“Hay una teoría, sobre la historia de los Rapanui, los habitantes de la Isla de Pascua,
que tal vez pudiera darnos una pauta de pensamiento.
Viviendo en la isla más aislada del mundo,
los Rapanui explotaron sus recursos hasta que no quedó nada.
Su civilización no sobrevivió.
En esas tierras crecían las palmeras más altas del mundo. Han desaparecido.
Los Rapanui las talaron todas para obtener madera.
Entonces enfrentaron una gran erosión del suelo.
Los Rapanui ya no pudieron pescar. No había árboles para construir canoas.
Aún así, los Rapanui formaron una de las más brillantes civilizaciones en el Pacifico.
Granjeros innovadores, escultores, navegantes excepcionales,
fueron atrapados por el fantasma de la sobrepoblación y el agotamiento de recursos.
Experimentaron malestar social, revueltas y hambruna.
Muchos no sobrevivieron al cataclismo.
El misterio real de la Isla de Pascua
no es como sus extrañas estatuas llegaron ahí, sabemos como.
Es el porqué los Rapanui no reaccionaron a tiempo.
Es solamente una de varias teorías,
pero tiene particular relevancia hoy”.