MEDICOS, ENFERMERAS, SANADORES, CHAMANES, HOLISTICOS. TODOS ESTAN EN PELIGRO A ENFERMARSE, DEBEN LIMPIARSE LAS ENERGIAS TOXICAS QUE ABSORBEN DE LOS ENFERMOS.
MAGNETISMO Y SANACION..
LA SALUD E HIGIENE FISICA Y ENERGETICA DEL TERAPEUTA
Como terapeutas tenemos la responsabilidad de mantener un cuerpo limpio y saludable con un flujo de sangre y energía Chi pura y fuerte.
Si vamos a sanar energéticamente a otra persona tendremos que estar en equilibrados y sanados nosotros primero. Como sanadores tenemos la responsabilidad de mantener un cuerpo saludable y con una energía pura fuerte.
Cuando nos hallamos desbloqueado nosotros de la energía psíquica estaremos mejor preparados para ayudar a otros a desprenderse y desbloquear sus patrones todo los canales combinados forman la red energética del cuerpo. Por tanto realizaremos todo tipo de ejercicios y técnicas para limpiar y purificar cualquier meridiano de energía que haya nuestro cuerpo.
El chakra de nuestra coronilla, el del corazón y el del ombligo son tres centros de energía importantes que procuraremos que estén libres de bloqueos o interferencias.
Nosotros vamos a ser el patrón de energías saludables y cuerpo sano con el que el paciente se va a comparar y así descubrir sus problemas o elementos extraños que tal vez esté obstruyendo su circulación de energía.
Es muy posible que cualquier emoción negativa que experimente una persona o el terapeuta se trasmita a otra persona o al paciente.
Centro umbilical, este centro lo podemos observar como una puerta entre el cuerpo físico y el cuerpo energético. Todos los canales o meridianos de energía que forman y sustentan nuestro ser pasan por la zona umbilical La energía universal y terrenal desciende y asciende por la región umbilical por medio de una serie de canales energéticos que forman la órbita micro cósmica. Procuraremos tener limpios y puros todos los canales y centros energéticos, en especial la zona abdominal. El abdomen es la parte del cuerpo en donde podemos encontrar mayor cantidad de tejido fascial.
Deberemos de limpiar la región abdominal mediante el masaje abdominal y así descubriremos que nuestro estado emocional y nuestra actitud mejoran.
Si el terapeuta se desprende de sus bloqueos estará mejor preparado para ayudar a otras personas.
Un sanador es inteligente y cuidadoso con la energía vital. Un sanador se toma su tiempo por las mañanas para verificar su nivel de energía y así poder elevarlo si fuese necesario.
Un sanador tiene que saber decir que no cuando su estado anímico o energético no es el idóneo para realizar una sanación.
A continuación enumeraremos unos ejercicios que podemos hacer para mejorar la calidad y la cantidad de nuestra energía o fuerza vital.
1- La práctica diaria de la meditación.
2- Establecer una conexión fuerte con las propias fuentes de energía. Nos será fácil conectarnos con las energías de la tierra del cielo del universo para unificarlas y proyectarlas en una sola energía salutífera hacia el paciente.
3- Evitar el agotamiento de la energía. Muchos de los sanadores cogen energía malsana de sus pacientes y se agotan. Procuraremos antes de realizar una sanación hacer una conexión con el cielo y con la tierra. Visualizar y colocar un haz de luz desde el cielo o por encima de nuestras cabezas y que desciende por el centro del cuerpo, hasta el sacro y desde aquí hasta bien anclado en la tierra, unos metros por debajo de nuestros pies. Esta conexión con la tierra nos ayudara a derivar cualquier energía malsana hacia la tierra. Podemos imaginar el fuego líquido que existe en el centro de la tierra.
4-Transformación de la energía. La energía ni se crea ni se destruye sólo se transforma. Nuestro trabajo ahora mismo consiste en transformar la energía negativa en energía positiva la energía bloqueada en energía libre. Aprenderemos a usar la sonrisa interior, la apertura del corazón y la proyección de energía. Enviaremos energía desde nuestras manos hacia las suturas o membranas craneales.
5- Reconoceremos que sanar es un don de la naturaleza. Cualquier persona con salud y voluntad puede sanar a otra persona. La capacidad para la curación energética significa tener una poderosa fuerza vital. Lo que podemos dar a los demás es esa fuerza vital, esa energía de vibración más elevada para restituir la del paciente. Para enviar energía saludable a otra persona debemos de tener esa reserva de energía extra, tener el corazón abierto y disponer en ese momento de buena voluntad. Cada uno tiene su propia energía limitada por tanto es importante conectarse con las energías del universo de la tierra y del cielo. Nuestro éxito dependerá de la capacidad para abrir nuestros canales de energía y transformar la energía negativa o bloqueada en energía salutífera y mejorar nuestra salud.
6-Dar y tomar energía saludable y amorosa. Cuando intentemos ayudar a otra persona procuraremos que la energía o fuerza vital que surge de nuestras manos sea energía beneficiosa y por tanto salutífera.
Es muy probable que cualquier mala energía que tengamos en un momento dado la trasmitamos a otra persona, lo mismo puede suceder en sentido contrario cuando transmitimos energía saludable a una persona la energía insana de dicha persona puede pasar a nosotros. Esto puede ocasionar que los problemas que tuviera dicha persona se conviertan en problemas nuestros. Así es como enferman muchos sanadores debido a que sus sistemas de energéticos no tienen la suficiente fuerza para contrarrestar los efectos de la energía enferma del paciente o simplemente que tienen una exagerada habilidad para absorber las energías negativas y poca habilidad para desprenderse de ellas.
7- Convertirnos en un canal de fuerza poderosa y saludable. Cuantos más canales de energía abramos mejor estaremos. Para recibir y dar energía es importante abrir por lo menos los dos canales principales de la órbita Microcósmica. Tenemos que saber el sentido en el que circula la energía y así poder dirigirlas y absorberlas. Abriendo los canales de energía y sabiendo dirigir la energía podremos eliminar y quemar energía malsana más eficazmente sin sucumbir a las enfermedades que aliviamos a los pacientes.
8- Proteger nuestro cuerpo de la energía malsana o negativa. Al ayudar a otras personas es probable que acumulemos energía malsana en la superficie de las manos en los brazos y hasta en los hombros y en el cuerpo. Tenemos que evitar que esta energía entre más allá de los hombros hacia el cuerpo. Podemos usar alguna de las técnicas de limpiezas energética como poniendo nuestras manos en una superficie conductoras de energía hacia la tierra, una especie de toma de tierra a través de un cañón de agua un ladrillo una base de cemento. Podemos enviar esta energía malsana a una piedra de sal que tengamos en la habitación para a sí neutralizarlas. Por supuesto también deberemos de lavarnos las manos con agua fría recitando mantras y con el sentimiento de estar efectuando una limpieza psíquica.
9- Tenemos que recuperar la fuerza después de cada sesión terapéutica. Es importante que después de cada sesión terapéutica nos sentemos y meditemos. Tenemos que permitirnos un momento de descarga. Nos adaptaremos a un tipo de meditación que nos ayude a recuperar nuestra fuerza y a efectuar una buena limpieza de energía psíquica.
10- Utilizaremos los elementos de la naturaleza para la sanación. Los ríos, las montañas, las piedras, las plantas, los árboles son elementos que nos ayudan a recuperar la fuerza y la energía terrestre. Los pinos se convierten en unos buenos árboles para llevar y limpiar nuestra energía hacia la tierra. Las plantas de interior en menor medida nos pueden ayudar también a liberar limitadas cantidades de energía negativa. También podemos usar la influencia de algún maestro ascendido que tengamos afinidad como Jesucristo, los ángeles o alguna virgen a la que tengamos devoción.
Antes de realizar una sanación y después de esta podemos crear un campo energético dentro y alrededor de nosotros que proteja nuestro cuerpo y nuestra energía. Este campo energético quemará y trasformará la energía malsana antes de que entre profundamente en nuestros órganos, músculos o huesos.
Cuando ayudamos a otra persona a recuperar su salud con toda nuestra alma con todo nuestro corazón es muy probable que su energía y la mía se conviertan en una sola. Ambos seres nos convertimos en uno solo, por ello estaremos predispuestos a liberar y soltar todo tipo de energías. Nuestra actitud será eficazmente amorosa y agradecida.
11- Procuraremos estar conectados con el amor universal antes de realizar cualquier sesión.
PROBLEMAS DE SALUD DEL SANADOR
Algunos sanadores pueden sentir dolor en las articulaciones de los dedos de sus manos, en estas y en los brazos. Esto se debe a la absorción de energía enferma o de materia etérica enferma de los pacientes.
Podrían evitar esto lavándose las manos y los brazos inmediatamente después de un barrido general y localizado, y también después de una energización.
A la larga, cuando las manos y los brazos no se lavan inmediatamente, el resultado puede ser una regular absorción parcial de energía enferma y, como consecuencia, artritis de los dedos de las manos. El sanador puede usar sal y agua para lavarse las manos y los brazos.
Algunos sanadores pueden sentir los síntomas o las dolencias de sus pacientes.
Esto se debe a la total absorción de la energía enferma en el organismo del sanador. Dos factores podrían causar esto: primero, por no lavarse las manos y los brazos después de la sanación; y segundo, por no usar el recipiente de desechos cuando trata a los pacientes. Las piernas pueden absorber, de la zona circundante, alguna energía enferma. Lo aconsejable después de tratar a muchos pacientes en una sesión es darse una ducha para limpiar todo el cuerpo. El sanador debe lavarse todo el cuerpo con sal yagua salada. Este proceso tiene efecto de limpieza sobre todo el cuerpo, y el sanador sentirá más liviano su cuerno.
Algunos sanadores pueden contraer enfermedades infecciosas. Podrían evitar esto absteniéndose de sanar cuando se sientan mal, muy enojados o exasperados, y después de un arrebato emocional. Estos tipos de emociones negativas producen agotamiento pránico temporal, caída de los rayos de la salud y, asimismo, orificios en el aura externa. También es aconsejable que se lave las manos y los brazos con un jabón germicida inmediatamente después de tratar a un paciente con enfermedad infecciosa, para protegerse no sólo él mismo, sino también proteger al siguiente paciente.
El sanador puede sentirse demasiado cansado o agotado después de tratar a un paciente o a varios pacientes. Varios factores podrían ser la causa de esto:
Ø El sanador energiza intensamente y con muchísima rapidez. La cantidad de prana proyectado es mucho mayor que la de prana absorbido, o el ritmo con que se proyecta el prana es mucho más rápido que el ritmo con que se lo absorbe. El sanador puede evitar esto siendo paciente, sin apresurarse. Sane lenta y gradualmente a sus pacientes. Alguno sanadores tienen muy altos niveles de energía. Su aura interna tiene unos diez metros de espesor y es muy densa. Ellos absorben o introducen formidable cantidad de prana con un ritmo muy rápido.
Algunos sanadores nacen con un altísimo nivel de energía, mientras que otros alcanzan ese nivel mediante disciplinada instrucción esotérica. A la larga, una buena salud y un muy alto nivel de energía son el resultado de atenerse a cierto estilo de vida, como por ejemplo, ser vegetariano la mayor parte del tiempo, llevar una vida sexual moderada, regular bien las emociones en la vida y practicar regularmente mucho ejercicio físico (en especial, tai chi y ejercicios yóguicos). Mediante investigación clarividente, se ha observado que los vegetarianos suelen tener cuerpos energéticos más depurados y auras más brillantes y más densas. Sin embargo, aunque esto es ventajoso, no es necesario ser totalmente vegetariano. Los sanadores pránicos deben evitar estrictamente la carne de cerdo, pues la energía de este animal es muy sucia.
El sanador continúa “energizando” subconscientemente a sus pacientes.
Esto puede evitarse visualizando cómo el cordón existente entre él y su paciente se corta después del tratamiento.
El sanador está rodeado de cerca por sus pacientes, y estos tienden a absorberle prana subconscientemente y, de ese modo, agotándolo. Esto puede remediarse manteniéndose a cierta distancia de los pacientes que esperan.
Es aconsejable que el sanador salga regularmente de vacaciones para recargar su cuerpo.
EVITE USAR DEMASIADA VOLUNTAD CUANDO SANE
Se ha observado que, cuando un sanador practica la sanación pránica durante largo tiempo, como consecuencia de ello desarrolla una “fuerza de voluntad” más fuerte. Por lo tanto, será propenso a usar demasiada “voluntad” al sanar, lo cual tenderá a abrumar a las células, haciendo de ese modo que el ritmo de la sanación sea más lento.
Por otra parte, cuando un sanador regula la “voluntad” al sanar y, en lugar de ello, impregna con amor a la energía que él proyecta, se ha observado que el ritmo de la sanación es más rápido y que la energía pránica proyectada es asimilada fácilmente por el cuerpo.
EL RITMO VIBRATORIO DEL CUERPO ENERGETICO
El ritmo vibratorio del cuerpo energético varía de una persona a otra. Si el cuerpo energético del sanador tiene un ritmo vibratorio más alto que el del paciente, este se sentirá liviano y tal vez experimente una agradable sensación muy difícil de describir. Si el cuerpo energético del sanador tiene un ritmo vibratorio mucho más bajo que el del paciente, este puede sentir pesadez, molestia y, a veces, dolor. El cuerpo energético del sanador suele estar más refinado que el del paciente.
Quienes son muy fumadores tienen cuerpos energéticos más burdos. El cuerpo energético de un fumador empedernido está lleno de manchas sucias, de color marrón. Este material de tonalidad marrón obstruye parcialmente los nadis o meridianos y, en consecuencia, afecta negativamente a la salud del fumador.
Las manchas de color marrón están situadas no sólo en los pulmones, sino también en otras partes del cuerpo energético; esas manchas causan enfermedades pulmonares y otras dolencias. Cuando un sanador cuyo cuerpo energético está más refinado se contamina con un fumador empedernido que accidentalmente lo ha tocado, el sanador se sentirá pegajoso, pesado y dolorido en la zona que le están tocando. Es importantísimo que el sanador no sea fumador o haya renunciado a fumar porque, en vez de mejorar, el paciente podría empeorar, especialmente si la parte que le están tratando es muy delicada.
A veces, el paciente puede sentir un leve dolor y pesadez en la parte que le están energizando, si el sanador está cansado y tuvo un día de mucha tensión emocional. El sanador debería descansar y reanudar la sanación al día siguiente o cuando se sienta mejor.
En contadas ocasiones, el paciente puede tener un cuerpo energético muy refinado o el ritmo vibratorio de su cuerpo energético puede ser mucho más alto que el del sanador. Ese paciente, si es tratado por un sanador cuyo cuerpo energético es más burdo, sólo experimentaría más molestia, y debería ser tratado por un sanador cuyo cuerpo energético sea tan refinado o más que el del paciente.
A medida que un sanador sigue practicando la sanación, su cuerpo energético se va limpiando y refinando gradualmente, su aura interna se torna más brillante v más densa, y llega a ser un sanador más potente.
SECUENCIA DE SANACIÓN.
Relajarse interiormente y energizar las manos
Explorar el aura
Cuerpo etérico
Chakras
Órganos
Columna vertebral
Barrido generalizado
Barrido local en las partes congestionadas o dañadas con prana azul
Limpiarse las manos hasta los codos con agua fría Conectar la lengua al paladar
Separar axilas
Concentrarse en la mano receptora (más) y en la dadora (menos)
Absorber prana con la mano receptora y enviarlo con la mano dadora
Comprobar
Falta energía: seguir energizando
Sobra energía: hacer barrido distributivo
Sellar la parte tratada con color azul Cortar vinculo
Limpiarse las manos hasta los codos con agua fría.
Medita-acción de conexión Uterina