“Si alguien cercano a ti te grita,
agradece que esa persona está relacionada contigo.
En lugar de responder con palabras ásperas
que igualen a las de ellos,
lo único que tienes que hacer es sanarlas con gentileza.
Cuando te tiren esa pelota llena de ira,
la agarras y regresas la pelota con cortesia.
Juegas con ella.
Muy pronto, su cólera se habrá transformado en amor y elevación”.
John-Roger