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domingo, septiembre 11, 2011

EL MAGNESIO: EL ESLABÓN PERDIDO DE NUESTRA SALUD




Leyendo un libro sobre los viejos longevos de Vilcabamba (Ecuador), en el cual no se arroja ninguna conclusión de por que los amigos tienen 40 años mas de vida que el resto de los humanos, decia muy por arriba, que el agua tenia un poco mas de magnesio que el resto de las aguas analizadas…

 

Después de saber todo esto que viene a continuación, he querido compartirlo con Vdes., mis contactos, familia, compañeros, amigos,..., con la única intención de que ganen en salud.
Hasta ahora yo nunca había oído hablar del Cloruro de Magnesio, y he constatado que este desconocimiento es bastante generalizado. Una buena pregunta sería: “¿Por qué la medicina oficial no nos hace saber estas cosas? ¿Será porque no les conviene a los poderes económicos que viven de nuestra mala salud?”.
Después de mi búsqueda de información por internet, me he entretenido en hacer una recopilación de lo leído en diversos sitios web que hablan del Cloruro de Magnesio, pero ustedes pueden investigar por sí mismos y tomar sus propias decisiones. Yo no soy médico ni enfermero; sólo soy un convencido de las bondades del Cloruro de Magnesio que lo está empezando a tomar y que quiere compartir su descubrimiento con todos.
La principal fuente de información (que encontrarán en internet repetidamente) es la obtenida del Artículo del Padre J. Chorr del Colegio Catarinense, Profesor de Física, Química y Biología; que trae una Información científica adicional brindada por el Ing. Urbano Aguilar Miranda, maestría en ciencias químicas, síntesis y productos naturales, nombrado Investigador Nacional por el Gobierno de México en 1987 y pionero del conocimiento y divulgación de las bondades del cloruro de Magnesio en México. Otras fuentes son: 


UN MINERAL FUNDAMENTAL
El Magnesio es un mineral fundamental para que el organismo humano pueda mantener su
equilibrio natural. Aunque la presencia del Magnesio en el organismo sea mucho menor en cantidad que la del calcio y el fósforo (apenas 30 gramos en un adulto medio), sus funciones son tan o más primordiales. Quizás ésta sea la razón por la que toda la cadena natural alimenticia lo contenía.
Pero el cultivo de los campos que estamos practicando desde los años 50 del siglo pasado, ha llevado a que los suelos (y por lo tanto las cosechas) tengan hoy en día la mitad de Magnesio que nos ofrecían hace cincuenta o sesenta años. Esto es debido a la agricultura intensiva, que provoca el agotamiento de la tierra, y a los tratamientos químicos a los que se someten a los cultivos (abonos, fertilizantes, pesticidas, plaguicidas,...). El Magnesio es uno de los minerales inhibidos por la fertilización química a base de nitrógeno.
Por tanto, la dosis de Magnesio que a diario requieren las células, no se encuentra ya en los alimentos que consumimos (incluidos los de origen animal, pues, además de todos los antibióticos que se les hacen tomar a los animales, también se los cría a base de estos vegetales que ya son deficientes en Magnesio).
A esta pérdida debemos agregar la que generan los procesos de refinación. Se lo retira del trigo, al eliminar el germen y el salvado para dar lugar a la harina blanca. También se lo elimina en la sal, para evitar la formación de terrones, dada su “molesta” capacidad de absorber humedad. Por la misma razón es descartado en la refinación del azúcar blanco.
Por eso, cuando estamos en presencia de una carencia crónica y de antigua data, tenemos que echar mano de un recurso sencillo, económico y efectivo: el Cloruro de Magnesio (el mismo que se descarta en la refinación de la sal de mesa).

SÍNTOMAS DE LA FALTA DE MAGNESIO
La falta de magnesio produce fenómenos carenciales típicos como son: alteraciones nerviosas y musculares, detención del crecimiento, alteraciones de la piel, caída del pelo, diarreas rebeldes, lesiones renales, envejecimiento orgánico y finalmente caquexia, que conduce paulatinamente a la muerte. Pero además la falta de magnesio puede ser una de las causas de las siguientes manifestaciones patológicas:
1)    Astenia, en todas sus formas: física, intelectual, sexual.
2)    Irritabilidad nerviosa, taquicardia.
3)    Hipertonía gástrica, intestinal o biliar, con colitis espasmódica o estreñimiento crónico.
4)    Diversas afecciones cutáneas: acné, eczemas, psoriasis, dermitis, pruritos, vitiligos, verrugas y papilomas.
5)    Diversas afecciones atribuidas a la vejez, como son: hipertrofia prostática, impotencia, arteriosclerosis, hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca.
6)    Diversas afecciones debidas a la alimentación: diabetes, obesidad, desnutrición, hipervitaminosis D, gota y reumatismo.
7)    La aparición del cáncer parece estar también directamente relacionada con la carencia de magnesio, pues se ha podido comprobar que, en regiones cuyos suelos y aguas son ricos en magnesio, el cáncer se da con menos frecuencia.
Para remediar estos estados solemos recurrir a la toma de diversos tipos de medicamentos, lo cual puede desembocar en una sobrecarga farmacológica que irremediablemente llevará al individuo a la depresión, abatimiento, obesidad y otros padecimientos. Pero todos los podríamos evitar con la sencilla prevención de tomar el elemento necesario cuya ausencia los provoca.

IMPORTANCIA DEL CLORURO DE MAGNESIO
La ingesta diaria de Magnesio es esencial para lograr la armonía en los campos magnéticos del ser humano (conjunto de energías que alineará los estados anímicos). Las moléculas o iones de Magnesio, que actúan como conductor-compensador, son esenciales para todas las células vivas, ya que desempeñan papeles de importancia en la actividad de muchas coenzimas y en las reacciones que dependen del ATP (trifosfato de adenosina -la energía que las células necesitan-). El ión del Magnesio también ejerce una función estabilizadora en la estructura de la cadena de ácidos ADN y ARN (agentes vivos de información genética).
El Magnesio resulta clave para la correcta transmisión de los impulsos nerviosos, el trabajo de los músculos (en especial el músculo cardíaco), la permeabilidad celular, la producción de más de 300 enzimas, la replicación del ADN y la neutralización de la excitación celular que provocan las hormonas del estrés. Del Magnesio depende el metabolismo de los macronutrientes (grasas, azúcares y proteínas), y el buen funcionamiento de las células hepáticas.
El Magnesio es fuente de vida para todo el organismo, ya que es el único mineral que moviliza a las células para que tengan la fuerza suficiente en eliminar, mayormente, todo tipo de impureza mediante el sistema glandular.
El Magnesio acelera los procesos digestivos y es fuente de armonía celular mediante el equilibrio mineral que genera y más aún: Consigue normalizar la corriente sanguínea estabilizando la presión arterial. Activa los riñones para eliminar el ácido úrico. En la artritis descalcifica la membrana en las articulaciones. Ataca la esclerosis calcificada evitando los infartos. Purifica y fluidifica la sangre. Vitaliza el cerebro. Devuelve la juventud hasta avanzada edad. Y normaliza el sistema nervioso.
Resulta clave para el desarrollo de la estructura ósea (en su ausencia, el calcio no se asimila).  El 60% del Magnesio corporal se halla en los huesos, desde donde puede liberarse en caso de necesidad.
Evita que las células se sobreexciten ante la presencia de las hormonas generadas por el estrés. Cuando nos vemos sujetos a situaciones estresantes, el organismo acude a sus reservas de Magnesio (depositadas en la estructura ósea), transportándolas al flujo sanguíneo. Luego de cumplir su función, calmando la excitación celular, el mineral es excretado del cuerpo. La prolongada y cotidiana exposición al estrés hace que este drenaje se vea magnificado.
Otras propiedades de este irremplazable mineral son que actúa como laxante y tonificante; ayuda a reducir la sordera por calcificación; mediante la limpieza intestinal, logra mantener el equilibrio térmico de las entrañas que favorecerá la función hepática, logrando, de esta manera,  la fluidez y purificación de la sangre para normalizar así los ciclos menstruales y hormonales. Este proceso depurador del hígado es el principio para eliminar grasas y compensar al sistema nervioso, evitando así la inestabilidad emocional y, más aún, normalizar la presión arterial, y, por sobre todas las cosas, impedir los accidentes cerebro-vasculares.
El Magnesio es un eficaz preventivo contra el cáncer, especialmente el de mamas y de matriz, así como el de próstata.
El Magnesio es, de todos los minerales, el más indispensable, especialmente después de los 40 años, cuando el organismo comienza a absorber cada vez menos Magnesio de la alimentación, provocando vejez y enfermedades. Por eso debe ser tomado de acuerdo con la edad.
El Magnesio no es un remedio; es un alimento sin ninguna contraindicación y compatible con cualquier medicamento en simultáneo. Tomarlo para una enfermedad determinada, equivale a reordenar todo el organismo, consiguiendo, de esta forma, una cura integral. Una persona no conseguirá escapar de todos los males simplemente por tomar Magnesio, pero al consumirlo hará que todo sea más saludable.
El Magnesio no crea hábito, pero al dejar de consumirlo pierde uno su protección.

MODO DE PREPARARLO:
El cloruro de Magnesio es muy soluble en agua y tiene sabor amargo. Se presenta cristalizado (para tomar disuelto en agua o en cualquier otro líquido).
Disolver en un recipiente de vidrio 2 cucharadas soperas (unos 40 gramos) de Cloruro de Magnesio, en 1 litro de agua hervida, fría. No hay riesgo de sobredosis; el cuerpo eliminará el Magnesio sobrante en la toma (si es que sobra).
Mezclar bien con cuchara de madera. No utilizar elementos plásticos ni metálicos. Es importante que el cloruro de Magnesio lo adquiera con garantía, con alguna marca que certifique su calidad y nunca en una bolsa común y sin nombre por los riesgos que esto representa.

DOSIS:
La dosis recomendada varía con la edad, el hábitat y los padecimientos.
Teniendo en cuenta que las personas que viven en la ciudad (con alimentación de baja calidad, a base de productos enlatados y abundantes en químicos) deben consumir un poco más que las personas que viven en el campo, podríamos establecer que la dosis normal para todas las edades es la equivalente al volumen de una copa de coñac.
Esta dosis variará, como hemos dicho, de acuerdo con las dolencias y el estado de salud. Sería aconsejable tomar 2 dosis al inicio, hasta compensar los niveles de Magnesio, y luego continuar con la dosis normal de mantenimiento.
Los ancianos, las embarazadas, deportistas,..., podrían requerir una dosis doble (mañana y noche).
De todas formas, en los botes que compremos siempre vendrá indicada la manera de tomarlo, y también podemos consultar con nuestro médico.
Éstas son algunas de las informaciones que encontrarán en Internet, pero seguro que descubrirán muchas más.

Recordemos seguir siempre una dieta sana, variada y equilibrada, y que siempre es aconsejable consultar con un profesional de la salud.