He podido hablar este verano con mucha gente que esta iniciándose en la meditación y me han trasmitido la mayoria algunos problemas que aparecen a la hora de ponerse a meditar. Eso me recordó que cuando yo empecé tuve esos mismos problemas voy a intentar comentarlos en este artículo para tratar de solucionarlos.
No encuentro el momento
Muchos no encuentran el momento oportuno para meditar, meditan un día, dos, dejan durante un tiempo la meditación, luego vuelven a retomarla, pero finalmente se dan cuenta que no encuentran el momento ni el lugar para meditar o se dan cuenta de que no obtienen resultados y muchos acaban por dejarlo.
Los resultado no vienen con un día o dos de practica vienen después de mas tiempo, a partir de que pasen unos cuantos meses empiezas encontrarte mejor. Es entonces cuando empiezas a sentir los beneficios que te aporta la meditación.
Para meditar lo primero que se necesita es disciplina, sé que es una palabra prácticamente olvidada en la actualidad, pero es esencial para la meditación. La disciplina es necesaria, porque necesitas buscar todos los días un hueco, al poder ser siempre a la misma hora para poder estar a solas contigo mismo.
No sé, lo pienso ahora, después de tanto tiempo practicando y es muy bonito poderse dedicar un tiempo a estar a solas con uno mismo. Vivimos en un mundo en el todo va cada vez más rápido, nuestros pensamiento y emociones van más rápido, de echo nos abordan sin descaso, buscamos con la televisión y la música, la droga para no enfrentarnos a nuestro mundo interno, a nuestro yo interno.
¿Crees que la solución está en no escucharte? El mundo en el que vivimos esta asolado cada vez más por enfermedades de tipo mental. Según los últimos datos que ha hecho públicos la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay 120 millones de personas en el mundo que sufren depresión y se espera que en el 2020 sea la primera causa de enfermedad por discapacidad en todo el mundo.
No digas que no tienes tiempo para meditar. Si tienes tiempo para respirar, tienes tiempo para meditar. La meditación es tan importante como la respiración.
¿Realmente quieres dedicarle un tiempo a meditar? Si realmente lo que quieres hacer es dedicar un tiempo al día a meditar: Recuerda lo que tienes que tener es disciplina. Te recomiendo que busques un lugar tranquilo, y una hora a en la que puedas meditar todos los días. El siguiente pasó para crear el hábito, se consigue sentándose a meditar solo 5 o 10 minutos cada día, cuando pase un mes puedes subir el tiempo a tu gusto.
Que hago en mis periodos de meditación
Hay un error muy común en los principiantes que empiezan a aprender a meditar que viene de los primeros occidentales que fueron a la india a aprender y que hoy aún se sigue creyendo que es así: creen que para meditar hay que intentar no pensar, que hay que mantener la mente en blanco. Esto simplemente solo es una mala traducción del indo a nuestro idioma, sería imposible conseguir eso.
Siempre recomiendo a los que empiezan a meditar, una meditación muy fácil en la que solo tienen que ser conscientes de su propia respiración.
La mejor forma para conseguir eso es contando respiraciones: uno al inhalar, dos al exhalar, tres al inhalar, cuatro al exhalar, …, hasta 10 al exhalar. Una vez llegado al diez vuelve a empezar. Puede ocurrir que te venga un pensamiento muy intenso y que dejes de contar, si ocurre eso vuelves a empezar. También puede pasar que te vengan pensamientos y en vez de parar en el diez siguas contando 11, 12, 13, cuando te des cuenta de ello, vuelve inmediatamente al uno y empieza otra vez a contar respiraciones.
Elis Fengels