De ser el hijo de un rico comerciante de la ciudad, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza en comunión con la naturaleza. Vivió en la Italia del siglo XII, época convulsa rodeada de una Europa en lucha por las cruzadas religiosas.
La Iglésia Católica contemporánea estaba corrupta, por lo que la espiritualidad se vistió con otras ropas y floreció en las cuevas del Ariege Francés. Este impulso espiritual fue el Catarismo. El Catarismo rehusaba los bienes materiales y el culto a las imágenes. Por el contrario predicaban una vida sencilla fundamentada en el evangelio de Juan.
Francisco de Asis se inspiró en ellos para seguir una vida pobre, sin lujos, dedicada al crecimiento espiritual. Así, más tarde se fundó el movimiento franciscano, este sí siguiendo las directrices católicas.
Francisco de Asís aprendió a contemplar los seres vivos y las cosas de una forma ingenua, sencilla, fraterna. Amplió su fraternidad fuera de los límites de lo humano para llegar a la comunión con el mundo de los animales y el mundo de los vegetales. Francisco dió un paso más en el concepto de fraternidad y creó la fraternidad cósmica. Se trataba no sólo de mostrar respeto por las criaturas vivientes, sino por todo el cosmos y a por toda la creación, ya que Dios está en todo…
Así canta al hermano sol al que considera Señor, pero como también ha sido creado por Dios, no deja de ser Hermano. Y lo mismo a la luna, al viento, al agua, al fuego y a la tierra, considerada por Francisco como Madre, pero que por haber sido creada por Dios es también Hermana.
Francisco nos propuso una antropología que sabe sentir el corazón de todo, para lo cual es indispensable entrar en sintonía las cosas, viviendo la fraternidad universal y cósmica.
Se pone al lado de todas las cosas y de todas las criaturas para amarlas y convivir con ellas como hermanos y hermanas en una casa común. Consideró todas las cosas como animadas y personalizadas; él descubrió intuitivamente lo que hoy conocemos por la ciencia: qué todos los seres vivos somos hermanos porque tenemos casi idéntico código genético. Para Francisco, todos con-vivimos en la misma casa paterna y materna, con un profundo respeto hacia todas las diversidades, especialmente con los más débiles.
Dios es Todo y Todo es Dios. Dios está en todas las cosas y a la inversa; eso significa que podemos ver a Dios en las piedras, en los animales, en las plantas, en el sol, etc.
El Cantico de las Criaturas representa uno de los logros más importantes de la espiritualidad de Francisco de Asís, en el que puso de manifiesto una profunda reconciliación entre el cielo y la tierra, entre la vida y la muerte, entre el universo y Dios. A pesar de estar escrito en el siglo XIII, todavía se tiene como una de las joyas de la poesía occidental y de la mística de la naturaleza. En 1967 el historiador norteamericano L. White Jr. propuso considerar la piedad cósmica de Francisco como un ejemplo para la mentalidad ecológica actual.
ORACIÓN DE FRANCISCO DE ASÍS
Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.
Porque es:
Dando, que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.
Dando, que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.