A través de la historia, en tiempos de infortunio la humanidad se ha volcado hacia la espiritualidad.
Existen muchas maneras de apuntar la flecha de la consciencia hacia el propio centro, y Reiki es justamente una de ellas.
Se trata de un sistema perfecto de autoayuda que se ajusta a quien lo utiliza y no requiere instrumentos, ya seas un recién llegado al mundo interior, un intelectual adulto, un estudiante de yoga orientado al cuerpo, un ama de casa o un devoto.
Nos pone otra vez en contacto con la energía vital largamente olvidada pero que todo lo envuelve, y nos enseña cómo volvernos a amar.
Nos ayuda a atravesar puentes hechos por el hombre y que nos apartan de nuestros semejantes y de la naturaleza, para que podamos vivir nuevamente en armonía.
Para algunos, Reiki es una de muchas formas de trabajo corporal, para otros es un arte sanador alternativo de la Nueva Era, aun para otros es una técnica de meditación.
Todo depende del punto de vista del practicante.
Está presente donde quiera y como quiera que estemos, no obstante elude nuestro juicio intelectual en el momento en que volvemos la cabeza hacia ello.
En todo el mundo, los sanadores trabajan con la energía vital, lo cual puede compararse con una familia de muchos miembros
Cada forma de energía vital tiene su propia "individualidad", sus propias características, pero todas se basan en la misma sustancia fundamental llamada prana en India, élan vital en Europa, chi en China, orgón por Wilhelm Reich y ki en Japón (por mencionar apenas algunos de sus nombres), Reiki es la energía que todo lo impregna, sensible o insensible. Cambia constantemente, si bien es siempre la misma.
A los ojos Reiki, todo está vivo y por lo tanto debe ser respetado: desde las rocas de nuestro jardín hasta la mano de nuestro ser amado...
Según la filosofía hindú, tibetana y china, y ahora también la ciencia moderna, estamos rodeados por un universo increíblemente vivo que está hecho de energía.
Recientemente, los científicos han demostrado que lo que solía ser considerado como materia "sólida" de hecho consiste en partículas de energía que se mueven a enorme velocidad. La solidez es una ilusión causada por la limitación de nuestra percepción. Todo es energía y, por lo tanto, vive y es receptor de energía.
Aunque estemos flotando en esta piscina de energía refrescante o dadora de vida durante las 24 horas del día, hemos olvidado su presencia y ya no podemos captar sus efectos positivos en nuestra salud física y psicológica.
Tal vez resulte más fácil una descripción de Reiki estableciendo lo que no es: No es tuyo ni mío, ni viejo ni joven, ni bueno ni malo.
Es evolución kósmica, y es como un útero que nos envuelve.
La iniciación Reiki no te convierte necesariamente en un gran sanador, en un comerciante adinerado, o en un ser luminoso.
Simplemente extrae lo mejor de ti, y te muestra que partes de tu vida no han sido integradas todavía.
Reiki también revela la senda hacía el relajamiento, que es tan importante en nuestras atareadas vidas.
Sin ella, olvidamos lo realmente precioso que es cada momento de nuestra fugaz existencia.
Técnicamente hablando, Reiki es uno de los muchos métodos que son parte de la familia china del qígong (Chi kung) y se los utiliza para activar, armonizar y reconectar al ser con la energía universal. Tiene sus raíces en el antiguo budismoishíntoismo, pero difiere de las corrientes comunes en un punto central: la energía es transferida o hecha disponible al estudiante mediante la iniciación, no a través de años de prolongadas prácticas.
Puedes llamarlo el Qigong del perezoso.
Cualquiera puede convertirse en un canal Reiki en uno o dos días.
No hacen falta habilidades, preparativos especiales o grados.
Es nuestro derecho de nacimiento.
Una vez iniciada en Reiki, una persona sigue siendo un canal Reiki toda su vida, aunque no lo practique. Por supuesto, la práctica diaria profundiza la comprensión de la energía vital universal y también ayuda a ser un claro canal para ella. No lleva adherida ninguna filosofía ni religión, ¡es pura energía!