La meditación no es una interferencia.
En realidad, sin meditación
estás interfiriendo a cada momento.
Con la meditación, vas más allá;
te vuelves un observador sobre una colina.
Abajo, en el valle, las cosas siguen,
continúan, pero no te pertenecen.
Eres sólo un espectador.
Es como si le estuvieran sucediendo a otro,
o como si estuvieran sucediendo en un sueño,
o en una película en la pantalla.
No estás interfiriendo.
No estás dentro del drama mismo; has salido.
Ya no eres un actor;
te has vuelto un espectador.
Éste es el único cambio.
Osho