Si uno ultraja y el otro toma represalias,
habrá una lluvia de ultrajes.
Pero, en el caso de que no haya represalias,
el asunto terminará.
Donde hay compasión, hay religión.
Donde hay codicia, hay pecado.
Donde hay ira, hay negación.
Donde hay perdón, allí está el Señor Mismo.
Todas las rencillas y peleas
emanan de los ultrajes.
Las palabras de una persona viciosa
son como múltiples flechas
que sólo los santos pueden tolerar.
Si un rayo cae en el mar,
¿qué daño le puede hacer?