Hong-So es un antiguo mantra en Sánscrito (un mantra es una palabra, sílaba o grupo de sílabas, que transmiten poder espiritual cuando se pronuncian correctamente, a menudo con repetición). Significan “Yo soy Él” o “Yo soy Espíritu”. Trata de sentir que es la respiración en si misma la que hace los sonidos Hong y So.
No trates de controlar la respiración. Simplemente observa cómo fluye hacia dentro y hacia fuera naturalmente.
Al principio la mayor parte de tu atención estará en la manifestación física del proceso de respiración al expandirse y contraerse el diafragma y el pecho.
A medida que la respiración se calma, trata de ser consciente de su flujo por las fosas nasales, y gradualmente transfiere tu atención a las partes cada vez mas altas de los pasajes nasales.
Con los ojos cerrados, sube tu mirada hacia el entrecejo. Concéntrate allí. Éste es el lugar donde está la conciencia espiritual en el cuerpo, también llamado ojo espiritual o Centro Crístico. Con el tiempo, trata de sentir el flujo de la respiración cerca del ojo espiritual.
A lo largo de la práctica mantén la mirada constantemente en el entrecejo .
No permitas que los ojos sigan el movimiento de la respiración. Si ves que tu mente vaga, con suavidad vuelve la atención a la respiración y al mantra.
Termina tu práctica de Hong-So inspirando una vez por la nariz y espirando tres veces por la boca.