Allí, donde el amor no teme y lleva su cabeza en alto
Donde el saber es libre como los cimientos de Tu Espíritu
Allí, donde los mezquinos muros de las fortalezas, no fragmentan la armonía de Tu Creación
Donde las palabras surgen del pozo de la Verdad y el esfuerzo incansable eleva sus brazos hacia toda perfección
Allí, donde el claro fluir de la razón no ha perdido su cause en el triste arenal de la infamia moribunda
Donde la mente macerada por Tu mano se encamina hacia un pensamiento y una acción siempre ascendentes…
Allí, donde Tú estás, Padre…
¡Permite que nuestro mundo despierte a su Verdadera Liberación!
Rabindranath Tagore