“El hombre nace blando y flexible.
A su muerte está endurecido y rígido.
Las plantas verdes son tiernas y llenas de savia.
A su muerte están marchitas y secas.
A su muerte está endurecido y rígido.
Las plantas verdes son tiernas y llenas de savia.
A su muerte están marchitas y secas.
Por eso, lo rígido y no flexible es la disciplina de la muerte.
Ser dócil y ceder es la disciplina de la vida.
Por eso, un ejercito sin flexibilidad nunca gana la batalla.
Un árbol que no se inclina se quiebra fácilmente.
Ser dócil y ceder es la disciplina de la vida.
Por eso, un ejercito sin flexibilidad nunca gana la batalla.
Un árbol que no se inclina se quiebra fácilmente.
Lo rígido y endurecido se caerá.
Lo blando y flexible sobrevivirá.”
Lo blando y flexible sobrevivirá.”
Primeras Asanas
El capítulo 76 del Tao Te Ching (Pinyin Dào Dé Jing, chino tradicional 道德經, chino simplificado 道德经), considerado por muchos el documento más importante del pensamiento taoísta, atribuido a Lao Tsé (Lǎozǐ, Lao Tzu o Lao Tsi, 老子)., nos hace reflexionar sobre la capacidad de adaptación, la suavidad y flexibilidad que debemos cultivar para alcanzar el equilibrio y la armonía con nuestro entorno y con nosotros mismos. Nos enseña como lo rígido nos aleja de la vida, en tanto la flexibilidad y la suavidad nos acerca a ella favoreciendo nuestro bienestar físico y emocional.