Orden
Construye tu vida ladrillo sobre ladrillo.
Vive una vida de verdad,
Y mirarás hacia atrás a una vida de verdad.
Vive una vida de fantasía,
Y mirarás hacia atrás a vanas ilusiones.
Lo bueno de hoy está basado en lo bueno de ayer. Es por eso que deberíamos estar constantemente atentos a nuestras acciones. Toma por ejemplo a la gente frugal. Reciclan las sobras de lo que cocinan en montones de abono. Prefieren comer en casa que en restaurantes. No desperdician el agua. Compran con cuidado. No gastan su dinero en frivolidades. Este es exactamente el tipo de cuidado que necesitamos para la espiritualidad.
No deberíamos malgastar nuestros esfuerzos en entretenciones; deberíamos, en cambio, concentrarnos en esfuerzos más importantes para nosotros. No deberíamos reunir información al azar; deberíamos en cambio tratar de ordenarla en un todo integral, acrecentando así nuestras habilidades para nuestra propia ventaja. No deberíamos decir mentiras descuidadamente, porque entonces estaremos divorciados de la verdad que buscamos.
El que nuestras vidas sean magníficas o despreciables depende de nuestro ordenamiento de detalles cotidianos. Debemos organizar los detalles en una composición que nos satisfaga. Sólo entonces tendremos significado en nuestras vidas.
Construye tu vida ladrillo sobre ladrillo.
Vive una vida de verdad,
Y mirarás hacia atrás a una vida de verdad.
Vive una vida de fantasía,
Y mirarás hacia atrás a vanas ilusiones.
Lo bueno de hoy está basado en lo bueno de ayer. Es por eso que deberíamos estar constantemente atentos a nuestras acciones. Toma por ejemplo a la gente frugal. Reciclan las sobras de lo que cocinan en montones de abono. Prefieren comer en casa que en restaurantes. No desperdician el agua. Compran con cuidado. No gastan su dinero en frivolidades. Este es exactamente el tipo de cuidado que necesitamos para la espiritualidad.
No deberíamos malgastar nuestros esfuerzos en entretenciones; deberíamos, en cambio, concentrarnos en esfuerzos más importantes para nosotros. No deberíamos reunir información al azar; deberíamos en cambio tratar de ordenarla en un todo integral, acrecentando así nuestras habilidades para nuestra propia ventaja. No deberíamos decir mentiras descuidadamente, porque entonces estaremos divorciados de la verdad que buscamos.
El que nuestras vidas sean magníficas o despreciables depende de nuestro ordenamiento de detalles cotidianos. Debemos organizar los detalles en una composición que nos satisfaga. Sólo entonces tendremos significado en nuestras vidas.