Si un ser humano se comunica con sinceridad, su interlocutor lo apreciará. Si lo engaña, reaccionará en consecuencia, sea creyente o no creyente, rico o pobre, instruido o sin educación.
En consecuencia, la compasión y la honestidad existen porque no queremos engañar a las personas, y porque tenemos todo el derecho a ser felices.
El Pequeño Libro de Sabiduría del Dalai Lama]
Intentemos ser buenos y tener un corazón caluroso, sin preocuparnos por saber si somos políticos, religiosos, hombres de negocios o cualquiera otra cosa.
El comportamiento individual de cada uno puede contribuir a hacer que una familia o una comunidad sea más feliz.
Una vez que iniciemos un espíritu de renuncia hacia los apegos y los placeres de esta vida, pensaremos de manera natural en los placeres futuros, y engendraremos el apego hacia la próxima vida.
Para desarrollar la confianza en uno mismo, es útil meditar sobre la preciosidad del renacimiento humano.
Con la ayuda del cuerpo humano y de la inteligencia humana podemos conseguirlo todo, si hacemos un esfuerzo.
Numerosas personas, sobre todo en Occidente, tienen poco amor propio. Esto es muy peligroso y verdaderamente insensato.
Tenemos un cuerpo,un cerebro y una sabiduría. Si nos entrenamos por medio de la meditación y del altruísmo, podemos desarrollar nuestro espíritu.
Con tiempo y esfuerzos, se puede cambiar. Si somos conscientes siempre de la positividad y la negatividad, las cosas evolucionan.
La confianza en uno mismo, sea en las prácticas religiosas o en la vida social. es un elemento muy importante.
Resulta esencial la toma de conciencia de la impermanencia, porque nos daremos cuenta de que ésta se produce simplemente a través de sus propias causas.
Como consecuencia, la desintegración o la naturaleza impermanente de los fenómenos no depende de la necesidad de conexión con nuevas causas y condiciones.
Por su naturaleza intrínseca, producida por sus propias causas y condiciones, están sometidos de forma natural a la desintegración y el cambio.