Deterioro
La niebla enfría el cielo hacia lo gris,
Las noches llegan más temprano.
Todos conocen el deterioro,
Pero pocos disciernen su frontera.
Aunque es verano y hay varios meses cálidos por delante, es posible sentir que los cielos ya han comenzado a descender. Casi imperceptiblemente, la fruta está madurando en los árboles y las noches se están alargando una vez más. Es demasiado pronto para hablar de otoño, y sin embargo la próxima estación está en camino.
¿Por qué nunca nos preparamos para el deterioro? Todos nos damos cuenta de que es un fenómeno válido -sabemos sobre la caída de los imperios, del envejecimiento de los héroes, de la disminución de nuestra propia habilidad -pero no siempre estamos conscientes de que acerca. Con frecuencia nos damos cuenta demasiado tarde de que estamos en un período de declinación, y no estamos preparados. Se necesita de una persona sabia para percibir el momento en que las cosas comienzan a cambiar.
El verano no se desvanece en un día. Nuestras acciones deben estar en concordancia con los tiempos. Tal como la declinación del verano es gradual, nuestras acciones también deberían ser acordes al ritmo del cambio. Aunque la declinación pueda estar aproximándose, debemos calcular qué tan rápido o tan lento están sucediendo los eventos. Si somos demasiado precipitados -como quien nota la primera brisa fresca e inmediatamente se pone la ropa de invierno- estaremos reaccionando en forma exagerada. Es importante pensar en el deterioro como algo natural e inevitable. Por lo tanto no deberían haber valores emocionales comprometidos. Simplemente sucede, y eso es todo.
La niebla enfría el cielo hacia lo gris,
Las noches llegan más temprano.
Todos conocen el deterioro,
Pero pocos disciernen su frontera.
Aunque es verano y hay varios meses cálidos por delante, es posible sentir que los cielos ya han comenzado a descender. Casi imperceptiblemente, la fruta está madurando en los árboles y las noches se están alargando una vez más. Es demasiado pronto para hablar de otoño, y sin embargo la próxima estación está en camino.
¿Por qué nunca nos preparamos para el deterioro? Todos nos damos cuenta de que es un fenómeno válido -sabemos sobre la caída de los imperios, del envejecimiento de los héroes, de la disminución de nuestra propia habilidad -pero no siempre estamos conscientes de que acerca. Con frecuencia nos damos cuenta demasiado tarde de que estamos en un período de declinación, y no estamos preparados. Se necesita de una persona sabia para percibir el momento en que las cosas comienzan a cambiar.
El verano no se desvanece en un día. Nuestras acciones deben estar en concordancia con los tiempos. Tal como la declinación del verano es gradual, nuestras acciones también deberían ser acordes al ritmo del cambio. Aunque la declinación pueda estar aproximándose, debemos calcular qué tan rápido o tan lento están sucediendo los eventos. Si somos demasiado precipitados -como quien nota la primera brisa fresca e inmediatamente se pone la ropa de invierno- estaremos reaccionando en forma exagerada. Es importante pensar en el deterioro como algo natural e inevitable. Por lo tanto no deberían haber valores emocionales comprometidos. Simplemente sucede, y eso es todo.