Poner en Práctica las Enseñanzas
Cuando aceptas una tradición religiosa, tienes, como creyente, que poner en práctica esa tradición.
La práctica religiosa debe convertirse en parte de tu vida cotidiana.
Mediante la práctica y las experiencias que aporta el adiestramiento, desarrollarás comprensión y sabiduría.
Según la enseñanza budista, para practicar el Darma del Buda es necesario tener convencimiento y fe, y para ello, se ha de conocer bien el Darma del Buda.
Si no somos conscientes de la importancia de integrar en nuestras vidas las enseñanzas de nuestra fe mediante la práctica, corremos el peligro de estar siguiendo un cliché o una idea popular.
Por ejemplo, cuando alguien habla de budismo, la imagen que aparece es la de una estatua de un buda sereno dentro de un gran templo, o la de un monje sosteniendo un timbal y golpeando un tambor.
Es posible que en algunos casos se piense en un monje que porta una extraña máscara. Esto es lo que quiero decir con ideas o clichés populares.
Hay en ello cierto peligro.
Cuando alguien menciona el budismo, en particular el budismo tibetano, se tiene que pensar en un altruismo infinito, en la compasión universal y en una profunda comprensión de la naturaleza de la realidad, o la vacuidad (shuñata).
Ésta es la clase de percepción que debemos cultivar.
(Extracto del libro “Adiestrar la Mente” de Su Santidad el XIV Dalai Lama.)