B.- Existe una dimensión geométrica.
Los símbolos son fragmentos de esa dimensión. El ser humano vive en una dimensión básicamente emocional y mental. El símil más descriptivo para explicar el concepto de dimensiones serían los planos de un edificio donde obviamente no podemos vivir pero gracias a ellos se construyen pisos que podemos habitar físicamente. En definitiva, los símbolos son croquis energéticos cargados de intencionalidad.
Otro ejemplo de cómo nos afecta la geometría en nuestra vida cotidiana lo observamos en la construcción de las casas: las culturas nómadas edifican de forma circular y las culturas sedentarias, de forma cuadrada; respectivamente, unos entienden el tiempo de forma circular y otros de forma lineal .
Según Marta Povo en su Libro gemometría Sagrada " Los seres humanos estamos eternamente rodeados de formas y de símbolos: los numeros, el abecedario, la publicidad, el arte que reposa en nuestras paredes, los ángulos arquitectónicos de nuestro habitat, las curvas que desprenden las flores, los árboles, las órbitas de nuestros átomos... Todo, absolutamente todo, es 'forma', tiene una forma determinada, una figura, una proporción.
Y en todas las formas existentes, en cualquier cosa creada, reposa la luz visible, por tanto, todo lo existente desprende también una vibración cromática. El ser humano vive dentro de la luz. Los colores que se derivan de ella nos afectan y nos nutren. Todo a nuestro alrededor son ondas, fuerzas, radiaciones. Todos y cada uno de nosotros somos entes sujetos a la polaridad de la luz y a sus frecuencias. De la misma manera, también estamos influidos siempre por las formas y por los campos de fuerza que desprende cada arista, cada ángulo, cada curva y cada estructura.
La simetría pentagonal se relacionada con la vida orgánica y la forma exagonal está asociada a la vida inorgánica:"Lo más fascinante de la relación entre la causación de las formas naturales y la geometría es que, entre todas las agrupaciones posibles de combinación de redes, los cristales (y los sistemas físico-químicos aislados) toman únicamente las formas cuadradas, triangulares y exagonales, pero nunca toman la forma del pentágono ni de sus derivados (dodecaedro, icosaedro...). La simetría pentagonal está claramente relacionada con la vida orgánica, de la misma manera que la forma exagonal está asociada a la vida inorgánica. Un maravilloso ejemplo lo tenemos en la propia agua, el mineral más móvil de todos los existentes. Cuando el agua se convierte en hielo, los cristales microscópicos que se generan muestran una variedad de formas y diseños, siempre exagonales, de una extraordinaria belleza.
Como dijo el científico F.M. Jaeger: "Tanto en el caso de los animales como en el de las plantas, parece existir una cierta preferencia por la simetría pentagonal, una simetría claramente relacionada con la sección áurea y desconocida en el mundo de la materia inerte..."
La manifestación pentagonal se encuentra también en otros seres vivos, en el hombre y en todo el reino animal; por ejemplo el tener cinco dedos con cinco huesos en cada mano y en cada pie es propio de muchísimas especies; incluso las ballenas cuentan con cinco huesos en la estructura de sus aletas, como muestra el estudio de Matila Chyka.