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lunes, febrero 14, 2011

TAO




1.

El Tao que se pretende expresar
no es el Tao eterno,
el nombre dado a las cosas
no es el nombre eterno.

Inexistencia es el estado precedente
al nacimiento del cielo y la tierra.

Realidad es el estado manifiesto
de las cosas en su multiplicidad.

Por eso para comprender el enigma,
es necesario habitar en la inexistencia.

Viviendo en la realidad
se descubre la apariencia.

Aunque son distintos sus nombres,
ambos estados tienen el mismo origen.

Siendo este misterio de la mayor profundidad
es la puerta que conduce al descubrimiento
de todas la maravillas del universo.


2.

Cuando considera el mundo que existe belleza
aparece también la fealdad,
cuando el mundo considera que algo es bueno
se da cuenta de que la maldad existe.

Con la alternancia de ser y no ser
toman vida
la sucesión de lo difícil y la fácil,
el contraste entre alto y bajo,
la armonización entre sonido y tono
y el orden de procedencia y secuencia.

Por eso el sabio, libre de autoengaño,
enseña sin palabras, obra sin acción
y no desea controlar ni poseer;
da sin esperar retibución o reconocimiento
y realizada la obra, se retira
conservando aquello
que no se le puede arrebatar.











3.

Si los talentos no son alabados
se elimina la competencia.

Si los objetos valiosos no se atesoran,
se anula el deseo de robarlos.

Cuando aparece lo codiciable,
el corazón se aleja de la confusión
y no se distrae.

Vaciar el corazón y colmar el vientre,
menguar la ambifción, fortalecer los huesos,
son normas del sabio para un buen gobierno.

Liberando al pueblo
de la astucia y los deseos,
mantiene la paz y el orden.

Ése es el valor de la no acción.


4.

Siendo su esencia el vacio,
su utilidad es ilimitada.

En su inmensidad crea las cosas
y es la fuente de todo lo que existe.

Permaneciendo en su profundidad,
suaviza sus propias asperezas,
establece el orden,
controla su resplandor.

Siendo insondable
y aparentemente insustancial,
todo lo penetra y es inagotable;
probablemente es más antiguo
que los mismos dioses.


5.

El universo es imparcial
y no tiene un ser definido.
Trata a todas las cosas como
perros de paja para ofrendas sacrificiales.
Un sabio es también imparcial
y trata a los humanos como perros de paja.

El universo es como un fuelle
y debido a su oquedad
puede producir y contener todas las cosas,
siempre en movimiento y renovación.

Sabio es el vivir simple,
observar en silencio y fluir sin esfuerzo.


6.

El espiritú de la vida es inmortal.
comparable con
la misteriosa fuerza generadora
atribuida a la ancestral madre eterna,
la raíz del universo
profunda, imperceptible, inagotable...

Unirse a ella es vivir.


7.

El cielo es eterno, la tierra es perpetua.

La razón de su eterna duración es
que ambos existen sin consciencia de su ser.

Siendo humilde y sin deseos de contienda,
el sabio obtiene el amor
y el respeto de los demás.

No buscando ganancias personales,
considerándose el menos importante,
logra la seguridad y protección necesarias
para preservar su existencia
y así poder reealizarse.


8.

Quien alcanza la suprema virtud
es como el agua,
que a todo beneficia
sin contraponerse a nada;
fluyendo permite que las cosas
tomen su curso natural,
y se mantiene en sitios que otros desprecian,
muy cerca de la verdad.
Como el agua profunda y clara
se mentiene solitario y silencioso;
siendo imparcial no espera reciprocidad
por los beneficios que brinda;
como el reflejo verdadero
del estanque tranquilo,
es siempre honesto y sincero;
debido a su adaptabilidad,
al igual que el agua
puede amoldarse a cualquier circunstrancia
y espontáneamente brindar sus beneficios.
¿No es esto acercarse al Tao?


9.

Llenar un rexcipiente hasta el borde
provocará que su contenido se derrame;
afilar un instrumento cortante
más allá de su punto ideal
hará su hoja quebradiza.
Una sala repleta de oro y jade
nadie la puede guardar.
Opulencia, despilfarro y vida licenciosa
conducen a la ruina total.

La ley natural indica
que retirarse a tiempo de la obra acabada
y el renombre conseguido
conduce a la conservación de la existencia.


10.

Cuando cuerpo y espíritu se unifican,
no es posible disociarlos.
Cuando la energía vital alcanza
el mayor grado de suavidad,
la respiración imita la del recien nacido.
Cuando la visión se aclara
termina el engaño,
cuando el gobierno se finca en el amor
el pueblo progresa y llega la armonía,
cuando los órganos de los sentidos
se usan bien,
se guarda la calma y siempre se está alerta,
cuando las facultades mentales
se aplican adecuadamente
se alcanza la comprensión.
Cuando la naturasleza misteriosa engendra,
nutre y hace crecer,
no pide nada a cambio;
ésa es la gran virtud del Tao.


11.

La rueda de un carro tiene treinta rayos,
los cuales convergen en el centro;
debido a que su centro es hueco
el carro se puede desplazar.

El barro se moldea para formar vasos,
en el vacio y la sustancia
reside su utilidad.

Puertas y ventanas son hechas
para penetrar en las casas
y en su vacio la sustancia puede habitar;
así, la presencia otorga beneficios
y la ausencia, utilidad.


12.

Los cinco colores ciegan al hombre,
los cinco tonos lo ensordecen,
los cinco sabores envician su paladar,
los placeres sensuales turban su mente,
la competencia y la caza lo embrutecen,
los tesoros lo pervierten;
por eso el sabio atiende
a la realidad de su ser interno
sin dejarse llevar por las apariencias;
prefiere la vida simple y solitaria
rechazando el lujo y la ostentación.


13.

La gente del mundo
toma muy en serio su reputación;
por ello el elogio y el insulto
la inquietan por igual.
El elogio lo coloca sobre los demás
y teme perder su posición;
el insulto la avergüenza
y vive temiendo la humillación.
Del interés personal vienen grandes problemas;
no habiendo ego,
¿cómo se puede sufrir por la imagen?
no habiendo cuerpo,
¿dónde se encuentra el dolor?
El sabio, en su desinterés,
considera al mundo
como su cuerpo, sabiéndose afortunado.
Es él a quien puede confiársele el mundo
para su cuidado.


14.

Aquello que por más que se mira no se ve
es llamado invisible,
aquello que por más que se escucha no se oye
es llamado inaudible,
aquello que por más que se toca no se siente
es llamado impalpable.
Ese todo invisible (Tao),
en lo alto no es brillante,
en lo bajo no es oscuro,
es imperceptible e indercriptible,
siempre cambiante
y en constante retorno a lo inexistente.
Forma sin forma,
imagen sin imagen,
vago e indefinido,
al frente no hay otro rostro,
detrás no hay espalda;
habitando así en su primordial virtud
se gobierna la existencia presente y futura.
Conocer el primitivo origen
es poseer la esencia del Tao.


15.

Los antiguos que sabían
cómo vivir de acuerdo con el Tao
poseían una inteligencia penetrante, sutil,
la profundidad de su carácter
era inmensurable,
difícil era comprenderlos,
por ello sólo puede intentarse describirlos.

Cautelosos
como quien cruza un arroyo en invierno,
prudentes
como quien titubea ante sus vecinos,
reverentes y discretos
como quien espera a un huésped eminente,
adaptables a cualquier circunstancia,
como hielo a punto de fundirse en el fuego;
simples y sencillos
como madera sin trabajar,
de mente expansiva y receptiva
como la oquedad del valle;
imparciales y oscuros como agua turbia.

¿Qué es aquello cuya quietud
puede aclara lo turbio?

¿Qué es aquello que puede perpetura
la secuencia de las cosas?

Los que abrazan la gran verdad
no desean saciarse.

Debido a que no hay saciedad,
la vida se renueva continuamente.


16.

Cuando se logra el vacío absoluto
la mente se aclara, se aquieta;
entonces puede observarse
la apariencia de las cosas
y su retorno al origen.

Volver al origen es hallar reposo,
hallar reposo, encontrar el destino verdadero,
encontrar el destino verdadero
es alcanzar la eternidad,
alcanzar la eternidad es iluminación.

Desconocer la eternidad lleva a la desgracia,
conocer la eternidad es poseerlo todo,
quien todo lo pesee
se torna altreuista, supremo,
celestial veradero y eterno;
quien así es se asemeja al Tao:
trascendiendo la vida, jamás perecerá.


17.

Existen cuatro formas de gobierno.
En la más elevada
los gobernados difícilmente perciben
la existencia del gobernante
y están convencidos de que obran
por ellos mismos.

En la siguiente,
el gobernante es amado por los gobernados,
seguros de que él hace todo por ellos.

Descendiendo de nivel,
los gobernados viven temerosos
de los castigops que el poderoso gobernante
les puede inflingir.

En el nivel más bajo,
el gobernante es odiado y despreciado
por mostrar cínicamente el abuso de poder
y la estratagema para el engaño.

Cuando se pierde la confianza
el caos se acerca.

El buen gobierno puede compararse
con los pulmones:
cuando respiramos sin esfuerzo no se notan.

Si al respirar se nota su participación,
debe haber algún problema con ellos.


18.

Cuando se abandona el Tao
surgen para sustituirlo
la benevolencia y la rectitud;
cuando hay gran estima
por la astucia y el ingenio
la hipocresía se pone de moda;
cuando la discordia reina en la familia
la piedad filial y el amor fraternal
se convierten en los temas principales;
cuando el caos surge en el país
surge la lealtad en los funcionarios;
al perderse el Tao
aparecen la ruina y el retroceso.


19.

Desvanece la astucia y el ingenio;
esto hará que el pueblo
se beneficie cien veces más.
Detén la enseñanza de bondad y rectitud;
La gente volverá al amor filial y fraternal.
Descarta el engaño y la codicia;
acabarán el robo y las persecuciones.

Aun así estas tres normas son externas
e insuficientes para el buen gobierno;
luego entonces:
conina a la gente a que aprecie
la sencillez y la honestidad,
condúcela a la eliminación
del egoismo y los deseos,
haz que olvide los temores y el aprendizaje.


20.

El conocimiento es la causa principal
de la preocupación.

Anular el intelecto y los conocimientos
es la liberación de la ansiedad.

La tendencia general es
la búsqueda del honor
y el rechazo a la humillación,
atraer lo bueno y desdeñar lo malo;
mas, ¿qué tan grande es la diferencia
entre el honor y la humillación?,
¿qué tan grande la es entre lo bueno y malo?

No es posible eliminar el temor
y abarcar todo el saber;
sólo el Tao en su inmensidad brinda consuelo.

La multitud parece estar
siempre ocupada y disfrutando,
como si festejara una gran celebración;
sólo yo permanezco indiferente y silencioso,
como el niño que no ha aprendido a sonreir,
vagando al parecer sin rumbo fijo,
como si en mi desolación no tuviera hogar.

La multitud parece vivir en abundancia;
sólo yo párezco un indigente.

La multitud muestra su ilustración;
solo yo parezco estar confundido.

La multitud manifiesta su utilidad;
sólo yo parezco inútil,
pero la mayor diferencia es
que en mi simplicidad
tomo en seriedad la vida en Tao.


21.

Aquellos que han alcanzado la perfección
se conducen siempre en armonía con el Tao.

Aunque vago e intangible, el Tao contiene
dentro de sí una sustancia,
en su presencia hay forma.

Aunque distante y vacio en él hay escencia,
su escencia es real
y su validez puede ser probada;
ha existido desde el principio de los tiempos
y lo único nuevo es su nombre,
es el pristino origen de toda la creación.
¿cómo conocerlo?
Por él mismo.


22.

Lo imperfecto se torna perfecto,
lo viejo se torna nuevo,
lo torcido se endereza y lo vacio se llena,
lo perdido se gana,
la plenitud causa confusión:
por lo tanto el sabio abraza el Tao
y se convierte en modelo para su mundo.

Como no busca complacerse se ilumina:
al no darse importancia, sobresale;
no se exalta y siempre es elogiado;
no se jacta y obtiene la gloria;
sin buscar la superioridad,
no hay en el mundo quien lo supere.

Del viejo adagio que reza
"lo imperfecto se torna perfecto"
podemos deduicir la razón de su grandeza.


23.

Lo natural es hablar poco;
los vientos turbulentos no duran
la mañana completa,
las lluvias torrenciales no duran
día y noche.
Estos fenómenos son producidos
por el cielo y la tierra
y no pueden durar eternamente.
Mucho menos duraderas las obras del hombre...

Así, aquellos que siguen el camino del Tao
se encontrarán en el Tao,
aquellos que siguen el camino de la virtud
se encontarán en la virtud,
aquellos que siguen el camino celeste
se encontrarán en el cielo;
quienes siguen el sendero del defecto
ahí se encontrarán.
Así ha sido siempre.


24.

Los que se parán de puntillas
pierden el equillibrio,
los que caminan dando zancadas
no llegan lejos,
los que se exhiben carecen de luz,
los que se alaban no tienen brillo propio,
aquellos que se vanaglorian
no alcanzan el éxito.

Para quienes siguen el Tao
lo anterior es tan repugnante
que se alejan de ello,
pues se asemeja a las excrecencias
y a los desechos putrefactos.


25.

Hay algo surgido del caos primario
previo al nacimiento del cielo y la tierra,
invisible e inaudible,
independiente e inmutable,
profundo, insondeable y solitario;
se encuentra en todo y es inagotable,
puede considerarse
como la madre del cielo y la tierra;
no sé su nombre y lo llamo Tao.
Si tuviera que describirlo
diría que es grandioso, activo, inmenso
y cíclico en su movimiento.
El Tao es grandioso, el cielo es grandioso,
la tierra es grandiosa y el rey también.
De las cuatro cosas grandiosas mencionadas,
el orden es como sigue:
el rey acata la ley de la tierra,
la tierra acata la ley del cielo,
el cielo acata la ley del Tao,
el Tao se rige a sí mismo.


26.

Lo pesado tiene su raíz en lo ligero,
lo tranquilo domina a lo agitado;
por eso el sabio a donde vaya se conduce
con tranquilidad y propiedad
sin abandonar el camino;
aun rodeado de lujo y comodidades
se mantiene concentrado y en paz.

Cuando el gobernante se conduce con ligereza
pierde el respeto de sus ministros.
Cuando se ofuzca pierde el apoyo del pueblo.
Sin autodominio no es nada.


27.

La buena conducción no deja huellas,
las buenas palabras no dan lugar a crítica,
los buenos matemáticos no necesitan ábacos,
las buenas cerraduras no necesitan candados
y no pueden ser abiertas,
las buenas ataduras no necesitan nudos
y no es posible desatarlas.
El sabio en su bondad salva
a la humanidad, pues no rechaza a nadie;
su bondad alcanza aun a los seres inanimados.
Esto es llamado iluminación.

Así el hombre bueno es maestro del malo,
el hombre malo es la lección del bueno;
quien desdeña a su maestro
sin valorar su enseñanza,
vive de manera ilusoria
aun gozando de erudición;
a esto se le llama concepción oscura.


28.

Cuando un hombre,
conciente de su fortaleza masculina,
habita en la mansedumbre femenina
se contenta con ocupar
la posición más humilde del mundo.
Cuando contento ocupa el puesto más humilde
y habita su verdadera naturaleza,
se torna nuevamente como un recién nacido.
Cuando un hombre, conciente de su pureza,
no rechaza lo impuro, se contenta
son vivir en el luugar más bajo del mundo.
Cuando contento vive en el lugar más bajo
y habita en su naturaleza verdadera,
retorna a la simplicidad natural.
Las cualidades originales se diversifican
para moldear vasijas y demás utencilios.
El sabio conservando las cualidades originales,
se convierte en el gobernante supremo.
Así, grandes instituciones son aquellas
que no violan la naturaleza del hombre.


29.

Quien pretende gobernar un imperio
mediante la acción
es seguro que no tendrá un momento de reposo
y fracasará.

La posesión de un imperio
llega por mandato divino;
no puede manipularse o tenerse por capricho;
quien lo intente de esta manera lo perderá.

En cuanto a las cosas del mundo,
rige la alternancia:
unas delante, otras detrás,
unas inhalan, otras exhalan,
unas fuertes, otras débiles,
unas se elvan, otras caen;
por eso el sabio rechaza lo que es
excesivo, extravagante o superfluo.


30.

Quienes gobiernan siguiendo el Tao
no usan primero el poder de las armas.
La guerra es la peor calamidad que existe;
donde se acuartelan los ejércitos,
sólo crecer zarzales y espinas.
Tras las guerras
inevitáblemente vienen las hambrunas.
Los buenos gobernantes quedan satisfechos
cuando terminan los ataques
y no se aventuran a seguir con ellos
para alcanzar la supremacía;
no se vanaglorian con las victorias
ni se tornan agresivos,
arrogantes y obstinados para mostrar su poder.
Es contrario al Tao
que el fuerte dañe al débil;
quien así actúa, seguro que perecerá pronto.


31.

Las armas de guerra
son implementos de mal agüero;
por eso quienes siguen el Tao
no las sobrestiman.

Los seres superiores consideran
el lado izquierdo como sitio de honor.
En épocas de guerra
ese sitio está a la derecha.

Como implementos de desastre,
las armas de guerra
sólo son usadas en caso de extrema necesidad
sin entusiasmarse con su poder,
y aun saliendo victoriosos
al usarlas, no se les debe glorificar.

Quienes se regicijan en la victoria
muestran su tendencia al asesinato;
por tanto no podrán ser buenos gobernantes.

En las grandes festividades
el lado izquierdo es el más respetado.
En los ritos funerarios
el lugar más respetado es el derecho.
En la guerra,
el comandante en jefe ocupa la derecha
y el general la izquierda
ya que el suceso es como un funeral.

Habiendo matado seres humanos,
sólo resta llorar con dolor y tristeza.
La victoria en estos casos
debe verse como un rito funerario.


32.

Tao es el nombre con que se designa
aquello que desde siempre,
en su simplicidad es innombrable:
Aunque pequeño en su unidad,
el mundo entero no puede controlarlo.
Cuando los gobernantes habitan en él, todos
los seres animados se tornan sus servidores.
Debido a que son uno en el Tao,
el cielo y la tierra bendicen
espontáneamente a los seres vivientes
con la lluvia y el rocío.
De la misma forma, el pueblo vive en armonía
cuando el gobierno no se hace notar.
El designar mediante nombres a las cosas
es un asunto humano.
Quien gobierna debe saber que el nombre sirve
para proteger lo innombrable.
El Tao es al universo
lo que los ríos y los mares a la narturaleza.


33.

Quien conoce a los otros es sabio,
quien se conoce a a sí mismo es iluminado,
quien vence a los otros tiene fuerza,
quien se vence a sí mismo tiene el poder,
quien se sacia con lo que es y tiene es rico,
quien cultiva su ser tiene determinasción,
quien habita en el Tao y no se separa de él
se eterniza;
aunque su cuerpo muera no perecerá jamás.



34.

El gran Tao todo lo penetra
y se le puede encontrar en cualquier parte.

Da la vida a todo lo animado sin tomar nada,
todo lo realiza sin nada reclamar,
todo lo nutre sin ejercer dominio alguno.

Siendo la inacción su norma,
se le puede considerar pequeño;

Siendo el destino último de todo lo creado,
aunque sin conciencia de ello,
se le puede considerar grande.

El sabio, al igual que el Tao,
no toma en cuenta su grandeza
y eso lo hace realmente grande.


35.

Quien se cultiva en Tao atrae a aquelos
que están dispuestos a transitar la vía.

En una atmosfera de bondad,
la gente no se daña entre sí y vive en paz.

Música y manjares atraen al viajero común
deteniéndolo en su andar;
en cambio, siendo el Tao
carente de sabor, invisible e inaudible,
quien beba de él seguirá adelante
sin encontrarle fin.



36.

Si uno desea expandirse
debe primero contraerse,
si uno desea fortalecerse
debe primero ser débil,
si desea elevarse debe primero caer,
si desea recibir, debe primero dar.

Esa es la ley natural.

La ternura vence a la dureza,
la debilidad vence a la fuerza.
Los peces no sobreviven fuera del agua;
Las armas iofensivas no deben ser mostradas
para intimidar al pueblo.



37.

La naturaleza del Tao lo mantiene inactivo,
mas no hay nada que quede sin realizar.

Si los gobernantes se atienen al Tao
los seres animados evolucionan por si mismos.
Si en su evolución apareciesen
deseos egoistas éstos serían anulados
mediante la sencillez sin nombre (Tao).

Bajo esta sencillez los seres son liberados
de cualquier deseo egoista.
Sin deseos egoistas,
los seres por si mismos hallarán la paz.


38.

Una persona virtuosa
es aquella que no es conciente de su virtud.
Una persona que trata de mostrar su "virtud"
no es virtuosa.

La inacción es característica
de la persona virtuosa;
la acción lo es de la no virtuosa.
En la inacción todo se realiza;
en la acción, no.

Una persona de gran benevolencia
realiza buenos actos sin intentar ser buena.
Una persona de gran justicia
realiza buenos actos intentando ser buena.
Una persona ceremoniosa
actúa basada en el rito
y forzará a las demás a actuar como ella.

Así la virtud aparece al perderse el Tao,
la benevolencia al perderse la virtud,
la justicia, al perderse la benevolencia,
el rito, al perderse la justicia.
Los ritos y las ceremonias a menudo surgen
ante la carencia de lealtad y sinceridad
o cuando prevalece la confusión.

El aprendizaje es impuesto
cuando se concede al Tao poca importancia
debido a la hipocresia y la necedad.
Por ello los hombre de verdad supériores
rechazan lo trivial y habitan en lo básico,
niegan lo decorativo y abrazan lo que es real.


39.

Desde la antigüedad se ha dicho lo siguiente
en cuanto a alcanzar la unidad:
el cielo mediante la unidad es claro
la tierra mediante la unidad es segura,
las deidades mediante la unidad son divinas,
los valles mediante la unidad son plenos,
los seres animados mediante la unidad viven,
los soberanos mediante la unidad son capaces
de rectificar el imperio.

A la inversa se infiere que
sin lo que le dá la claridad
el cielo se oscurecería,
sin lo que le da la seguridad
la tierra se derrubaría,
sin lo que les da la divinidad
las deidades se desimntegrarían,
sin lo que les da la plenitud
los valles se secarían,
sin lo que les da la vida
los seres animados se aniquilarían,
sin lo que les da la rectitud
los soberanos serían depuestos.

La humildad es la base del honor
como el cimiento es la base
de los altos edificios.

Así los soberanos se llaman a sí mismos
"huerfanos", "ignorantes", "indignos";
¿no muestra esto que reconocen la humildad
como su tesoro más preciado?
Al rebajarse se elevan
y al tratar de elevarse se rebajan.
Mejor que jade brillante, el buen soberano
prefiere ser un simple gujarro.


40.

El movimiento del Tao,
siendo cíclico y perpetuo,
produce la vida eterna,
la suavidad y el ceder
conforman su función;
Todas las cosas del universo
surgen del ser.

El ser surge del no ser.


41.

Cuado los hombres superiores oyen del Tao
de inmediato lo cultivan con diligencia;
cuando los hombres comunes oyen del Tao
no les causa la mínima impresión,
cuando los hombre inferiores oyen del Tao
se mofan abiertamente de él.
De hecho, si no se mofaran no sería acerca
del Tao lo que escucharon.

Por eso dice el libro de Jiann-Yan (libro de los antigúos proverbios):
"El que comprende parece que no entendiera",
"El que avanza hacia la verdad
parece que se alejara de ella",
"El que halla fácil el camino
parece que lo hallara difícil"
Los más virtuosos parecen carentes de virtud,
ellos que pueden transmitir los principios,
parecen incompetentes,
con su fuerza, parecen débiles,
lo más puro parece impuro.

El cuadrado perfecto carece de ángulos;
el logro más grande se alcanza lentemente,
la nota más alta es inaudible,
la gran forma carece de contornos,
la gran verdad es innombrable;
solo el Tao es insuperable en su generosidad:
todo lo da y todo lo realza.


42.

Tao es aquello de donde
todas las cosas del universo son creadas,
Así, del Tao surge la unidad fundamental,
de la unidad surge la dualidad,
de la dualidad la trinidad,
de la trinidad, las diez mil cosas.

Todas las cosas tienen
su lado Yin y su lado Yang.
Cuando los opuestos complementarios se unen
armónicamente, dan vida a un nuevo ser.

Es esa energía vital llamada chi
la que obra el milagro.

Los hombres detestan ser llamados indignos,
huerfanos, pobres;
los soberanos usan dichos términos
como su mayor título de nobleza.
Así, lo que en apariencia es disminuir
aumenta y viceversa.

Lo que enseño,
los hombres superiores lo han enseñado;
"El hombre violento y altanero
no morirá de forma natural".

Éste es quizá el tema central de mi enseñanza.



43.

Lo más suave supera a lo más duro,
una fuerza invisible es capaz de penetrar
un objeto sólido.
De esto he aprendido el valor de la inacción.

Pocos en este mundo
han alcanzado este nivel de entendimiento.


44. (you can't always get what you want)

¿Qué es más valioso: la fama o la vida?
¿Qué es más importante: la vida o los bienes?
¿Qué resulta peor: la ganancia o la pérdida?

Desear una alta reputación
implica pagar un precio muy elevado;
atesorar grandes riquezas
conduce a sufrir enormes pérdidas;
contentarse con lo que se tiene y lo que se es
protege de las desgraciass;
saber detenerse a tiempo anula los peligros;
vivir una larga vida plena de felicidad
es la mayor recompensa.


45.

La perfección suprema parece imperfecta
y resulta que los beneficios que otorga
son inagotables.
La abundancia suprema parece carencia
y su providencia es inagotable.
La rectitud suprema parece curvatura,
la habilidad suprema parece torpeza,
la elocuencia suprema parece incongruencia.

El movimiento vence al frío,
la quietud vence al calor.
La pureza y la quietud
son las normas supremas del mundo.


46.

Cuando el Tao prevalece en el mundo
la gente está contenta
y las naciones coexisten en paz;
los caballos de retaguardia son usados
para arar la tierra.

Cuando el Tao no prevalece en el mundo
la gente tiende a pelear por fama y ganancias
y hay guerra constante entre naciones.
Los caballos de retaguardia
pastan en el campo de batalla.

No hay error más grande
que guiarse por los deseos,
no hay desgracia más grande
que dejarse llevar por el descontento,
ni vicio más grande que sucumbir a la codicia;
por eso quien sabe contentarse
alcanza la gracia de estar saciado siempre.


47.

Para conocer el mundo no es necesario
salir de la casa y alejarse de la puerta,
para ver el camino celeste no es necesario
abrir las ventanas y mirar por ellas,
para avanzar en la vía no hay que alejarse.

Así el sabio, sin alejarse,
alcanza la sabiduría sin interferir.

Todo crece de manera espontánea;
Sin deseos ni esfuerzo logra la iluminación.


48.

En la búsqueda del conocimiento
día a día se adquiere algo,
en la búsqueda del Tao
día a día se pierde algo.

La pérdida constante
conduce a un vacio total,
el vacío conduce a la inacción.

Debido a la innacción nada queda sin hacer.

Quien habita en la inacción
merece ser el soberano;
quien pretende entrar en acción
perderá el imperio.


49.

El sabio no tiene prejuicios,
acepta con mente abierta
las opiniones de todo el mundo.

Trata bien a los buenos,
también a los que no son buenos;
así, siempre encuentra bondad.

Confía en los que son sinceros,
también en los que no son sinceros;
así, siempre encuentra sinceridad.

El deseo del sabio es
que los seres humanos regresen pronto
a la simplicidad.

Cuando el sabio se expresa, todos
atienden a sus manifestaciones.

Él los trata amorosamente
como si fueran niños.


50.

El hobre empieza con la vida
y termina con la muerte.
De diez, tres hombre viven una larga vida,
de diez, tres hombre viven una corta vida,
tres hombres de cada diez,
pudiendo vivir una larga vida,
mueren prematuramente.
¿Cómo es que el décimo hombre sobrevive?
Se ha dicho que quien cultiva el Tao
sabe conservar la vida;
viaja por la selva sin ser atacado
por el tigre y el rinoceronte,
pasa por los campos de batalla
sin ser herido por las armas;
aun con su fuerza,
el tigre no haya dónde clavar su garra
y el rinoceronte dónde hundir su cuerno,
con sus filosas armas los aldados no hallan
cómo usarlas contra él;
¿será que en su manera de vivir
no busca los peligros de la muerte?


51.

Eso que precedió el nacimiento del universo
es la madre eterna.
Conocer a la madre eterna significa
comprender a los hijos.
La vida entera está segura
cuando se comprende a los hijos,
preservando a la madre eterna.
Sellar los orificios, cerrar las puertas:
pautas para mantenerse libre de daños;
abrir los conductos, liberar los deseos
y regodearse en ellos
es la vía segura a la perdición.
Clarividente es el capaz de ver lo minúsculo,
poderoso es el que puede usar su debilidad.
Seguir la luz
hacia la fuente de la iluminación,
no dañando su ser,
es el camino hacia la eternidad.


53.

Si fuera realmente iluminado
y recorriera el gran camino del Tao,
estaría siempre alerta para no desviarme
lo mínimo de él.
El gran camino del Tao
es el más fácil de transitar
pero los hombres prefieren la veredas;
la corte vive en la opulencia y corrupción,
los campos sin cultivar, con malas hierbas,
los graneros vadcios y el pueblo hambriento.
Aun así algunos visten ropajes suntuosos,
portan afiladas espadas
y se hartan con manjares y vino,
derrochando orgullosos su excesiva riqueza.
Éstos son los peores ladrones.
¡Nada hay más alejado del Tao!


54.

Lo que se planta profundamente
no se puede arrancar,
lo que se abraza firmemente
no se puede soltar.
Los descendientes del hombre verdadero
lo venerarán por siempre,
cultivar el Tao en uno mismo
conduce a la virtud verdadera,
cultivar el Tao en familia
conduce a la virtud abundante,
cultivar el Tao en la ciudad
conduce a la virtud grandiosa,
cultivar el Tao en la nación
conduce a la virtud poderosa,
cultivar el Tao en el mundo
conduce a la virtud universal.
Así un hombre es la medida de otros hombres,
una familia, la medida de otras familias,
una ciudad, la medida de otras ciudades,
una nación, la medida de otras naciones,
el mundo, la medida del universo.
¿Cómo saber si esto es cierto?
¡Por esto mismo!


55.


Aquel que conserva la virtud pristina
se vuelve como un recien nacido,
los insectos ponzoñozos no lo pican,
las fieras salvajes no lo atacan,
las aves de rapiña no lo agarran;
aunque su cuerpo es aparéntemente débil
y sus huesos blandos, sujeta con firmeza;
aunque ignora la función
de sus órganos reproductores,
posee la plenitud de los mismos,
la vitalidad de su esperma es total;
puede llorar todo el día
sin perder la voz ni dañar su garganta.
Esto gracias a que está en perfecta armonía.

Cuando la energía vital está en armonía
uno se eterniza, se ilumina;
la calamidad se presenta
cuando se pretende intensificar la vida,
Para evitarlo hay que controlar el aliento.

Cuando el corazón se subordina a la voluntad
hay compulsión y se acerca la muerte.

Esto es contrario al Tao.


56.

Aqueloos que no saben no hablan,
aquellos que no hablan no saben.

Quienes realmente saben
tapan los orificios,
cierran las puertas,
suprimen las asperezas,
disuelven las causas de la confusión,
eliminan las rivalidades,
retiran las desigualdades;
entonces aparece la suprema armonía.

Cuando no existe motivo
para favorecer o perjudicar,
para ganar o perder,
para honores o desprecios,
se establece el modelo del mundo.


57.


Gobernar con rectitud el estado,
aplicar las estrategias en la guerra.
Mas, para conquistar el imperio,
la no acción es la clave.

¿Cómo saber que esto es verdadero?

Atendiendo a lo siguiente:
cuantas más prohibiciones hay
más pobre es el pueblo,
cuantas más armas se tienen
más caótico se torna el gobierno,
cuanta más astucia y habilidad hay
más hechos extraños suceden,
cuantos más decretos y leyes se emiten
más delincuencia se genera.

Por eso el sabio dice:
"Permanece en la inacción
y el pueblo por sí mismo progresará;
mantente en la quietud
y el pueblo seguirá solo el verdadero camino,
evita interferir
y el pueblo por sí mismo será próspero,
elimina los deseos
y el pueblo volverá solo a la secillez"


58.

Cuando el gobierno es sencillo
el pueblo es honesto,
cuando el gobierno es complicado
el pueblo se vuelve astuto;
la llamada calamidad es a menudo
fortuna bajo un disfraz,
la aparente fortuna es a menudo
causa de una gran calamidad.

¿Quién conoce el resultado final?
¿Cómo puede haber rectitud absoluta
si esto puede degenerar en injusticia?
¿Cómo puede haber bondad absoluta
si esta puede degenerar en maldad?

De hecho, el engaño está siempre presente;
así el sabio, siendo estricto consigo mismo,
no requiere de otros para lograrlo;
puesto que es honesto
no daña a los otros,
siendo recto en todas sus acciones
no condena a los demás,
siendo brillante en su existencia
no deslumbra a nadie.


59.

En el gobierno de los hombres
y el servicio del cielo
no hay nada mejor que la moderación.
Para alcanzar las moderación
lo primero es seguir el Tao,
lo que significa adherirse
a las cualidades inherentes del ser.
Cuando uno se adhiere
a las cualidades inherentes
se torna invencible;
también se vuelve insondable
se puede incluso poseer a la madre eterna,
cuando se posee a la madre eterna
se puede volver eterno.
Alcanzar esta unidad es el camino
para convertirse en inmortal.


60.

Gobernar un gran estado se puede comparar
con la menera de freir un pecesillo.

Cuando se gobierna de acuerdo con el Tao
todos los seres se mantienen en sus lugares,
no hay fantasmas ni espíritus
que dañen o hechicen a la gente,
aun los dioses se tornan impotentes
y tampoco causan daño alguno;
cuánto más el sabio,
que con su virtud evita dañar a los demás.

Cuando lo que prevalece
son las cualidades inherentes
de todos los seres,
el resultado es la paz.


61.

Siendo como un cause profundo
un gran estado logra,
como la hembra, que todo fluya hacia él.
Con su quietud y su voluntad de mantenerse abajo
la hembra vence al macho;
al humillarse, el gran estado gana al pequeño;
asl humillarse, el estado pequeño
logra expandirse uniéndose al grande;
al humillarse, el grande protege al pequeño
y el pequeño sirve al grande;
siendo humilde, el gran estado gobernará
sobre un número mayor de hombres;
siendo humilde, el pequeño crecerá.

Así, por medio de la humildad
ambos alcanzarán sus deseos.


62.

El Tao es la morada de toda la creación,
del hombre bueno es su tesoro,
del que no es bueno, su refugio.

Las buenas palabras brindan honor,
la buena conducta produce respeto;
así, para el emperador y sus tres ministros
vale más seguir el Tao
que lucir joyas de jade y viajar en cuadriga.

La razón de que los antiguos honraran al Tao
no se limitaba a que cultivándolo
obtenían lo deseado y evitaban lo ideseable,
sino a que gracias a él
lograban regir todo un imperio.


63.

Practicar la no acción,
no anciar la realización,
descartar el aprendizaje,
considerar grande y pequeño, mucho y poco
como iguales,
tratar lo que es fácil como si fuera difícil,
lo trivial como importante...;
las tareas más difíciles del mundo
pueden parecer fáciles en un principio,
así como los más grandes logros
pueden parecer pequeños al inicio.
Debido a que no se emprende grandes cosas
el sabio es capaz de alcanzar la grandeza.
A quien promete a la ligera no se le cree,
quien subestima las dificultades
caerá en la dificultad.
Debido a que el sabio considera
la existencia de las dificultades
no halla dificultad alguna.


64.

Lo que está en calma es fácil de retener,
lo que aún no se manifiesta
fácilmente se resuelve,
lo que es frágil es fácil de quebrar,
lo que es menudo fácilmente se dispersa,
las medidas deben adoptarse antes
para evitar emergencias.

El orden es esencial para prevenir
cualquier tipo de confusión.

Un árbol tan grande que no se puede abrazar
nació de una semilla diminuta,
una elevada torre de nueve pisos
empezó con una canasta de tierra,
un camino de mil kilometros
empezó con el primero.

Quienes traten de ganar mediante la acción
seguro es que fracasarán,
quienes traten de acumular seguramente perderán.

Así el sabio no actúa y por ello no fracasa,
debido a que no aprisiona nunca pierde.

A menudo los hombres fracasan en su empresa
justo antes de alcanzar el éxito;
cuidando del final como del principio
el éxito estará siempre asegurado.

Así el sabio, sin deseos,
desprecia lo que parece valioso
y aprende a no aprender
para evitar las faltas de la multitud,
promueve el desarrollo espontáneo
de todas las cosas y sucesos,
al no interferir en la evolución natural
de todos los seres.


65.

Los antiguos que cultivaban el Tao
no buscaban ilustrar al pueblo;
sino mantener a los hombres en su sencillez.
La gente es difícil de gobernar
cuando está llena de astucia.
Por eso, quien gobierna
basado en la inteligencia daña al estado,
mas quien lo hace
sin servirse de la astucia lo beneficia.
Conocer estas dos formas de gobierno
y usar la correcta
es actuar
obedenciendo la naturaleza misteriosa.
Ella es profunda y extensa.
Cuando las cosas se rigen
de acuerdo con la naturaleza misteriosa
se alcanza la suprema armonía.


66.

Los mares y los ríos
son amos de todos los valles
porque ocupan el sitio más bajo.
Así, quien pretenda, como el sabio,
elevarse por encima de la gente,
deberá ser el más humilde,
el que quiera estar a la cabeza
debe ocupar el último lugar.
Así, cuando el sabio se encuentra
en posición superior
el pueblo no siente su peso,
cuando se sitúa al frente
el pueblo no se siente amenazado.
El pueblo entero lo exalta con deleite
y nunca se cansa de rendirle homenaje,
debido a que no compite con lo demás,
nadie trata de agredirlo.


67.

El mundo cree que el Tao que quiero describir
es tan grandioso que parece irreal.
Parece irreal debido a su grandeza.
Si lo consideraran real no sería grandioso.
Tengo tres tesoros que guardo celosamente:
el primero es la compasión,
el segundo es la frugalidad,
el tercero, la humildad.
Gracias a la compasión existe el valor,
gracias a la frugalidad existe la generosidad,
gracias a la humildad existe la supremacía.
La perdición llega cuando se pretende usar
el valor sin la compasión,
la generosidad sin la frugalidad,
la supremacía sin la humildad.
Cuando existe la compasión, quien lucha
sale invicto, quien defiende se fortifica.
Debido a su compasión,
los hombres de esta clase
son siempre protegidos por el cielo.


68.

Los mejores guerreros no son agresivos,
los mejores estrategas no son impulsivos,
los mejores vencedores no son belicosos,
los mejores líderes no son arrogantes.

Ésta es la virtud de no competir;
la habilidad de conducir a los hombres
en concordancia con e camino celeste.


69.

Entre los más grandes guerreros
existe un proverbio:
es mejor ser husped que anfitrión,
es mejor retroceder un paso
que avanzar un centímetro.

Esto es avanzar sin moverse,
rechazar sin aplicar defensas,
conquistar sin armas,
vencer sin actuar.

No hay mayor peligro
que no advertir la fuerza del enemigo;
esto puede costar incluso la vida.

Por eso, quien estime la guerra
como último recurso
siempre vencerá.


70.

Mis palabras son fáciles de entender
y fáciles de practicar;
sin embargo, el mundo no las comprende
y menos las practica.

Las palabras tienen un fundamento
y mi conducta, una razón,
pero debido a su falta de comprensión
el mundo no logra entenderme,
muy pocos siguen mis palabras
y en ello está su gran valor.

El sabio oculta bajo humildes vestiduras
la joya preciosa que brilla en su corazón.


71.

Comprender la propia ignorancia
es la mayor sabiduría;
pensar que se sabe y no saber
es el peor mal.

El sabio está libre de todo mal
porque siempre reconoce el mal.


72.

Cuando la gente no teme lo que debe de temer
la amenazan las mayores desgracias.

Contentarse con una casa estrecha,
contentarse con una vida simple,
no dar cabida a las penas
ni caer en los exesos,
ser como el sabio
que se conoce mas no se exhibe,
se ama mas no se aprecia.


73.

Quien en su osadía cae en el descuido
encontrará una muerte violenta,
quien es prudente y cauto
tendrá una vida segura.

De estas dos situaciones,
una beneficia, otra dañina,
¿quien sabe los motivos del cielo?

Hasta el sabio duda al respecto.

El camino celeste, sin combatir,
conduce a la victoria,
sin palabras obtiene siempre respuestas,
sin llamadas ejerce la mayor atracción,
siempre en calma, obtirene el logro supremo.

La red del cielo es extensa,
de gran amplitud sus mallas,
lenta y segura, nada se le escapa.



74.

Cuando el pueblo no teme a la muerte
¿de qué sirve amenazarlo con la pena capital?

Pero si teme a la muerte
y al que viola la ley se ejecuta en el acto,
¿quien osara viloar las normas?

Debe existir una autoridad
que decida la pena de muerte.

Si la decisión recae sobre alguien
que no está calificado para tal función
es comparable con pedirle al aprendiz
que use la herramienyta del maestro:
raro será que en su impetu
no se hiera la mano.



75.

El pueblo sufre hambre
debido a que los manarcas exigen
altos impuestos y los derrochan;
por esto sufre hambre.

El pueblo se torna difícil de gobernar
debido a que los monarcas
ejercen muchas acciones;
por esto es difícil gobernarlo.

El pueblo no teme a la muerte
pues por los deseos de los monarcas
vive con mucha dificultad;
por eso no teme a la muerte.

Así quien no se ocupa de la preservación
de su propio cuerpo
es superior al que le da gran importancia.


76.

Cuando está vivo
el hombre es blando y flexible,
cuando está muerto es rígido y duro;
cuando una planta está viva
es blanda y flexible,
cuando está muerta es seca y quebradiza.

En ello se ve que ser duro y rígido
es el camino de la muerte,
ser blando y flexible, el camino de la vida.

Así la rigidez de las armas
causa muerte y destrucción,
la robustez del árbol causa su caida;
lo rígido ocupa el lugar inferior,
lo blando y flexible, el lugar superior.


77.

El camino celeste semeja al tensar un arco:
el extremo superior desciende
y el inferior se eleva;
disminuye lo excesivo y aumenta lo faltante.
El camino del hombre,
por el contrario,
consiste en arrebatar a quien le falta
para aumentar al que le sobra.

¿quién entonces es capaz de dar
todo lo que tiene para el bien del mundo?
Sólo el verdadero seguidor del Tao.

Así el sabio da sin buscar reciprocidad,
alcanza logros sin reclamar créditos,
¿será acaso porque desea ocultar su dignidad?


78.

Nada hay en el mundo
más suave y flexible que el agua,
mas no existe nada que la supere
en penetrar lo firme y lo duro.

Así lo suave vence a lo duro
y lo flexible a lo firme;
todo el mundo conoce esta verdad
y, como si la ignorara, nadie la practica.

Así el sabio dice:
"Aquel que soporta la humillación
por su pueblo merece gobernarlo,
el que toma para si los desatres del imperio
llegará a ser soberano"

Estas palabras, aunque paradójicas,
son verddaderas.


79.

Aunque se logra un arreglo
entre dos grandes enemigos
y aparentemente se establece la paz,
los sentimientos de rencor persisten.

¿Cómo solucionar esto?
Devolviendo bien por mal.

El sabio asume la responsabilidad que le toca
dando siempre sin reclamo;
el virtuoso se preocupa
de cómo beneficiar a los otros,
el perverso piensa cómo dañar a los demás.

El camino celesyte es imparcial,
apoyando siempre
a quien obra basado en la virtud.


80.

El reino ideal debe ser pequeño
y sus habitantes pocos.
Su regidor debería enseñar al pueblo
a rechazar las armas y corazas
aunque pueda conseguirlas,
enseñar a la gente a evitar los riesgos
que llevan a la muerte
y a ser renuente a viajar a paises distantes.

Así, aunque hubiera carros y embarcaciones,
no tendría la necesidad de abordarlos.
Aunque hubiera armas y corazas
no hallaría motivo para usarlas.

Haría al puebla retornar
al estado de sencillez original,
cuando usaban cuerdas y nudos para contar.

Entonces encontrarían buena su comida,
considerarían bellas sus ropas,
sentirían confortables sus hogares,
hallarían gozo en sus costumbres;
tan cercanos a los reinos vecinos
que oirían los ladridos de los perros
y el canto de los gallos,
vivirían felices
en su propio reino toda su vida
sin el deseo de visitar a los demás.


81.

Las palabras veraces no son agradables
las palabras agradables no son veraces.
Quien gusta de discutir no es bueno,
quien es bueno no gusta de discutir.

Aquel que es sabio no es erudito,
aquel que presume de erudicción no es sabio.
El sabio da sin reserva, ofrece todo a todos,
y así, su vida es más abundante;
ayuda a todos por igual
y su vida se torna opulenta.

El camino celeste beneficia y nunca daña,
el camino del sabio es dar,
sin jamás forzarse.

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