Diapasones sobre puntos de acupuntura
Todo en el universo está en constante vibración, esto es: se mueve.
Esta vibración, este movimiento, tiene un sonido que puede o no ser audible para el ser humano; de hecho muy pocas de las vibraciones existentes son captadas por el oído humano. Cada partícula del universo está sonando, se está moviendo a una velocidad, está vibrando, está cantando en el universo formando parte de un todo armónico, de una música; lo que los antiguos llamaban “la música de las esferas”. Hoy, a través de la física cuántica, occidente comprueba lo que los antiguos sabios ya comprendían mucho tiempo atrás: el universo es sonido.
La armonía en la música fue un proceso de descubrimiento del hombre, al igual que el fuego. Las relaciones armónicas (relaciones matemáticas) no son un invento del hombre sino que ya existen en sí mismas en la naturaleza. El ser humano posee esta armonía dentro de sí aunque ésta no se rebela de forma consciente. Todo músico sabe que una disonancia tiende a una resolución armónica, ese es el movimiento natural de la música. La disonancia también integra este universo armónico. El siglo xx incorpora estos sonidos a su estructura armónica pareciéndonos normales sonidos que el hombre medieval rechazaba. Estos creían que esos sonidos los comunicaba con el diablo y que eran invocaciones heréticas.
Este fenómeno nos habla una vez más del poder del sonido y de la relación del sonido con la psiquis humana. Los sonidos viajan en nuestra psiquis por lugares arquetípicos, conectándonos con el inconsciente profundo ancestral, universal, con el sonido original, lo que los hindúes llamaban Nada Brahma, el Ohm…
De acuerdo con este principio de vibración sabemos que las células al enfermar bajan su nivel vibraciónal, podríamos decir que se desafinan o no generan la vibración suficiente para estar sanas (la carga energética de la célula- iones positivos/negativos se desequilibra) Además, éstas viven en el agua, el agua más pura de nuestro organismo que fue transformada por varios procesos orgánicos hasta llegar hasta la célula, la cual es muy sensible y permeable a cualquier tipo de vibraciones, deformándose la estructura original sana y cristalizando estructuras enfermas dentro de sí. En estos casos, las disonancias existen para romper patrones inarmónicos cristalizados. Todo tiene un sentido. Las estructuras inarmónicas se destruye con su simil (la disonancia).
En la investigación de Masaru Emoto nos muestra que en una molécula de agua como esta cambia de forma al recibir una vibración (una palabra, un pensamiento, una música, etc., ¡Recuerden que todo es vibración!)
En estas fotografías podemos ver como la estructura de la molécula de agua se modifica con la vibración de tres palabras distintas. Tenemos que tener en cuenta que el 70% del ser humano igual que el planeta tierra es agua, por lo tanto que cada uno de nuestros pensamientos se graba en el agua de nuestros organismos.
Cada célula de nuestro organismo contiene en sí misma una nota fundamental, un sonido, un color.
Fabién Maman, músico y acupuntor, investigó la correspondencia entre los 12 meridianos de acupuntura y las 12 notas musicales.
Descubrió que las células humanas responden a una nota fundamental y que al recibir esta vibración la célula se enciende, se ilumina en colores.
En la fotografía de la izquierda, la célula es el punto negro central y los colores son el campo áurico . ¿No les recuerda a las imágenes del universo?
Esta técnica que usamos se basa en los principios de la medicina china, reemplazando las agujas de la acupuntura tradicional por diapasones de los 12 tonos musicales.
Un diapasón es un instrumento, utilizado comúnmente para la afinación, construido en metal, en forma de orqueta.
Según el principio de vibración, los diapasones al ser apoyados sobre puntos acupunturales del cuerpo, llevan vibración (sonido) a los meridianos energéticos que describe la medicina china.
Como ejemplo de la correspondencia entre Los 12 meridianos y los 12 tonos musicales de la escala cromática, podemos nombrar el meridiano de riñón que se afina en el tono RE y el de vejiga en el tono DO#, ambos asociados al elemento agua. Así cada órgano y víscera, yin y yang respectivamente, corresponden a uno de los 5 elementos, expresando también un tono.
Los diapasones están especialmente construidos para esta terapia y tienen una frecuencia vibratoria 220hz, la frecuencia ideal para el organismo humano.
Es por todo esto que trabajamos sobre la columna vertebral, que es el eje central del cuerpo físico. Es la que conecta los chakras y las glándulas endócrinas, la red del sistema nervioso y los dos meridianos más importantes de acupuntura. A través de los puntos de acupuntura descriptos por la medicina china, entramos a la red energética de los meridianos y llevamos información vibracional a las celulas y los órganos de todo el cuerpo “afinandolos”.
Es una innovadora terapia de armonización general –no invasiva- que incide en los aspectos fisiológicos, orgánicos, emocionales y mentales.
La vibración de los diapasones son tonos puros, notas exactas. Su aplicación es incluso más intensa que la aguja tradicional. Concretamente los diapasones sobre la columna vertebral tienen un efecto inmediato.