitud, si tiene en cuenta el dolor y el sufrimiento de los demás, aporta fuerza interior.
Todo ser, sea instruido o no, rico o pobre, con salud o enfermo, tiene la capacidad de desarrollar las cualidades humanas básicas.
Desde el nacimiento todos tenemos los medios de poner de relieve algunas. Por lo tanto, debemos hacer todo lo posible para desarrollarlas y mantenerlas con confianza.
Desde el nacimiento todos tenemos los medios de poner de relieve algunas. Por lo tanto, debemos hacer todo lo posible para desarrollarlas y mantenerlas con confianza.
Si queremos ser buenos, sólo a nosotros corresponde conseguirlo.
Sin esfuerzo no se puede esperar que se produzca algo bueno. Nuestro futuro depende enteramente de nosotros.
Sin esfuerzo no se puede esperar que se produzca algo bueno. Nuestro futuro depende enteramente de nosotros.
Todos deseamos la felicidad y no queremos sufrir.
A partir de ahí, intentamos comprender la naturaleza exacta de la verdad interna y externa. Para hacerlo, existen diferentes filosofías y sistemas de enseñanza. El budismo es uno de ellos.
El fundamento de la filosofía budista reposa en dos verdades.
Si encontramos una cosa útil en esa enseñanza, deberíamos profundizar y aplicarla en nuestra vida cotidiana.
Si no encontramos nada importante, entonces no nos interesa.
En determinadas circunstancias, alguna cosa puede ser buena, pero en otras, la misma cosa puede ser mala. No hay ningún absoluto. Debemos aplicar nuestro juicio en función de las circunstancias particulares. Normalmente consideramos que toda acción que nos aporta felicidad es buena, y lo que genera tristeza o dolor es malo. Eso viene a decir que saber lo que es bueno o malo se funda en la experiencia . Nuestro espíritu tiene la última palabra