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Durante el transcurso de nuestra vida cada momento es una valiosa oportunidad para estudiar, aprender y practicar enseñanzas espirituales que nos conecten e integren con nuestro potencial más puro. Sin embargo, la mayoría de las personas no tomamos conciencia de ello y así, cuando llega la hora de morir, el sufrimiento es aún mayor y desconocemos alguna enseñanza que sea de utilidad para ese momento.
El camino espiritual budista nos recuerda continuamente que no hay nada más valioso que la Preciosa Existencia Humana dotada de dones y libertades que nos permite superar con facilidad cualquier circunstancia desfavorable para emprender el adiestramiento espiritual necesario que nos lleva a encontrar la Paz interior verdadera y permanente.
Nuestra vida adquiere un gran significado si tenemos presente todos los días el hecho de que la muerte es definitiva, y de que para ese momento y después de éste, nada puede ayudarnos, excepto la manera en que hemos vivido, en que hemos adiestrado nuestra mente cultivando estados mentales positivos o virtuosos como la generosidad, la paciencia y la disciplina moral, entre otros.
Si nos convencemos de lo anterior, empezaremos a familiarizarnos desde ahora con mentes virtuosas como la de la Gran Compasión, que reconoce que todos los seres padecen de mucho sufrimiento y desea que se liberen del mismo, mentes como ésta nos ayudarán a crear condiciones que nos conduzcan a un mejor renacimiento durante la vida y al momento de la muerte.
En el budismo, Avalokiteshvara es la personificación de la compasión de todos los Budas. Con sus ojos que siempre miran con amor a todos los seres y ven lo que necesitan, y sus brazos que se extienden para ayudarles, es capaz de proteger a todos sin excepción. Cuando recibimos sus bendiciones podemos purificar todo nuestro potencial negativo.
Una Iniciación budista es un ritual especial en que se recibe de un Maestro o Maestra cualificado/a un poder especial (poder en el budismo quiere decir habilidad, capacidad para ayudar) y el permiso para practicar cierto tipo de enseñanzas. Es decir, que recibimos bendiciones para que el potencial de pureza que llevamos en nuestro “continuo mental” despierte, que pueda empezar a madurar.
Al recibir la Iniciación de Avalokiteshvara establecemos una conexión especial con este ser sagrado y se reciben poderosas bendiciones que ayudan a la transferencia de la mente al momento de la muerte.
La transferencia de conciencia a la hora de la muerte o POWA, consiste en que, a través de la meditación, la mente abandona su cuerpo para alcanzar un estado más elevado. Es decir que, cuando realizamos la práctica de Powa nos estamos adiestrando en el método para separar nuestra mente de nuestro cuerpo a través de la meditación.
Con el Powa, logramos enviar nuestra mente a una Tierra Pura donde podemos seguir desarrollándonos sin sufrimiento y elegir conscientemente una nueva reencarnación para beneficiar a todos los seres.
Somos extremadamente afortunados de tener la oportunidad de recibir y practicar esta profunda instrucción con la Maestra Guen Kelsang Kunsang, Directora de la Nueva Tradición Kadampa para México y Nicaragua.
Meditacion de Powa modificada
Sin distracciones medito en mi creencia de que todos los difuntos, incluído N, han renacido en la Tierra Pura de Sukhavati, la Tierra Pura del Gozo, y han alcanzado la liberación permanente de los renacimientos contaminados, samsara. Lo cual quiere decir que todos los difuntos, incluído N, han alcanzado la liberación permanente de toda clase de sufrimiento, y experimentan felicidad pura perpetuamente.