El entrenamiento de Qi Gong involucra cinco elementos de gran importancia: la regulación del cuerpo, la regulación de la respiración, la regulación de la mente, la regulación del Qi (Energía) y la regulación del Shen (Espíritu)
1.- La regulación del cuerpo: “la relajación” y el “enraizamiento” son dos aspectos importantes en este primer punto, implica ajustar el cuerpo hasta alcanzar aquel estado en el que se sienta más relajado y confortable, esta relajación nace desde el Yi (intención nacida en la mente). La relajación va generando lo que llamamos “enraizamiento”.
2.- La regulación de la respiración: debemos controlar la respiración hasta que se apacigüe. La respiración debe ser: calmada, escasa, profunda, larga, continua, uniforme, lenta y suave. El cultivo de estas 8 características en nuestra respiración nos permitiría regular nuestra energía y unificarla con nuestro cuerpo y mente.
3.- La regulación de la mente: la mente debe llegar a un estado de completa quietud y paz. Regular la mente significa usar la consciencia con el propósito de detener la actividad presente en ella y liberarla de sus ataduras. A partir de este estado uno puede relajar la médula y los órganos internos. La mente gozará de la claridad necesaria para vislumbrar la circulación de la energía. También una mente en calma se reflejará en el equilibrio emocional.
4.- La regulación del Qi (energía): antes de regular el Qi es necesario regular el cuerpo, la respiración y la mente. El primer paso consiste en que lograr que la circulación de Qi sea fluida y abundante, ¿cómo se podría regular la energía en nuestro organismo si ella es escasa? El principiante debe centrar su práctica en generar una producción abundante de Qi, luego aprenderá a regularlo.
5.- La regulación del Shen (espíritu): este es el punto más trascendental en la práctica de Qi Gong. El éxito para regular el Shen depende primordialmente de tres raíces de orden espiritual: la voluntad, la paciencia y la resistencia. El practicante debe tener objetivos claros para su práctica. El Shen se origina en un Yi (intención) firme y estable.