La necesidad de nacer producida por el karma sólo tiene fin con la eliminación total de éste último.
Pero no puede acabar solo, sino únicamente mediante nuestro Despertar más allá de toda ilusión. Entonces se puede alcanzar el estado de felicidad permanente, que proviene del abandono total de la ignorancia.
Como consecuencia, el cese de la ignorancia equivale a la liberación.
"El Pequeño Libro de Sabiduría del Dalai Lama"
El objetivo mismo de nuestra vida es buscar la felicidad.
Creamos o no en la religión, tenga mi vecino fe en tal o cual religión más que en cualquier otra, todos vamos en busca de alguna cosa mejor en la vida.
Por tanto, es el movimiento mismo de nuestra vida el que está orientado hacia la felicidad .
Pero no puede acabar solo, sino únicamente mediante nuestro Despertar más allá de toda ilusión. Entonces se puede alcanzar el estado de felicidad permanente, que proviene del abandono total de la ignorancia.
Como consecuencia, el cese de la ignorancia equivale a la liberación.
"El Pequeño Libro de Sabiduría del Dalai Lama"
Siempre es bueno sacrificar una cosa pequeña para obtener otra mayor. Como consecuencia, nuestra felicidad puede enriquecer la de todos los seres sensibles.
Deberíamos considerar el derecho de ser felices como una deuda personal hacia todos los seres.
Deberíamos considerar el derecho de ser felices como una deuda personal hacia todos los seres.
El deseo y la aversión son la raíz de las ilusiones. Todas las demás imperfecciones se derivan de ellas.
A primera vista, el deseo nos parece más dañino para nosotros y la aversión para los demás. Pero si examinamos con mayor atención ambas actitudes, descubriremos que la aversión nos hiere igual que todo lo demás.
Esa sensación y sus causas pueden ser vencidas mediante la paciencia ejercida en contra de todo lo que nos provoca.
Dando pruebas de paciencia, no dejamos lugar para que se produzca ninguna irritación .
A primera vista, el deseo nos parece más dañino para nosotros y la aversión para los demás. Pero si examinamos con mayor atención ambas actitudes, descubriremos que la aversión nos hiere igual que todo lo demás.
Esa sensación y sus causas pueden ser vencidas mediante la paciencia ejercida en contra de todo lo que nos provoca.
Dando pruebas de paciencia, no dejamos lugar para que se produzca ninguna irritación .
Aquél que no cree en la ley del karma, pero que vive su vida haciendo el bien, recogerá los frutos. Eso le ayudará en su vida futura.
Pero aquél que pasa la vida rezando y levantando acta de sus creencias y su estudio del dharma y mostrando sin embargo una actitud egoísta y falta de compasión, habrá derrochado su "preciosa vida humana".
Pero aquél que pasa la vida rezando y levantando acta de sus creencias y su estudio del dharma y mostrando sin embargo una actitud egoísta y falta de compasión, habrá derrochado su "preciosa vida humana".
Rezar no es importante, pero sí lo es practicar la caridad y el amor, incluso en una persona que no sea religiosa.
La actitud que nos conduce a considerar el bienestar de los demás como más importante que nuestra propia felicidad es la única valiosa.
Ella nos estimula poco a poco a sacrificarnos cada vez más por los demás.
Ella nos estimula poco a poco a sacrificarnos cada vez más por los demás.
Si las cosas no existen, ¿por qué consagrar tiempo a buscar cómo serían si hubiesen existido, para finalmente llegar a estar seguro de su no existencia?
Cada día mantenemos una absurda fe en el hecho de que todas las cosas son ciertas, cuando no es ese el caso. De la misma manera, sufrimos ya que pensamos que todos los fenómenos tienen una existencia real, cuando en realidad no la tienen.
La mejor forma de mejorar el espiritu consiste en intentar reconocer la naturaleza de sus estados "desordenados" y observar lo dañinos que son.
Igualmente, para reconocer los estados mentales "favorables", debemos familiarizarnos con sus ventajas y la estabilidad de sus cimientos.
A través de este reconocimiento, y como son cualidades del espíritu, esos estados nobles se harán más fuertes y al mismo tiempo el poder de los estados negativos disminuirá.
Nuestra confianza en el hecho de provocar ese cambio positivo está llamada a fortalecer nuestro espíritu.
Igualmente, para reconocer los estados mentales "favorables", debemos familiarizarnos con sus ventajas y la estabilidad de sus cimientos.
A través de este reconocimiento, y como son cualidades del espíritu, esos estados nobles se harán más fuertes y al mismo tiempo el poder de los estados negativos disminuirá.
Nuestra confianza en el hecho de provocar ese cambio positivo está llamada a fortalecer nuestro espíritu.
Creamos o no en la religión, tenga mi vecino fe en tal o cual religión más que en cualquier otra, todos vamos en busca de alguna cosa mejor en la vida.
Por tanto, es el movimiento mismo de nuestra vida el que está orientado hacia la felicidad .