El Reiki actúa a todos los niveles y en todas las enfermedades, no hay situaciones en las que uno no pueda aprovecharse de la canalización de fuerza vital universal.
En el Reiki hay distintos tratamientos para distintas enfermedades. Si el tratante los desconoce no hay caso.
En enfermedades graves como el cáncer el paciente debe recibir por lo menos nivel 1 y 2 para que pueda canalizar por si mismo la energía necesaria para generar el cambio y transformar no solo su salud, sinó que también su vida, pero para ello, tiene que tener la disciplina de realizar el autoreiki, observarse y apuntar al cambio.
El reiki puede curar cualquier enfermedad, pero depende directamente si el terapeuta está adecuadamente preparado, realiza el tratamiento reiki correcto y si el paciente tiene la disciplina y la voluntad de cambiar en sí mismo aquellas actitudes, formas de vida o situaciones que llevaron a la enfermedad.
Reiki es una energía inteligente que puede ayudarnos a encontrar equilibrio y armonía en nuestras vidas en todos los niveles, tanto emocional, mental, físico y espiritual.
Algunas enfermedades que cura el reiki
- Trastornos y molestias corporales
- Disfunciones metabólicas
- Lesiones orgánicas profundas
- Dolores agudos y crónicos
- Enfermedades degenerativas
- Bloqueos energéticos
- Tensiones musculares y nerviosas
- Estados de perturbación emocional
- Depresión y falta de vitalidad
- Nerviosismo
- Insomnio y estrés en sus varias manifestaciones.
- Disfunciones metabólicas
- Lesiones orgánicas profundas
- Dolores agudos y crónicos
- Enfermedades degenerativas
- Bloqueos energéticos
- Tensiones musculares y nerviosas
- Estados de perturbación emocional
- Depresión y falta de vitalidad
- Nerviosismo
- Insomnio y estrés en sus varias manifestaciones.
Incluso enfermedades graves, como los diversos tipos de cáncer, el Sida y otras manifestaciones de inmunodepresión, quemaduras, etc…
En caso de lesión traumática, como una fractura, por ejemplo, Reiki acelera el proceso de consolidación, estimulando las fuerzas de regeneración orgánicas.
Las heridas se cicatrizan más rápidamente, las quemaduras graves y extendidas se pueden curar sin infecciones y sin dejar cicatrices antiestéticas.
Los pacientes cancerosos tratados con quimio y radioterapia notan alivio e incluso desaceleración de los efectos colaterales y secuelas con el Reiki, experimentando una estimulación de la vitalidad y de las defensas inmunológicas en particular.
Puesto que Reiki sana a todos los niveles, es de gran ayuda para llegar al fondo de los orígenes de una enfermedad.
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