Esta meditación es tan sencilla como maravillosamente eficaz.
*Siéntese o échese cómodamente.
*Cierre los ojos y respire lenta, profundamente y con naturalidad.
*Vaya relajándose cada vez más profundamente.
*Imagine algo que le gustaría que se manifestase.
*Suponga que ya ha ocurrido y dibújelo en su mente con tanta claridad como pueda.
Luego, con el ojo de su mente, rodee su fantasía con una burbuja de color de rosa y coloque su objetivo dentro de la burbuja.
El color rosa es el que se asocia al corazón, y si las vibraciones de este color rodean cualquier cosa que se visualice, ésta le aportará sólo aquello que esté en perfecta armonía con su ser.
El tercer paso consiste en desprenderse de la burbuja e imaginársela flotando en el universo, sin dejar de contener el objetivo visualizado.
Esto significa que «se libera» emocionalmente de él para que sea libre y flote en el universo atrayendo y concentrando energía para lograr que se haga realidad.