Las ocho Joyas
Las ocho joyas son una serie de ejercicios de Chi Kung que destacan por su sencillez y por ser tremendamente beneficiosos para la salud.
Esta serie también se conoce con el nombre de Los ocho brocados de Seda o Ba Dua Jin.
Nos pueden servir como calentamiento antes de realizar otras prácticas como Taichi, pero en sí mismos ya constituyen un gran ejercicio, tanto a nivel físico como mental y emocional.
Existen diferentes versiones de las 8 joyas, todas ellas válidas y efectivas
Esta serie deriva de otra que se llamaba “movimientos para fortalecer los músculos y los tendones”, creada por un monje budista llamado Boddhidharma. Pero fue el general Yen Fei quien recopiló la serie en 8 movimientos y la actualizó, dando lugar a lo que hoy en día conocemos como las 8 joyas. Inicialmente estos ejercicios fueron pensados para sanar y fortalecer los cuerpos de los monjes de Shaolín. Pero su efectividad era tal, que el general Yen los utilizó para fortalecer a sus soldados.
Esta serie de ejercicios inicialmente fue pensada para fortalecer el cuerpo físico, lo cual resulta extraño, ya que se trata de una serie muy sencilla que apenas exige esfuerzo muscular. Pero lo cierto es que, aquél que se comprometa con su práctica, y practique las joyas 15 minutos al día obtendrá una gran mejora física. Además de la parte física, las Joyas hacen un importante trabajo a nivel energético. Principalmente desbloquean meridianos y liberan a los órganos de las energías de baja vibración que puedan tener enganchados. Concretamente trabajan con los 12 meridianos principales y los 5 órganos más importantes de la Medicina Tradicional China.
Consejos para la ejecución de las Joyas
Para una buena práctica es necesario dos cosas: relajación y silencio interior. Es muy importante trabajar relajados. A medida que vayas realizando los ejercicios obsérvate por dentro y detecta las zonas que puedas tener en tensión.
Pon tu atención en la zona en cuestión y al soltar el aire relaja. Para encontrar el silencio interior utilizaremos el mecanismo de la atención. Es decir, si yo estoy plenamente concentrado o atento al ejercicio que realizo, la mente se aquieta, la corriente de pensamientos se interrumpe.
Presta atención a tu cuerpo, al movimiento, a las palmas de las manos y los pies según se indica en cada ejercicio. Cuando detectes que estás pensando en otras cosas vuelve tu atención suavemente al ejercicio. Con el tiempo llegarás a perfeccionar tanto el aspecto externo del trabajo como el interno.
Estos ejercicios los podemos combinar con el uso de Sonidos Curativos. En algunos de los ejercicios verás indicado el Sonido Curativo que le corresponde. Para usarlos, símplemente pronúncialos en la última espiración. Mantén la idea de la olla a presión que suelta el aire. Del mismo modo trabajan los Sonidos Curativos. La idea de un globo deshinchándose también te puede ayudar.
Dos manos al cielo para armonizar el Triple Calentador
Para realizar este ejercicio, nos pondremos de pie, con las piernas separadas, en línea con nuestros hombros. Juntaremos las manos entrecruzándolas delante del Tantien Medio, es decir, unos 3 dedos por debajo del ombligo. Inspirando subiremos las manos hasta tenerlas por encima de la cabeza, en este momento nos podemos poner de puntillas para estirar más. Seguidamente deshacemos el entrecruzado de las manos y las bajamos por los lados. Repetimos el ejercicio un mínimo de 9 veces.
Mantén tu mente en la práctica. Presta atención al movimento y en especial a las palmas de las manos. Marca bien las cuatro partes de la respiración: inspiración, pausa, espiración, pausa.
Sonido Curativo: HHIII
Beneficios: Este ejercicio nos ayuda a regular el meridiano Triple Calentador, que entre otras cosas regula la temperatura corporal. También favorece el intercambio de energía entre los tres Tantiens. A nivel físico produce efectos benéficos sobre los ojos, cara, oídos y funciones respiratorias. También actua sobre los órganos internos, y en especial sobre los riñones y el aparato reproductor.
Mover los fundamentos apaga el fuego del corazón
Para realizar este ejercicio, nos pondremos de pie realizando lo que comúnmente se denomina la postura del jinete, es decir, con las piernas bastante abiertas, igual que si estuviéramos encima de un caballo. Pondremos las manos en la cintura y realizando un giro en la cintura con el cuerpo haremos el siguiente juego con la respiración:
- Al inspirar hago un pequeño círculo hacia atrás.
- Al espirar hago el círculo hacia delante yendo a buscar mis rodillas con el cuerpo. De este modo presiono al diafragma para soltar el aire.
Repito este ejercicio un mínimo de tres veces en cada sentido.
Sonido Curativo: HHAAA
Beneficios: este ejercicio produce efectos benéficos sobre la digestión y la circulación de la sangre. Previene y cura enfermedades del corazón y presión arterial. También es efectivo para problemas como: ansiedad, agitación, angustia, irritabilidad, insomino, palpitaciones o taquicardias, transpiración y calor en las manos y los pies, acaloramientos intermitentes con sed y mal sabor de boca.
Estirar una mano al cielo y otra al suelo para armonizar bazo y estómago
Para ejecutar este ejercicio, nos pondremos de pie, con las piernas separadas y alineadas con nuestros hombros. Colocamos las manos a la altura del Tantien medio, una en frente de la otra. Empezamos por el lado izquierdo, de modo que la mano izquierda tendrá la palma hacia arriba y la derecha hacia abajo. Inspiramos, y al inspirar subimos la mano izquierda al cielo y la derecha al suelo, igual que si nos desperezáramos. Al espirar volvemos las manos a su posición inicial, pero esta vez la derecha queda mirando arriba. Repetimos al lado derecho. Marcar bien los tiempos de la respiración. Cuando estamos estirados, con una mano al cielo y otra al suelo, hacemos un pequeño giro para producir más estiramiento. Al bajar la mano del cielo a la altura del Tantien seguir la línea del Canal Central.
Sonido Curativo: JJOOO
Beneficios: este ejercicio armoniza el bazo, que es un órgano Yin, con el estómago, que es la entraña Yang complementaria. Este ejercicio es eficaz para combatir y prevenir la hipertensión, congestión, transtornos digestivos, estreñimiento, mala circulación arterial, hipo, dispepsia, indigestión, diarrea, prolapsos, las hemorroides y las hemorragias.
Abrir el arco a la derecha y a la izquierda para tirar al halcón
Para realizar este ejercicio nos ponemos de pie y hacemos la postura del jinete. Situamos nuestras manos delante del pecho a la altura del Chakra del Corazón. Primero la izquierda por dentro y la derecha por fuera. Inspiramos y girando un poco la cintura hacemos el movimiento de tensar el arco. La mano que sostiene el arco tiene que tener la palma abierta o con los dedos gordo e índice abiertos, como haciendo una L. La mano que sostiene la cuerda del arco, tiene que tener los dedos gordo e índice tocándose, como haciendo un 6. La mirada tiene que estar puesta en el hipotético objetivo. Al espirar, volver las manos a la posición inicial, pero esta vez la derecha va por dentro. Repetir el ejercicio al otro lado.
Sonido Curativo: SSSSS
Beneficios: fortifica los músculos y tendones de los hombros y brazos, y aumenta la capacidad pulmonar. Estira los meridianos de pulmón e intestino grueso. En general este ejercicio mejora la respiración y la circulación sanguínea. También tonifica los riñones y estimula el canal Dai Mai que pasa por la espalda. Está indicado para el tratamiento y la prevención de estreñimiento, fatiga, incontinencia urinaria, exceso de sensibilidad al frío, frigidez por falta de deseo sexual, lumbalgias y reumatismo, y previene la hernia discal.
Precauciones: las personas hipertensas al espirar pondrán la atención en las plantas de los pies, imaginando que el exceso de Chi sale y se descarga en la Tierra.
Baja el cuerpo y aprieta el puño con ojo de enfado
Para realizar este ejercicio, nos podremos de pie en posición natural, es decir, los pies en línea con los hombros. Colocaremos las dos manos en la cintura boca arriba. Al inspirar llevaremos la mano izquierda hacia delante y cerraremos el puño. Aguantando la respiración, tensaremos todos los músculos del cuerpo, apretando los dientes y cerrando los ojos. Al soltar el aire, devolvemos el puño a la cintura y relajamos todo el cuerpo. Repetimos con el otro brazo.
Sonido Curativo: SSHHH
Beneficios: Este ejercicio mejora la visión, aumenta al Chi, fortalece el metabolismo del cuerpo, estimula el meridiano del hígado, libera al hígado y la vesícula biliar de sus tensiones, refuerza los músculos, estimula el córtex cerebral y el sistema nervioso vegetativo.
Poner las manos en el suelo y agarrarse los pies
Para ejecutar este ejercicio nos pondremos de pie en posición básica, es decir, con las piernas a la altura de los hombros. Inspiramos y levantamos un poco las manos, espiramos y las bajamos hasta los pies. Nos cogemos las puntas de los pies, inspiramos y estiramos las piernas. Soltamos el aire relajando las piernas. Nos imaginamos que cojemos la energía de la tierra, inspiramos y subimos acariciando el interior de las piernas y subiendo la energía. Llevamos las manos y la energía al riñón, y soltamos el arie echándonos un poco hacia atrás.
Sonido Curativo: CHUIII
Beneficios: Estira los músculos de la cintura y de la zona lumbar. Fortalece el meridiano Du Mai y los riñones. Previene el lumbago. Favorece la circulación de la energía a lo largo de la columna. Regula el sistema nervioso central. Mejora la calidad del sueño, la memoria y la concentración.
Precauciones: Las personas hipertensas o con arterioesclerosis debe alzar la cabeza cuando se inclinen hacia delante y no prolongar demasiado el ejercicio. Este ejercicio al cargar de energía al riñón, nos da mucha vitalidad, por lo que si lo practicamos de noche, muchas veces, nos puede producir insomino.
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Para realizar este ejercicio, nos pondremos de pie en posición natural. Inspiraremos normalmente y al espirar empezaremos moviendo los ojos hacia la izquierda, después el cuello, el hombro izquierdo y la cintura. Haremos una pequeña pausa e inspiraremos haciendo este recorrido a la inversa, es decir, volviendo a la posición inicial. Repetiremos al otro lado.
Beneficios: este ejercicio fortalece los músculos del cuello, pecho y pulmones, previene enfermedades respiratorias. Ayuda a descargar hacia la Tierra la energía perjudicial que podamos tener. Estimula el bulbo raquídeo, el sistema nervioso y tonifica los músculos oculares. Es un ejercicio especialmente indicado para personas hipertensas ya que previene de ataques de apoplejía.
Rebotar siete veces en la punta de los pies
Para realizar este ejercicio, nos podremos de pie con los pies juntos o en posición natural. Intentando mantener las puntas de los pies pegadas al suelo, rebotaremos siete veces. Haciendo la séptima vez un rebote más destacado y contundente, pero intentando no levantar los pies del suelo. Es ideal terminar las 8 Joyas realizando este ejercicio.
Beneficios: este ejercicio fortalece el sistema nervioso y activa la circulación. También distribuye la energía por todo el cuerpo y actúa sobre los 12 meridianos principales.
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