Antes de cada uno de nuestros actos, existe un "acontecimiento" mental y emotivo al cual somos más o menos libres de responder, aunque, hasta que aprendemos a disciplinar nuestro espíritu, experimentamos una cierta dificultad a la hora de ejercer esa libertad. La manera en la que respondemos a esos acontecimientos y esas experiencias es lo que determina en general, el contenido moral de nuestros actos. "El Pequeño Libro de Sabiduría del Dalai Lama"