Toda la alegría que anhelas está dentro de ti. Sufres como el que tiene vastas riquezas en la caja fuerte, pero no tiene idea de dónde está la llave. Las llamas de la ira, la vanidad, el odio, la envidia, etc., son más devastadoras que el fuego normal. Surgen en la mente, furtivas y a borbotones, demandando más y más alimento. Al fuego le llaman ‘anala’, que significa ‘insuficiente’. Temes al fuego que danza a lo lejos. ¿Qué diremos entonces del fuego que está dentro de ti? ¿Cómo aplacar estas peligrosas llamas? Existen extinguidores probados por la experiencia y garantizados por los sabios, y son: la Verdad, la Rectitud, la Paz y el Amor. (Sahtya, Dharma, Shanti y Prema).
Examina en tu interior cuáles características y hábitos debes descartar y cuáles retener. Sólo deben ser retenidas y cultivadas aquellas tendencias y act itudes que te hagan recordar a la Divinidad en la cual debes fundirte.
La limpieza interior debe ser tu primer objetivo. Puedes tener verduras de calidad, excelentes especias, sal y las mejores legumbres; el cocinero puede ser un maestro en su arte. La cocina que usas puede ser la mejor que se pueda obtener. Pero si el recipiente de cobre usado para cocinar no está estañado, el sambar (sopa) se convertirá en algo peligroso, que no podrá ser consumido. El plato preparado se hace venenoso si el interior del recipiente es inadecuado para cocinar. De la misma manera debes limpiar tu ser interno.
Sathkarma (las acciones virtuosas) y Sadachara (los buenos hábitos) junto con la oración, actúan como un revestimiento para el recipiente de tu corazón (hridaya pathra), donde se están cociendo las emociones, impulsos e instintos. La oración domará los instintos, tal como se entrena a un elefante salvaje para que haga trucos en una pista de circo.
