"Si os sucede que durante la noche un ruido os despierta (el
teléfono que suena, un objeto que cae, una ventana mal cerrada
que da golpes, alguien que llama a vuestra puerta), no os
precipitáis en la oscuridad para enfrentaros a esta situación.
Instintivamente, lo primero que hacéis es abrir la luz para ver.
Pues bien, este comportamiento prudente, debéis también tenerlo
en cualquier circunstancia de la vida.
Sí, en cualquier circunstancia debéis empezar por encender la
luz. Y encender la luz significa no precipitarse para actuar,
sino entrar en uno mismo y pedir ayuda al Cielo con el fin de
encontrar las mejores soluciones. Si no tenéis esta luz, iréis
a derecha, a izquierda, llamaréis a toda clase de puertas,
intentaréis diferentes medios, pero en vano. No olvidéis nunca
que lo esencial, es saber encender la luz en vosotros; gracias a
ella evitaréis muchos daños y pérdidas de tiempo. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov