La mente tiene una tendencia innata a fundirse con todo lo que toca; ansía esta fusión, y por lo tanto está siempre agitada e inquieta. Pero mediante la práctica y el entrenamiento constantes, puede ser orientada hacia el Pranava (Om, el Sonido Primordial) y se le puede enseñar a ser una con él. La mente es naturalmente atraída por el sonido, y por eso se le compara con una serpiente. La serpiente tiene dos crudas cualidades - una, su tortuosa marcha, y la otra, la tendencia a morder todo lo que se le pone por delante. Los seres humanos también buscan apoderarse y poseer todo aquello sobre lo que posan sus ojos; la gente también se moviliza en forma tortuosa. Pero hay un rasgo encomiable en la serpiente: por más venenosa y mortífera que pueda ser su naturaleza, cuando suenan los acordes de la música del encantador, ella extiende su caperuza y se funde con la dulzura de esa melodía, olvidando todo lo demás. De la misma manera, las personas pueden, mediante la práctica, fundirse en el éxtasis del Pranava.
La Divinidad es una, y es la verdadera base del Universo. Como el hilo en una guirnalda, y los cimientos en un edificio de muchos pisos, la Divinidad penetra y une a todo y a todos; constituye los cimientos de la estructura del Universo. Sólo las flores y los edificios son visibles a tus ojos, no el hilo ni los cimientos. A menos que inviertas tiempo y esfuerzo en razonarlo, ellos evaden tu atención. ¡Eso no significa que sean inexistentes! Nunca te dejes engañar por el aadheya (el contenido, la cosa sostenida) negando al Aadhaar (la base, el contenedor). Para lo Visto, hay una Base No Vista. Para captar lo No Visto, el mejor medio es la indagación; y la prueba adecuada es la experiencia. Para aquellos que han experimentado, no hace falta ninguna descripción.
Seguir el Dharma (conducta virtuosa) purifica la mente y te conduce a Dios. Crea un gusto por el Nombre y la Forma de Dios. Por ejemplo, si amas el Nombre y la Forma del Señor Krishna, naturalmente respetarás y obedecerás el mandamiento de Krishna, que se halla en el Bhagavad Gita. Ten sobre la lengua el Nombre Divino de tu elección, y la Forma en tu ojo interior; entonces el demonio llamado ‘Deseo interminable’ volará de tu mente, dejando alegría y contento dentro de ti. Haz tus tareas diarias con Dios en tu corazón, como el testigo. Comienza ahora mismo con el primer paso, que es Naamasmarana (recordar el Nombre del Señor, el Morador Interno Universal). Esto te conducirá naturalmente hacia pasos progresivos, hasta que alcances la meta.
Imagina que caminas en el crepúsculo, cuando las cosas se ven oscuras, y en el camino yace una cuerda. Ahora cada uno que la ve, tiene su propia idea acerca de qué es, si bien es realmente sólo un trozo de cuerda. Uno la pasa por encima, tomándola por una guirnalda. Otro piensa que es una marca dejada por el agua al correr, y camina sobre ella. Un tercero imagina que es una rama de enredadera que cayó a la calle desde un árbol. Algunos otros temen que sea una serpiente. De la misma manera, la Divinidad una, sin cambio ni transformación que Le afecten, se manifiesta en el Universo con muchos nombres y formas, debido al crepúsculo de maya (la Ilusión). Así como la escasa luz confunde a la gente y provoca diversos sentimientos y reacciones, maya provoca ilusiones en la gente. La cuerda es siempre la cuerda, aunque sea la base de toda la variedad.