Las mujeres han sufrido una discriminación a lo largo de los siglos totalmente injusta, veamos en este texto si en el budismo ha sido así también o por el contrario se les ha tratado de forma más justa.
Buda dejó muy claro que tanto las mujeres como los hombres podían alcanzar la iluminación y las admitió en la orden monástica de ese entonces como bhikkhunis, que era algo totalmente revolucionario en aquella época.
Aunque para el Buda fundador una mujer necesitaba rencarnarse en hombre para alcanzar la budeidad.
LA SITUACIÓN EN PAÍSES OCCIDENTALES
No obstante, la situación es muy diferente en las comunidades budistas occidentales, que en su gran mayoría admiten a hombres y mujeres con las mismas condiciones.
En relación con esta falta de referencias femeninas nos encontramos con que la forma de transmitir las enseñanzas, en general, está orientada hacia los practicantes varones, hacia su psicología y roles sexuales y tradicionales.
Para advertir esta orientación marcadamente masculina es necesario ser mujer practicante y haber investigado cuál es el origen de cierta incomodidad que hace aparición antes o después a lo largo de la práctica. Esta incomodidad tiene su origen en la mujer que practica teniendo como referencias las enseñanzas de maestros , la invocación de bodhisatvas y budas, patriarcas, lamas…. un universo de seres altamente evolucionados casi siempre hombres.
Sin embargo, como hemos dicho, a diferencia de las tradiciones cristianas, en la que está establecido orgánicamente cuál es el funcionamiento de la Iglesia en cuanto al reparto de roles masculino y femenino, en las tradiciones budistas no existe ninguna prohibición.
NICHIREN DAISHONIN EL PRIMER DEFENSOR DE LA MUJER
Fundador del budismo de la Nichiren Shoshu ha sido el auténtico revolucionario y defensor de la mujer.
Nichiren Daishonin (1222-1282) es el precursor de lo que conocemos hoy como el budismo laico, propagó el Sutra del loto “Nam Myoho Rengue kyo” en una época donde el conocimiento trascendental era sólo para pocos, y solo los monjes tenían acceso a esta filosofía.
En el budismo de Nichiren la mujer fue y es protagonista. Él fue, el primer sacerdote que vio a la mujer con todos los atributos inherentes del ser humano, proclamaba que las mujeres al igual que los varones, poseen el estado de buda, y por eso enseñaba a respetarlas y darles un lugar dentro del credo, en su templo aceptada a las mujeres como “Sacerdotisas” lo que le causó muchísimas dificultades y obviamente la enemistad de sus pares aunque no fue solo esto lo que lo llevó a que fuera tan rechazado, su mayor logro “exponer el “Sutra del loto al pueblo” enseñarles a que por ellos mismos podían lograr la budeidad causó desaprobación y rechazo entre el poder del clero y los gobiernos de aquella época en el Japón.
