Las terapias energéticas y vibracionales buscan armonizar los cuerpos físico-energéticos de los seres vivos, para ayudarles a que recuperen la salud.
La Física moderna nos enseña que lo que hace diferente a la materia de la energía es, exclusivamente su nivel de vibración, es decir, su frecuencia. Si contemplamos la realidad desde el continuum vibracional que vincula a la materia con la energía podríamos asegurar que todo tipo de interacción es vibracional, energética. De igual forma podríamos decir que todo tipo de intervención terapéutica es energética y justificar que, las reacciones puestas en marcha por un medicamento con propiedades farmacológicas y bioquímicas particulares, son, igualmente, energéticas. Sin embargo, mencionaremos de manera somera y enunciativa, aquellas vertientes terapéuticas y sistemas médicos que más directamente tienen que ver con el manejo de la energía vital y sus modulaciones en el seno del organismo humano.
La función de la existencia es el aprendizaje, la función del aprendizaje es el desarrollo de una personalidad integrada en un cuerpo sano que permita, en todos los campos de la existencia, la expresión de la luz del alma y la realización del propósito de la existencia. La enfermedad se entiende entonces, como un reflejo de la fricción entre el alma y la personalidad, como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
Desde la perspectiva de la sanación espiritual, se considera la existencia de siete principales centros de control y distribución de la energía en el organismo, los siete chakras principales. También se reconocen 21 centros o chakras secundarios y otros 49 chakras menores o accesorios. Cada uno de los chakras principales, está íntimamente relacionado con una función orgánica y emocional a través de una glándula del sistema psico neuro inmunohumoral (sistema que incluye en un todo concertado, el sistema nervioso, el inmunológico o de defensa y el endocrino)
La sanación espiritual, utiliza muchas técnicas terapéuticas para desbloquear los puntos de fricción mencionados. La característica fundamental que unifica estas prácticas, es que el terapeuta las realiza desde una conciencia orientada hacia el alma, que busca siempre, interpretar y aplicar de manera amorosa e inteligente el propósito de evolución relacionado con cada paciente y su situación particular. Por tanto, en ocasiones, una palabra bien dicha y en el momento adecuado puede generar transformaciones profundas dentro de un paciente, una técnica de meditación y visualización simple, orientada hacia el núcleo de fricción y su liberación, la imposición de manos, el masaje etérico, los transplantes energéticos, la utilización de formas geométricas y mandalas, la entonación de mántrams, la meditación, las técnicas de polaridad, el Reiki, el toque terapéutico (Therapeutic Touch), la oración individual o grupal...todo este arsenal terapéutico utiliza la sanación espiritual para reorientar el camino de la evolución del paciente y del terapeuta, porque, dentro de la perspectiva de la sanación espiritual, paciente y terapeuta son una unidad indivisible que mutuamente se apoya y crece conjuntamente.
Dichas técnicas incluyen:
La Cromoterapia, utilización de la luz con fines terapéuticos descompuesta en aquellos colores que resuenan con una función orgánica perturbada o con un chakra alterado. Cabe anotar que la cromoterapia puede ser física (lámparas de colores etc.) o mental, en la cual, el terapeuta visualiza los trayectos energéticos comprometidos y los estimula con el color necesario desde su propia estructura radiante.
La Sonoterapia o musicoterapia, que utiliza sonidos, es decir, estímulos audiofrecuenciales o trozos musicales concretos que se encuentran en resonancia con aquellos bloqueos energéticos que en el paciente producen la enfermedad y los resuelve. Se pueden utilizar instrumentos generadores de sonidos, la voz del terapeuta, la voz del paciente, o la imaginación de un sonido o mántram determinado.
Las técnicas de polaridad incluyen una gran variedad de posibilidades terapéuticas basadas en la transmisión de energía a través de las manos. En este caso, la mano izquierda es receptora y la mano derecha emisora; colocándolas en puntos diversos de la geografía humana, pueden reestablecerse circuitos de flujo energético bloqueados. Normalmente la mano izquierda se coloca en la zona de fuga y la derecha en la zona de vacío. Pueden colocarse en contacto directo con el paciente o a una cierta distancia del cuerpo.
El Reiki, desarrollado en el Japón, funciona a partir de la sintonía del terapeuta con la fuente de energía universal. Este se convierte en un canal de flujo de esta energía y a través de la imposición de manos, el dibujo y visualización de símbolos sanadores y el alineamiento de la intención, reestablece el equilibrio energético en el paciente.
Otras técnicas energéticas y vibracionales que utilizan vías similares son el toque terapéutico, la oración, la meditación, la sanación a distancia, ya sea a partir de la simple visualización o de la utilización de instrumentos concretos como en el caso de la radiónica.
La Sanación espiritual
Es la reina dentro de las terapéuticas energéticas y vibracionales. Todas las modalidades de acceso energético al ser humano tienen su origen en alguno de los principios básicos de la sanación espiritual. El principio fundamental en el que se basa, es la consideración del ser humano como un ente participante de una realidad física y una realidad espiritual. El estado de salud o enfermedad de la personalidad humana que incluye el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo astral (emocional) y el mental inferior, está determinado, muy frecuentemente por el grado de fricción que existe entre el alma y la personalidad y el punto en el que se inscribe ésta fricción.La función de la existencia es el aprendizaje, la función del aprendizaje es el desarrollo de una personalidad integrada en un cuerpo sano que permita, en todos los campos de la existencia, la expresión de la luz del alma y la realización del propósito de la existencia. La enfermedad se entiende entonces, como un reflejo de la fricción entre el alma y la personalidad, como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
Desde la perspectiva de la sanación espiritual, se considera la existencia de siete principales centros de control y distribución de la energía en el organismo, los siete chakras principales. También se reconocen 21 centros o chakras secundarios y otros 49 chakras menores o accesorios. Cada uno de los chakras principales, está íntimamente relacionado con una función orgánica y emocional a través de una glándula del sistema psico neuro inmunohumoral (sistema que incluye en un todo concertado, el sistema nervioso, el inmunológico o de defensa y el endocrino)
La sanación espiritual, utiliza muchas técnicas terapéuticas para desbloquear los puntos de fricción mencionados. La característica fundamental que unifica estas prácticas, es que el terapeuta las realiza desde una conciencia orientada hacia el alma, que busca siempre, interpretar y aplicar de manera amorosa e inteligente el propósito de evolución relacionado con cada paciente y su situación particular. Por tanto, en ocasiones, una palabra bien dicha y en el momento adecuado puede generar transformaciones profundas dentro de un paciente, una técnica de meditación y visualización simple, orientada hacia el núcleo de fricción y su liberación, la imposición de manos, el masaje etérico, los transplantes energéticos, la utilización de formas geométricas y mandalas, la entonación de mántrams, la meditación, las técnicas de polaridad, el Reiki, el toque terapéutico (Therapeutic Touch), la oración individual o grupal...todo este arsenal terapéutico utiliza la sanación espiritual para reorientar el camino de la evolución del paciente y del terapeuta, porque, dentro de la perspectiva de la sanación espiritual, paciente y terapeuta son una unidad indivisible que mutuamente se apoya y crece conjuntamente.
Dichas técnicas incluyen:
La Cromoterapia, utilización de la luz con fines terapéuticos descompuesta en aquellos colores que resuenan con una función orgánica perturbada o con un chakra alterado. Cabe anotar que la cromoterapia puede ser física (lámparas de colores etc.) o mental, en la cual, el terapeuta visualiza los trayectos energéticos comprometidos y los estimula con el color necesario desde su propia estructura radiante.
La Sonoterapia o musicoterapia, que utiliza sonidos, es decir, estímulos audiofrecuenciales o trozos musicales concretos que se encuentran en resonancia con aquellos bloqueos energéticos que en el paciente producen la enfermedad y los resuelve. Se pueden utilizar instrumentos generadores de sonidos, la voz del terapeuta, la voz del paciente, o la imaginación de un sonido o mántram determinado.
Las técnicas de polaridad incluyen una gran variedad de posibilidades terapéuticas basadas en la transmisión de energía a través de las manos. En este caso, la mano izquierda es receptora y la mano derecha emisora; colocándolas en puntos diversos de la geografía humana, pueden reestablecerse circuitos de flujo energético bloqueados. Normalmente la mano izquierda se coloca en la zona de fuga y la derecha en la zona de vacío. Pueden colocarse en contacto directo con el paciente o a una cierta distancia del cuerpo.
El Reiki, desarrollado en el Japón, funciona a partir de la sintonía del terapeuta con la fuente de energía universal. Este se convierte en un canal de flujo de esta energía y a través de la imposición de manos, el dibujo y visualización de símbolos sanadores y el alineamiento de la intención, reestablece el equilibrio energético en el paciente.
Otras técnicas energéticas y vibracionales que utilizan vías similares son el toque terapéutico, la oración, la meditación, la sanación a distancia, ya sea a partir de la simple visualización o de la utilización de instrumentos concretos como en el caso de la radiónica.