Hélices
Tres sutiles corrientes de energía:
Hélices gemelas alrededor de un pilar de jade.
Esta presencia radiante
Es la fuerza de la vida misma.
En profunda meditación es posible tomar conciencia de la fuerza de la vida misma. Puedes verla si aprendes a cómo mirar dentro de ti. El describirla como electricidad, o poder, o luz, o consciencia son todas algo correctas. Pero tales descripciones son inadecuadas. Tienes que verla por ti mismo. Tienes que sentirla tú mismo. Tienes que conocerla por ti mismo.
Estar en su presencia es como estar frente a algo primigenio, básico, misterioso, chamanístico y profundo. El estar ante su presencia hace que todas las referencias queden mudas y los sentidos laxos, dejando sólo un profundo sobrecogimiento. Uno es atraído hacia ella en total fascinación. Es la llama poderosa para nuestra consciencia como polilla.
Esta columna de energía que se enrolla sobre sí misma contiene todas las etapas de nuestro crecimiento. Es nuestra alma: es la fuerza que nos anima y nos da consciencia. Si quieres vivir plenamente tu vida, es esencial que te reconcilies con esta fuerza interior. Una vez que armonices con ella, podrás acoplarte con las dinámicas de ser humano.