Este es un pequeño desarrollo de cada una de los principios bajo mi prisma. Hay muchos modos de entender estos principios e incluso nosotros mismos podemos variar la forma de verlos a medida que vamos evolucionando. - El primer principio, Sólo por hoy, daré gracias por mis muchas bendiciones, nos habla de ser agradecidos. Agradecidos por lo que tenemos, por lo que somos y por todo aquello que hemos recibido. La acción de dar gracias nos acerca más a nuestra divinidad y a la Fuente de todo. El hecho de dar gracias provoca una mayor relación con el Universo y que éste nos siga mandando más cosas. Cuanto más agradeces más recibes.
- El Segundo principio, Sólo por hoy, no tendré preocupaciones, nos habla de las preocupaciones. Como te has podido fijar, todos los principios empiezan por la frase “sólo por hoy”, haciendo un énfasis especial en el “Aquí y Ahora”, al Momento Presente. La palabra preocuparse en sí ya es reveladora. Quiere decir pre (antes) y ocuparse, es decir, ocuparse antes de tiempo. Cuando nos preocupamos por alguna cosa lo que hacemos es perder el momento presente. Si te fijas bien, te darás cuenta de que solamente existe el presente. Todo lo que haces, has hecho, o harás, lo haces siempre en el presente. Por el contrario, nuestra mente acostumbra a estar siempre rememorando el pasado o adelantando el futuro. Observa esto en tí y comprueba que es así. Date cuenta de que raramente tu mente está en aquello que haces. Este principio nos incita a enfocarnos en el presente, a prestar toda nuestra atención en lo que estamos haciendo en cada momento o lo que está pasando en este instante. Profundiza en el presente, permanece cada día más en el aquí y ahora.
- El tercer principio, Sólo por hoy, no tendré ira, nos habla de una cosa muy común en las personas, el enfadarse. Cuando nos enfadamos pasa lo siguiente: existe una energía inarmónica dentro de nosotros que hemos ido acumulando a causa de la inconsciencia del mundo. Pues bien, cuando nos enfadamos esta energía que vive en nosotros, de alguna manera nos posee, y nos hace hacer y decir cosas de las cuales normalmente después nos arrepentimos. Si te fijas, y recuerdas alguna vez que te hayas enfadado mucho, tal vez te costará trabajo reconocerte a ti mismo cuando estabas en ese estado. También puedes observar a otros cuando se enfadan. Observa como les cambia la cara, la expresión, el tono de voz, en cuestión de segundos se convierten en una especie de monstruos. No es raro que, alguna vez que alguien se nos haya enfadado mucho, hayamos pensado que no conocemos a dicha persona. Esto es debido a que cuando nos enfadamos, esta energía de baja vibración pasa al primer plano ocultando así a nuestro verdadero ser. Y quienes somos nosotros en realidad queda ensombrecido por esta energía. ¿Qué podemos hacer cuando nos enfadamos? Pues, la próxima vez que te enfades, párate un momento, enfoca tu mente, tu atención, hacia dentro y siente tan intensamente como puedas esta energía, sin pensar en ella, simplemente observándola y sintiéndola. Sin juzgar si es buena o mala. Date cuenta que tu no eres esta energía, que tu eres quien la está observando. Una vez hayas entendido esto, comprenderás más a la gente que se enfada contigo y los perdonarás con mayor facilidad. Te darás cuenta de que no es nada personal, es sólo una cuestión energética. Perdona y comprende a aquellos que se enfaden contigo, y perdonate a ti mismo cuando te enfades.
- El cuarto principio, Sólo por hoy, llevaré a cabo mi tarea con honestidad, nos habla del trabajo que realizamos en la vida. El trabajo es algo a lo que le dedicamos mucho de nuestro tiempo y de nuestra energía, por lo tanto es muy importante el estado con el cual realizamos nuestro trabajo. Tenemos que amar aquello que hacemos y prestarle toda nuestra atención. Si no te gusta lo que haces, cámbialo, si no puedes o no quieres cambiarlo, cambia tu actitud con respecto a lo que haces. Busca el lado positivo de las cosas y sé honesto con los demás y contigo mismo.
- El quinto principio, Sólo por hoy, tendré piedad ante mi prójimo y todo ser vivo, nos habla del respeto a la vida y a los demás. Todo ser viviente tiene derecho a desarrollar su vida del modo que quiera. Todo ser viviente tiene la capacidad de decisión y de libertad para expresarla. No le podemos negar a nadie nunca este derecho. Si nos convertimos en un canal de amor y bondad hacia los demás, todo lo que les demos, nos volverá a nosotros aumentado. El Universo es como un espejo, si le envías cosas buenas, te envía cosas buenas, y si le envías cosas malas te devuelve cosas malas. El Universo trabaja agrupando energías, si tus acciones y tus pensamientos son negativos, tu frecuencia de vibración será baja, y el universo te mandará cosas de baja vibración. Pero, si por el contrario, intentas mejorar día a día como persona y vas aumentando tu vibración, el Universo te mandará cosas de alta vibración. Sé amable, descubrirás que la gente de tu alrededor se vuelven también más amables y agradables contigo, y tú te sentirás mejor.
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