El funcionamiento del cuerpo, del mismo modo, considera a la respiración como un mero intercambio gaseoso ignorando la importancia de la polaridad electromagnética del aire.
Cuando Einstein postuló que la energía y la materia eran intercambiables, todo el modelo mecanicista del funcionamiento del cuerpo debió revisarse.
Esto no es esoterismo sino que es tangible y, por lo tanto, medible. Pero pone de manifiesto lo difícil que es cambiar lo establecido, aunque se haya demostrado que es anticuado, por no decir incompleto y falso.
Electricidad en el cuerpo humano
El doctor Yang Jwing-Ming, hace una fantástica analogía entre los componentes habituales de un sistema eléctrico artificial y el del cuerpo humano. La fuerza electromagnética es el combustible del cuerpo físico. Los meridianos, de la medicina China, son los cables por donde circula. Los cables forman una red eléctrica que alcanza todo el cuerpo a través de los meridianos y puntos. Los vasos o meridianos extraordinarios son los condensadores que regulan la corriente del circuito. Finalmente, los órganos internos son los componentes como resistencias y bovinas, que modulan el tipo de fuerza electromagnética a partir de sus propiedades iniciales más indeterminadas.Habría que añadir que el cuerpo también dispone de un polo a tierra. Ésta se inicia a nivel del primer chacra y recorre ambas piernas a través del meridiano del riñón, nervio ciático, pasando por las rodillas, llegando a la planta del pie, punto R1. Si la toma de tierra no funciona, la persona tendrá tendencia a ser nerviosa por acumulación de energía en las chacras superiores.
Los diferentes tipos de combustible adquieren características de elementos de la naturaleza, como la madera del hígado (energía creciente) o el metal del pulmón (energía condensándose), entrando en juego una compleja red de interacción entre tipos de energía con distintas propiedades, representados en el ciclo de creación-destrucción de los elementos y que es altamente dependiente de los biorritmos.
Los distintos órganos y chacras manejan energías con distinta longitud de onda, determinando la intensidad del campo, además de relacionarse a través de su elemento con otros factores como tipo de emoción, color, sabor y momento del día de dominancia. Los vasos actúan regulando el flujo de energía a los órganos internos para que la circulación sea uniforme, evitando que éstos se quemen durante la juventud o se descarguen durante la vejez o épocas de agotamiento. Por esta razón, el dominio sobre los vasos es vital en el control de la energía del cuerpo, con todas las ventajas que ello conlleva. Finalmente, hay que cuidar todos los componentes a lo largo de toda la vida mediante los hábitos adecuados.
El flujo de la energía
La transmisión de la energía precisa de 2 factores: alta conductividad y baja resistencia. De lo contrario, el cable se funde. Investigaciones científicas recientes han descubierto que el tejido por el que se transmite la energía es la capa de fascia de tejido conjuntivo. El conjuntivo es un tejido que microscópicamente se extiende a través de todo el cuerpo llegando a todas las células.Existe por lo tanto una gran relación entre los meridianos y el tejido conjuntivo. Este tejido consiste en una fina estructura reticular cristalina. Cuando se comprime, es capaz de generar señales bioeléctricas y fundamenta la efectividad de los ejercicios de chi kung y tai chi. Este mismo efecto es aún más acentuado al comprimir la estructura ósea, con chi más interno, ya que tiene propiedades piezoeléctricas al igual que el cuarzo.
La relajación y respiración abren los canales. Para que el tejido conjuntivo pueda transmitir la energía se necesita que el cuerpo esté relajado, cosa que es imposible si los músculos están tensos, por eso en los ejercicios energéticos se utilizan los tendones y no los músculos, por sus propiedades de almacenar la energía por su contractibilidad. Sin el tendón de Aquiles, el tendón más fuerte del cuerpo, el simple movimiento de andar consumiría el triple de energía. La grasa es un tejido con alta resistencia. Si el porcentaje de grasa es alto, la energía no circula con fluidez, y esa es la razón de que parte del programa de entrenamiento chi kung se incluyan dieta, masajes y golpeos para eliminarla a través del sistema circulatorio y linfático.
Recursos energéticos
1. Energía del entorno. Proviene de los cuerpos cósmicos en función de cercanía y tamaño. La más importante es el campo magnético terrestre. Posteriormente vienen el sol y la luna, y luego el resto de planetas, estrellas.
2. Alimentos. Es muy dependiente de la digestión. Una vez digerido y absorbido, el alimento debe metabolizarse mediante reacciones enzimáticas que necesitan vitaminas.
3. Aire. La respiración correcta permite a la mente actuar, eliminando todos los males, por lo que también influye en la siguiente fuente de energía. Su capacidad energética es directamente proporcional a la polaridad que tenga.
4. La mente. El pensamiento tiene la capacidad de relajar partes específicas del cuerpo, haciendo que la energía circule con más libertad. Puede considerarse incluso la forma más poderosa de generar fuerza electromagnética, una vez que se dominan técnicas de visualización, meditación y su influencia en la respiración.
5. Ejercicios. Deben usarse los tendones y no los músculos, que consumen muchos recursos e impiden el flujo energético. El chi-kung y el tai-chi consiguen movilizar la energía almacenada a partir de los alimentos y el aire.
6. Esencia prenatal. Proviene de los ancestros, especialmente los padres, y se encuentra en los riñones. Es nuestra herencia o genética, pero no sólo la fisiológica, sino mental, estética y espiritual como valores. (Recensión basada en el libro Bioenergía del doctor Yang Ywing-Ming).