Pequeñez
Puede que seas capaz de grandes cosas,
Pero la vida consiste de pequeñas cosas.
Casi nunca pasan cosas grandes. Uno debe conocer lo pequeño así como lo grande. Puede que todos anhelemos realizar logros perdurables y el ser héroes, pero la vida rara vez nos da las oportunidades para hacerlo. La mayoría de nuestros días consisten de pequeñas cosas –las meditaciones sin incidentes, el ordinario cocinar las comidas, los banales viajes al trabajo, el rascarse silenciosamente en el jardín– y es de estas pequeñas cosas que se componen los eventos más grandes de la vida.
Rara vez tenemos la ocasión de hacer grandes gestos. El momento más importante para el campeón de gimnasia no es sino una hora en una vida entera. Las obras de grandes artistas son vistas por momentos muy cortos. La mejor composición del maestro no es sino una obra en un mar de tonos musicales. Si queremos ser exitosos, es a las pequeñas cosas a las que debemos prestarles atención.
No debemos caer en la trampa de esperar tanto por las grandes cosas que dejemos pasar las pequeñas oportunidades deslizarse frente a nosotros. La gente que hace eso está siempre esperando a que la vida sea perfecta. Se quejan de que el destino está en su contra, de que el mundo no reconoce su grandeza. Si bajaran la vista, verían todas las bellas oportunidades que se arremolinan a sus pies. Si fueran lo suficiente humildes como para agacharse, podrían recoger en sus manos tesoros inconmensurables.
Puede que seas capaz de grandes cosas,
Pero la vida consiste de pequeñas cosas.
Casi nunca pasan cosas grandes. Uno debe conocer lo pequeño así como lo grande. Puede que todos anhelemos realizar logros perdurables y el ser héroes, pero la vida rara vez nos da las oportunidades para hacerlo. La mayoría de nuestros días consisten de pequeñas cosas –las meditaciones sin incidentes, el ordinario cocinar las comidas, los banales viajes al trabajo, el rascarse silenciosamente en el jardín– y es de estas pequeñas cosas que se componen los eventos más grandes de la vida.
Rara vez tenemos la ocasión de hacer grandes gestos. El momento más importante para el campeón de gimnasia no es sino una hora en una vida entera. Las obras de grandes artistas son vistas por momentos muy cortos. La mejor composición del maestro no es sino una obra en un mar de tonos musicales. Si queremos ser exitosos, es a las pequeñas cosas a las que debemos prestarles atención.
No debemos caer en la trampa de esperar tanto por las grandes cosas que dejemos pasar las pequeñas oportunidades deslizarse frente a nosotros. La gente que hace eso está siempre esperando a que la vida sea perfecta. Se quejan de que el destino está en su contra, de que el mundo no reconoce su grandeza. Si bajaran la vista, verían todas las bellas oportunidades que se arremolinan a sus pies. Si fueran lo suficiente humildes como para agacharse, podrían recoger en sus manos tesoros inconmensurables.
Camaleón
Si no quiero ser conocido, no puedo ser conocido.
El mejor actor puede separar el rol del yo.
El mejor mentiroso puede separar verdad de falsedad.
La gente cree que te conoce. Pronto comienzas a jugar el rol que te asignan. ¿Por qué habrías de actuar de una cierta manera para complacer a otros? Deberías hacer las cosas desde tu consciencia interior y desde tus propios sentimientos. Si no están de acuerdo con el rebaño, entonces mucho mejor.
Deberías cambiar cuando te plazca. Tu vida es flexible. Si dejas que otros te modelen, nunca conocerás la independencia.
Los sabios dicen que toda la vida es ilusoria, y en general lo lamentan. La manera del Tao es usar este hecho y no dejar que te oprima. Si quieres eludir a otros, ponte detrás de una de la miríada de ilusiones de este mundo. Si no ofreces nada y no confirmas ni niegas, las opiniones de los demás nunca se te pueden pegar. Entonces serás dejado en paz.
Los verdaderos sabios nunca se quedan con las apariencias. Cuando se trata de introspección, no son engañados por las apariencias que sus propias mentes arrojan. Saben que si quiere llegar a la verdad, deben perforar hasta el núcleo mismo.
Así que si quisieras esconderte de los demás, aprovéchate de las falsas apariencias de la vida. Si has de conocerte a ti mismo, distingue entre las falsas apariencias de la vida. Sobre todo, no te dejes distraer por la naturaleza ilusoria de la vida. Úsala. Todo en esta vida puede ser una ventaja para el sabio.
Si no quiero ser conocido, no puedo ser conocido.
El mejor actor puede separar el rol del yo.
El mejor mentiroso puede separar verdad de falsedad.
La gente cree que te conoce. Pronto comienzas a jugar el rol que te asignan. ¿Por qué habrías de actuar de una cierta manera para complacer a otros? Deberías hacer las cosas desde tu consciencia interior y desde tus propios sentimientos. Si no están de acuerdo con el rebaño, entonces mucho mejor.
Deberías cambiar cuando te plazca. Tu vida es flexible. Si dejas que otros te modelen, nunca conocerás la independencia.
Los sabios dicen que toda la vida es ilusoria, y en general lo lamentan. La manera del Tao es usar este hecho y no dejar que te oprima. Si quieres eludir a otros, ponte detrás de una de la miríada de ilusiones de este mundo. Si no ofreces nada y no confirmas ni niegas, las opiniones de los demás nunca se te pueden pegar. Entonces serás dejado en paz.
Los verdaderos sabios nunca se quedan con las apariencias. Cuando se trata de introspección, no son engañados por las apariencias que sus propias mentes arrojan. Saben que si quiere llegar a la verdad, deben perforar hasta el núcleo mismo.
Así que si quisieras esconderte de los demás, aprovéchate de las falsas apariencias de la vida. Si has de conocerte a ti mismo, distingue entre las falsas apariencias de la vida. Sobre todo, no te dejes distraer por la naturaleza ilusoria de la vida. Úsala. Todo en esta vida puede ser una ventaja para el sabio.