002 Bajo una higuera llorando de pena San Agustín ve reafirmada su conversión cuando escucha la voz de Dios que le dice: Toma la Ley, Toma la Ley. En segundo plano a la derecha su amigo Alipio. 003 San Agustín junto a Alipio y su hijo son bautizados por el obispo Ambrosio de Milan. 004 Agustín recibe el hábito de salvación, la confirmación de que había dejado el mundo, a continuación se pone el capuchón negro y se ciñe un cinturón de cuero, convirtiéndose en siervo de Dios. 005 En el monte Pisa en la Toscana, los monjes con deleite se entregan al estudio para escribir más libros sobre la Trinidad, retirados de la multitud. 006 Estando San Agustín en Ostia cerca del Tiber cuando iba a volver a África, su piadosa madre Mónica muere, sacando su salterio entona las honras fúnebres, cantando y llorando a la vez. 007 Retirado al interior del desierto, hospeda a Cristo y lavando sus pies le escucha decir: Agustín yo el hijo de Dios encarnado te encomiendo mi Iglesia. |
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