Respiración
Respiras,
Escarchando montañas de blanco,
Provocando a los árboles verdes llamas,
Haciendo bailar gorriones en tus alas,
Arremolinando olas en largos suspiros.
Respiras,
Y todas las cosas viven.
Un concepto central para el Tao es la respiración. Sin respiración, no hay vida. La complejidad de esta idea es grande, en efecto. Respiras; eso te trae oxígeno. Respiras; eso te sustenta. Respiras; eso regula el latido de tu corazón, alimenta tu cerebro, pone roja tu sangre. Más profundo aún: respiras, y el campo de energía entero de tu cuerpo es sustentado y puesto en movimiento. Cuando ese campo, tan íntimamente ligado a la respiración, está integrado con tu mente, tienes el poder de la espiritualidad. Aliento. No pienses insensiblemente sobre ello como un mero gas.
Respiras,
Escarchando montañas de blanco,
Provocando a los árboles verdes llamas,
Haciendo bailar gorriones en tus alas,
Arremolinando olas en largos suspiros.
Respiras,
Y todas las cosas viven.
Un concepto central para el Tao es la respiración. Sin respiración, no hay vida. La complejidad de esta idea es grande, en efecto. Respiras; eso te trae oxígeno. Respiras; eso te sustenta. Respiras; eso regula el latido de tu corazón, alimenta tu cerebro, pone roja tu sangre. Más profundo aún: respiras, y el campo de energía entero de tu cuerpo es sustentado y puesto en movimiento. Cuando ese campo, tan íntimamente ligado a la respiración, está integrado con tu mente, tienes el poder de la espiritualidad. Aliento. No pienses insensiblemente sobre ello como un mero gas.
Plantilla
¿Debes ver a la naturaleza como a una máquina?
¿Aprendes solo química, física y ontología?
¿Qué si la poesía fuese tu plantilla para la vida?
¿No puedes conocer el Tao por la sensación del barro en tus sandalias?
Por eso los sabios son llamados tontos:
Han dejado sus prejuicios.
El mundo se presenta como lo percibes. No es que tus percepciones sean totalmente formadas por un -así llamado- mundo objetivo. El hábito de la interpretación es interactivo; hacemos cosas para probar nuestras hipótesis hasta que hemos creado una complicada red de datos de entrada y de manipulación centrífuga. Para cuando hemos “madurado”, hemos creado innumerables capas de interpretación y predispuesto las percepciones que se vuelven nuestras plantillas para vivir. Por supuesto, podemos divertirnos con esta situación. Podríamos cambiar las plantillas que usamos para interactuar con el mundo.
¿Debes ver a la naturaleza como a una máquina?
¿Aprendes solo química, física y ontología?
¿Qué si la poesía fuese tu plantilla para la vida?
¿No puedes conocer el Tao por la sensación del barro en tus sandalias?
Por eso los sabios son llamados tontos:
Han dejado sus prejuicios.
El mundo se presenta como lo percibes. No es que tus percepciones sean totalmente formadas por un -así llamado- mundo objetivo. El hábito de la interpretación es interactivo; hacemos cosas para probar nuestras hipótesis hasta que hemos creado una complicada red de datos de entrada y de manipulación centrífuga. Para cuando hemos “madurado”, hemos creado innumerables capas de interpretación y predispuesto las percepciones que se vuelven nuestras plantillas para vivir. Por supuesto, podemos divertirnos con esta situación. Podríamos cambiar las plantillas que usamos para interactuar con el mundo.
Promesas
Visiones mejores que drogas no han llegado.
Inteligencia que exceda el genio no ha llegado.
Fuerza titánica no ha llegado.
Belleza para atraer amantes no ha llegado.
Las visitas de los dioses no han llegado.
La liberación del cansancio no ha llegado.
El fin de las molestias desconcertantes no ha llegado.
Gran riqueza no ha llegado.
La fama no ha llegado.
La comprensión ilimitada de los demás no ha llegado.
Poderes sobrenaturales no han llegado.
La habilidad de sanar espontáneamente no ha llegado.
El regalo de la profecía no ha llegado.
Ninguna de estas cosas han llegado,
Pero yo no abandonaría este sendero espiritual.
Te son prometidas toda suerte de cosas como buscador de la espiritualidad. Pero cuando esas cosas no llegan, ¿significa que deberías abandonar tu camino? La espiritualidad no es una transacción con el universo. Es una iniciativa que emprendemos porque es nuestro supremo modo se ser. Si no obtenemos nada a cambio, no debería molestarnos. ¿A quién le importan los poderes? Sólo te llevan a la tentación. A quienes siguen el Tao sólo debería importarles la comprensión interior.
Visiones mejores que drogas no han llegado.
Inteligencia que exceda el genio no ha llegado.
Fuerza titánica no ha llegado.
Belleza para atraer amantes no ha llegado.
Las visitas de los dioses no han llegado.
La liberación del cansancio no ha llegado.
El fin de las molestias desconcertantes no ha llegado.
Gran riqueza no ha llegado.
La fama no ha llegado.
La comprensión ilimitada de los demás no ha llegado.
Poderes sobrenaturales no han llegado.
La habilidad de sanar espontáneamente no ha llegado.
El regalo de la profecía no ha llegado.
Ninguna de estas cosas han llegado,
Pero yo no abandonaría este sendero espiritual.
Te son prometidas toda suerte de cosas como buscador de la espiritualidad. Pero cuando esas cosas no llegan, ¿significa que deberías abandonar tu camino? La espiritualidad no es una transacción con el universo. Es una iniciativa que emprendemos porque es nuestro supremo modo se ser. Si no obtenemos nada a cambio, no debería molestarnos. ¿A quién le importan los poderes? Sólo te llevan a la tentación. A quienes siguen el Tao sólo debería importarles la comprensión interior.
Invierno
Un indigente muere en la cuneta.
Un árbol se resquebraja con el frío:
Un sonido espeluznante.
En el solsticio de invierno, el día es el más corto de todos y la noche es la más larga. También puede ser el momento de un frío cortante. El viento sopla con glacial ferocidad, cortándolo todo ante sí. La nieve y el hielo se vuelven letales. Quienes no tienen un hogar mueren expuestos. Incluso el más impresionante de los árboles puede rajarse por una caída de la temperatura.
Un indigente muere en la cuneta.
Un árbol se resquebraja con el frío:
Un sonido espeluznante.
En el solsticio de invierno, el día es el más corto de todos y la noche es la más larga. También puede ser el momento de un frío cortante. El viento sopla con glacial ferocidad, cortándolo todo ante sí. La nieve y el hielo se vuelven letales. Quienes no tienen un hogar mueren expuestos. Incluso el más impresionante de los árboles puede rajarse por una caída de la temperatura.
El monje se afeitó la cabeza como un símbolo de renunciación.
Pero ahora no va a ninguna parte sin su pequeña gorra.
Es divertido ver a alguien que dice ser un renunciante gritar puerilmente por sus pocas magras posesiones. ¿Por qué renunciar al mundo cuando en realidad no puedes? Antes de cortarte el cabello, pregúntate si puedes permitirte dejar tus apegos. Antes de dejar tu libertad, pregúntate si puedes someterte al orden monástico. Antes de decir que eres espiritual, pregúntate si puedes dejar los deseos mundanos.