GABINETE Zona Almagro

Av Corrientes y Av Medrano
Caba Ar

Modalidad Reserva Anticipada
deucalio@gmail.com

Lunes a Sabados






* utilizo de material descartable (cubrecamilla individual, etc)













miércoles, marzo 07, 2012

CARTA NATAL DE LAS OREJAS


Para conocer realmente a una persona es necesario aprender a mirarla a los ojos, leer sus expresiones faciales… y sus orejas!

En esa pequeña porción de cartílago y piel se puede averiguar más de un individuo de lo que se podrá saber en una charla de una hora, según el libro “Natalore, la carta natal de las orejas”.

“Este estudio nació por una curiosidad que tenía desde chiquita por la forma de las orejas”, explicó su autora, María Rosa Ottopé, quien pasó diez años investigando la teoría, con autores como el criminalista italiano Cesare Lombroso. Según tu teoría, los hombres cometían delitos según su herencia genética y aspecto físico.

Pero Ottopé es más positiva al respecto. Para ella, las orejas son el indicador indiscutido del carácter de una persona, y se puede leer cómo será la vida de un ser humano con sólo prestar atención al lóbulo, el pabellón, el canal y cada parte del órgano. “Te podés hacer un autoanálisis para ver dónde fallas, dónde está tu éxito”, simplifica la autora.

Algunos rasgos de las orejas demuestran la personalidad, por ejemplo, un canal muy cerrado corresponde a una persona egoísta, y uno muy abierto, a una generosa. Un lóbulo pequeño implica que se trata de una persona que hace cosas sólo si hay una retribución, o de una insegura que, a pesar de su creatividad y ambición, se enreda en venganzas o rencores.

Si la parte superior de la oreja es amplia, se trata de una persona muy inteligente y con buena memoria, pero si la parte más prominente es la inferior denota a un entretenedor nato, y si el lóbulo está “en punta” implica el éxito, y dependerá de cuán cerca esté de la cara para que sea más temprano o tarde en la vida.

“No tendría que haber puesto ’Carta natal de las orejas’ porque no lo es. Es un hecho”, afirmó con confianza Ottopé. “No es adivinación, son comprobaciones que hice”, señaló, haciendo referencia a los 18 casos que siguió durante una década. Al parecer, las personas tuvieron la suerte que merecieron predeterminados por sus orejas.

“El idioma de los gestos se puede fingir, la forma de la oreja no. A menos que sea por cirugía”, aclara Ottopé, para quien “cualquier perforación es perjudicial porque corta los meridianos, que son buenos”. El libro ya está en la calle, ¿te animás a conocer más de tus orejas?

“En el futuro va a ser una materia de psicología”, dijo la autora, previsora.