Les traigo hoy una palabras de Thuten Dondrub, un monje australiano budista. Tiene más de 26 años de experiencia en la práctica del budismo tibetano.
Es muy conocido por dar sus enseñanzas de manera muy accesible, por su extenso conocimiento, por su corazón sincero y por su evidente humildad.
"La fuente de nuestro sufrimiento está en nuestra mente. Hay muchas condiciones externas para que surja el sufrimiento, pero la causa-raíz del sufrimiento reside en la mente. Incluso el que nos encontremos con las condiciones externas tiene que ver con nuestra mente.
Cuanto antes entendamos que nuestra propia mente es la fuente de nuestro sufrimiento y que, afortunadamente, también es la fuente de nuestra felicidad, antes empezaremos a entender que la única forma de liberarnos del sufrimiento es la transformación radical de la mente
Si la transformamos un poco, superaremos un poco el sufrimiento. Pero si la transformamos totalmente, si generamos una revolución real en nuestra mente, si eliminamos de ella los pensamientos perturbadores y desarrollamos todas sus cualidades positivas, podremos vernos completamente libres del sufrimiento y desarrollar una felicidad real.
La felicidad que buscamos no es algo temporal ni superficial. Quizá nunca hayamos pensado qué felicidad estamos buscando, pero si lo analizamos, nosotros queremos una felicidad que sea perfecta y duradera.
La función de la mente es conocer, en todos los sentidos de la palabra "conocer"; analizando la palabra "conocer" veremos que hay muchos sentidos de la palabra "conocer". Actualmente, conocemos formas bastante indirectas y superficiales, sobre todo mediante conceptos, a través de la lectura o por lo que otros nos han dicho.
Por tanto, ahora conocemos de forma muy limitada porque los pensamientos perturbadores que todos tenemos impiden que nuestra mente conozca perfecta y completamente.
Podemos imaginarnos cómo sería no tener estos pensamientos perturbadores, ninguno de ellos en absoluto. No habría nada que perturbara la capacidad innata de nuestra mente de conocer, experimentar y sentir. Creo que sería una experiencia increíble. Sin estas distracciones, sin toda esta confusión, la mente podría simplemente conocer.
Pero, ¿es posible librarse de estos pensamientos perturbadores?
Esta es una gran pregunta, esto es de lo que trata todo el Dharma Budista. Quizá podamos tener la impresión de que eso es posible porque cuando meditamos, o intentamos meditar, si enfocamos la mente en un objeto como es la respiración, aunque no seamos capaces de mantener la mente en la respiración durante mucho tiempo, de experimentar de forma perfecta y total, al 100% la respiración, hacernos uno con la respiración, aun así, si nos esforzamos ¿qué sucede?
Todos experimentamos que si lo intentamos durante algún tiempo, los pensamientos perturbadores, la agitación mental, se reducen.
Espero que todos hayamos tenido esa experiencia, al menos una vez, al menos unos instantes, los pensamientos perturbadores, aunque no se vayan completamente, al menos se reducen.
Esto es un indicio que nos muestra que estos pensamientos perturbadores no tienen poder para controlar la mente. Podemos notar que cuando hacemos una sencilla meditación en la respiración, por muy corta que sea, la mente empieza a calmarse y a aclararse, a aquietarse, porque ese es su estado natural.
Pensad en ello.
Hasta aquí las palabras de Thuten Dondrub que espero te hayan proporcionado algo de tranquilidad a tu mente y te hayan convencido de la necesidad de practicar la meditación.