El zen está considerado por muchos como la cima del budismo.
La palabra "zen" es la forma abreviada del japonés zenna, transliteración del sánscrito dhyana. La raíz de la palabra aglutina un doble aspecto de "pensamiento" y "ejercicio". Es el proceso de concentración de la mente en un solo punto u objeto.
Zen es el apelativo ordinario de la "Doctrina del corazón de Buda", nombre de una de las escuelas o sectas budistas dentro de la rama denominada Mahayana ("Gran vehículo").
El zen está considerado por muchos como la cima del budismo.
La palabra "zen" es la forma abreviada del japonés zenna, transliteración del sánscrito dhyana. La raíz de la palabra aglutina un doble aspecto de "pensamiento" y "ejercicio". Es el proceso de concentración de la mente en un solo punto u objeto.
Zen es el apelativo ordinario de la "Doctrina del corazón de Buda", nombre de una de las escuelas o sectas budistas dentro de la rama denominada Mahayana ("Gran vehículo").
En el siglo XII el zen pasó de China a Japón. En nuestros días ha irrumpido en Occidente, precisamente cuando está en decadencia en Oriente.
Las enseñanzas y objetivos del zen se encaminan a la autorrealización o plena realización del propio yo, la obtención de la "iluminación", similar a la que había tenido Buda.
Mandala
Los objetivos del zen se pueden reducir a tres:
Desarrollo de la “concentración”
Se basa en la unificación de la mente con un solo punto. En este aspecto, coincide en gran medida con el yoga, aunque difieran los métodos empleados.
“Los rayos del sol, concentrados por medio de una lupa, tienen efectos sorprendentes; además de calentar, queman.” La luz de la mente unificada mediante la atención y los ejercicios zen (posturas, respiración, etc.) producirían resultados extraordinarios.
Alcanzar la "iluminación"
La iluminación o autorrealización es la plena realización de la mente. Se considera la culminación del zen, materializada en una mirada interior e intuitiva a lo esencial de las cosas y de uno mismo.
La sonrisa de Buda muestra el momento de haber alcanzado este placer al despertar a la propia naturaleza verdadera, o, lo que es lo mismo, a la naturaleza de todo lo existente.
La iluminación a diferencia de otras religiones, no se debe a la dialéctica, a la comprensión lógica e intelectual, ni, por supuesto, por intervención divina.
Encontrar el "camino" supremo en la vida
Un objetivo permanente es la entrega a cualquier acción con atención y conciencia plena.
El zen es una forma de vida, que concede la máxima importancia a las más sencillas acciones cotidianas: dar la mano, beber, tomar un objeto, preparar una mesa.
En la sociedad actual, en el ritmo acelerado en que vivimos, no siempre somos conscientes de que el "zen" está con nosotros. Una actividad cotidiana puede provocar momentos de satisfacción. A modo de ejemplo, aquellas personas solidarias, preocupadas por el bienestar de los demas, en el momento de ayudar con sus actos logran un estado de autorrealización y satisfacción plena. Viven su propio Zen.