Cada uno de nosotros tiene esa energía del hábito que nos impulsa a decir cosas, a hacer cosas que no queremos decir o hacer.
Con la práctica de la plena consciencia vamos a poder reconocerla. No vamos a luchar contra esta energía. Una batalla no es necesaria.
Lo que debemos hacer es sonreir a esta energía y decir hola. “Hola, energía del hábito, te he reconocido”, eso es todo.
El Buda ha practicado así también.
Él nos ha contado su práctica en los Sutras.
Por lo tanto la respiración consciente y el caminar en plena consciencia
nos ayudan mucho a generar esta energía de plena consciencia
que nos va a ayudar a reconocer esta energía del hábito.
Y cuando la energía del hábito es reconocida,
ya no puede empujarnos a hacer las cosas que no queremos hacer.