¿Quién es el que está meditando?
Si te sientas y cierras los ojos y te pones a buscar, nunca encontrarás al meditador.
¿Por qué razón meditas? Por eso, mientras estés ahí, a la expectativa, o incluso abriéndote a la iluminación, nada sucederá.
La anticipación es, por sí sola, suficiente para garantizarlo.
Anticiparse es una función mental ligada al recuerdo del pasado y a las expectativas de lo que acontecerá en un futuro.
Mientras se dé, no habrá posibilidad de que surja nada más. Cuando ves y comprendes la naturaleza de "lo que es", su simplicidad, su inmediatez, su singularidad y su transitoriedad, también comprendes que la meditación formal es superflua.
Estás sentando en la mesa de la cocina bebiendo café y surge el pensamiento: "Tendría que ir a meditar". Entonces te das cuenta de que no sirve de nada porque donde estás "es lo que es".
Lo que es, es, ¿por qué ir a buscarlo escaleras arriba? Cuando aceptas esto es posible reconocer que lo que eres es conciencia absoluta. Ni más ni menos.