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domingo, mayo 13, 2012

El Genesis desde visiones diferentes


“El Cielo es eterno, y la Tierra permanece. ¿Cuál es el secreto de su eterna duración? ¿Acaso no viven eternamente porque no viven para sí mismos? Por eso, el Sabio prefiere permanecer detrás, más se encuentra al frente de los demás. Se desprende de sí mismo, mas a sí mismo se encuentra a salvo y seguro. ¿Acaso no es por ser desinteresado por lo que se realiza su Ser?” Tao Te King
Génesis Maya

“Primero todo era silencio, había mucha calma. No había nada que estuviera en pie en toda la faz de la tierra, solo existía el mar en reposo y un cielo apacible. Todo era oscuro, solo Tepeu y Gucumatz (progenitores) estaban en el agua rodeados de claridad. Ellos son los que disponen de la creación de árboles, bejucos, nacimiento de la vida y del hombre. Se formó el corazón del cielo. Mediante su palabra ellos hicieron emerger la tierra. Dijeron “Tierra” y esta fue hecha.” Popol Vuh



Los mayas, coinciden (como casi todos los pueblos del mundo) en que el origen del mundo, está en el “Verbo” o Logos Platónico, dice el Popol Vuh, que todo estaba en suspenso, que nada se movía, ni existía, y entonces vino “La Palabra”, esto nos recuerda a San Juan cuando dice “En un principio era el verbo…”

“Así como es arriba es abajo”, reza la afirmación de Hermes Trismegisto, de la misma forma como fue creado el Universo, así mismo -y con las mismas leyes-, deberá el ser humano, extender la obra del creador en uno mismo.

“Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación…cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida en el agua”.

El caos Primordial (silencio, el reposo), se encuentra en las aguas primordiales dentro del mismo ser humano y si aprendemos a trasmutar tales aguas es posible que exista una creación superior.

El Fuego sagrado del Amor, debe fecundar las aguas puras de vida y así surge el verdadero Cosmos Hombre (la palabra Hombre incluye al varón y la mujer).

En el Popol Vuh de los mayas, el ave y la serpiente figuran como creadores sexuales del Universo. Tepeu y Cocumatz envían un gavilán al inmenso mar de la gran vida para traer la serpiente, con cuya sangre maravillosa amasan el maíz amarillo y blanco.

Dice el Popol Vuh, que con esa masa de maíz blanco y amarillo, mezclado con la sangre de la serpiente, el dios Tzacol formó la carne de la gente.

El ave representa al Espíritu Universal de Vida. La serpiente representa al fuego sexual del Tercer Logos. La sangre de la serpiente indica las aguas del Génesis, el Gran Esperma Universal, el Ens Seminis o Semen Cristónico, en cuyas aguas está el germen de toda vida.

Estas aguas son la sangre de la tierra, según el filósofo maya. La diosa Coatlicue es la Madre de la Vida y de la Muerte.

(El Ens Seminis). Realmente, el fuego sexual del Tercer Logos hace fecundas las aguas de la vida para que surja el Universo.

En la teogonía maya, dos dioses intervienen en la creación: uno que da la vida y la forma al hombre, y otro que le da la Conciencia.

El Tercer Logos hace fecundas las Aguas de la Vida y cuando éstas han sido fecundadas, interviene el Segundo Logos infundiendo Conciencia en todos los organismos. Los vehículos de acción de todas las fuerzas Logoicas son los dioses inefables.

El Gavilán H´ Ch´ Uuy, el guacamayo “Mo”, el cernícalo X´ Cen Cen Bac, el tapir, Tzimink, Aax y la serpiente “Can” son los factores básicos de los mitos geogénicos mayas. Estos símbolos se utilizan exotéricamente y esotéricamente.

En el campo exotérico o público simbolizan hechos de tribu, acontecimientos históricos, etc. En el aspecto esotérico o secreto, la cuestión es altamente científica, profundamente filosófica, sublimemente artística y tremendamente religiosa.

Entre los mayas, el Paraíso Terrenal es Tamoanchan, el sagrado lugar del Pájaro Serpiente. Tamoanchas son de hecho los Iniciados de la Serpiente.

El mito de los Tamoanchas es el del Pájaro-Serpiente. Los Tamoanchas descienden de los toltecas, olmecas y mayas.

(Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto)

Así mismo, los Mayas conocían a fondo la historia del Mundo, sus razas anteriores y cómo fueron destruidas, al respecto dice el Maestro Samael Aun Weor:

“El Libro Sagrado de los Mayas, El Popol Vuh, dice que Dios creó al hombre de barro y después de madera (la raza Atlante), pero ellos se olvidaron de sus "Padres y Madres", se olvidaron del "Corazón del Cielo", luego vino un gran diluvio y todos perecieron, se metían en cavernas para guarecerse y éstas se derrumbaban (se refiere al sumergimiento de la Atlántida).

Así pues cada quien tiene a su Padre y a su Madre Divina que son muy sagrados. En el Padre y en la Madre Kundalinivemos las dos columnas Jachín y Boaz que son las que sostienen el Templo.”

No podía faltar la divinidad representada en sus tres aspectos (Padre, Hijo y Espíritu Santo), conocida como la Trinidad, representada entre los mayas como el Corazón del Cielo, cada cultura del mundo la representa de alguna forma, así tenemos lo que dice el Popol Vuh:

“Se manifestó la creación de los árboles, de la vida y de todo lo demás que se creó por el Corazón del Cielo, llamado Jurakán. La primera Manifestación se llamaba Caculjá Jurakán, el rayo de una pierna.

La segunda manifestación se llamaba Chipí Caculjá, el más pequeño de los rayos. Y la tercera manifestación se llamaba Raxá Caculjá, Rayo Muy hermoso. Y Así son TRES el Corazón del Cielo.”

Estas tres fuerzas primarías de la naturaleza en el macrocosmos (Universo) se unen para crear y lo mismo debemos hacer en el microcosmos (Ser humano) para lograr la creación del Auténtico y verdadero Hombre interior.

El Génesis Maya, no solo se refiere a cómo fue creado el Universo, sino explica -para quien tenga ojos, vea- la forma y método con la cual podemos lograr la creación del universo interior, para lo cual hemos venido a este mundo.


Génesis Nórdicos

Podemos considerar el Edda alemán como la Biblia germánica. En este arcaico libro se halla contenida la sabiduría oculta de los nórdicos. Los relatos del Edda sobre el Génesis del mundo son como sigue:

“En el principio existían dos únicas regiones: la del fuego y la luz, donde reinaba el ser absoluto y eterno, Alffadir, y la otra la región de las tinieblas y el frío llamada Niffheim, dominada por Surtur, (El Negro). Entre una y otra región se extendía el caos. Las chispas escapadas de Alffadir fecundaron los fríos vapores del Nifheim, y nació Imir, padre de la raza de los gigantes. Para alimentarlo –y de la misma manera– fue creada la vaca Audumbla, de cuya ubre manaron cuatro ríos de leche. Ahíto, Imir se durmió. Y del sudor de sus manos nació una pareja, varón y hembra, de gigantes; de uno de sus pies, un monstruo de seis cabezas”.

En el Génesis de la creación hallamos Alquimia Sexual. El fuego fecunda a las frías aguas del caos. El principio masculino Alffadir fecunda al principio femenino Niffheim dominado por Surtur (las Tinieblas), para que brote la vida. Así nace Imir, el padre de los gigantes, el Dios Interno de todo hombre, el Maestro.

Este se alimenta con la materia prima de la Gran Obra. Dicha sustancia es la leche de la vaca Audumbla. La blanca vaca sagrada de la India. En el Génesis de Moisés se mencionan los cuatro ríos del Edem, los cuatro ríos de leche.

Estos cuatro son el fuego que flamea, el agua pura de vida, el aire impetuoso y la perfumada tierra elemental de los sabios. (Los cuatro Tatwas). En toda operación de Alkimia entran en actividad los cuatro elementos. No podían faltar éstos en la Alkimia sexual de la Creación.

Imir se duerme y de su propio sudor nace una pareja de gigantes varón y varona, el divino hermafrodita primitivo, gigantesco y sublime de la Isla Sagrada. En el Génesis de Moisés, Adam se duerme y Dios saca a Eva de una costilla de él. Antes de este instante Eva estaba dentro de Adam y era Adam mismo.

Este era un hermafrodita. De los pies de este gigante hermafrodita (la Raza Polar), nace el monstruo de las seis cabezas, la Estrella de Salomón.

La Alkimia sexual humana del ser humano, que a través de muchos siglos termina por separar o dividir a los gigantes convirtiéndolos en seres humanos de sexos separados. La división en sexos opuestos es el principio de la gran tragedia. Del gigante hermafrodita nace el monstruo de las seis cabezas.

El ser humano volverá a ser divino hermafrodita. El hombre regresará al Edem acompañado de su divina Eva. Cuando el hombre y la mujer se unen sexualmente, son en esos instantes un solo ser hermafrodita. Realmente, en esos instantes de suprema voluptuosidad sexual, somos dioses. Ese es el momento supremo que sabe aprovechar el Iniciado para sus fenómenos mágicos.

El nacimiento del ser humano en sexos separados fue un acontecimiento grandioso de la Antropogénesis, que se realizó a través de muchísimos millones de años. El Edda germánico, después de describir maravillosamente la creación del mundo, relata la separación en sexos opuestos como sigue:



“Inmediatamente decidieron los Dioses crear la primera pareja humana. De un fresno formaron al hombre y le llamaron Askur.

De un aliso formaron la mujer y la llamaron Embla. Odín les dio el alma; Villi les dio el entendimiento; Ve les dio la belleza y los sentidos. Y los Dioses, satisfechos de su obra, se retiraron a descansar y a gozar a su mansión del Asgar, situada en el centro del Universo”.

Samael Aun Weor. Matrimonio Perfecto

Génesis en los Egipcios

Estimados lectores de nuestra revista sabiduría del ser, en esta ocasión vamos a estudiar la creación del universo desde el punto de vista egipcio, antes que nada es indispensable entender que los mitos de cualquier cultura encierran un hondo significado acerca de las realidades del ser, mismas que se expresan en forma de símbolos y de alegorías, todo mito va dirigido a la conciencia y no al intelecto, las inteligencias divinas lo han dispuesto así con el propósito de que el conocimiento no se adultere y éste sea asimilado en forma íntegra por aquellos que han desarrollado el sentido instintivo de las verdades cósmicas. Todo mito cosmogónico, a pesar de tener creencias diferentes por originarse en diferentes culturas, situación geográfica y diversas épocas en el tiempo, en esencia, mantienen la misma simbología. En el caso de Egipto y en diferentes momentos históricos del mismo, hubo tres creencias diferentes sobre el relato cosmogónico, resulta interesante que las tres, mantienen similar analogía esotérica o la misma esencia.

Uno de los tres relatos cosmogónicos fue encontrado en la ciudad de Hieracómpolis y afirma que antes de que existiera el universo, existía solo un inmenso océano, el océano representa al caos del cual surge la creación. Elocéano inmenso por su obscuridad y humedad, nos recuerda al interior de un vientre materno, es en este punto de comparación, donde venimos a encontrar la relación simbólica existente entre el mar y el caos.

Ese océano llevaba el nombre de Nun, (nombre de la madre cósmica egipcia) según la mitología, desde las profundidades de Nun apareció un día una colina, misma que consideraremos un punto en el centro de la creación del universo, representando a la parte masculina de la divinidad, al mismo fuego creador del universo.

Entonces, Horus, el Hijo, simbolizado por el Dios halcón (alegórica representación de la fuerza cósmica impersonal y sin forma humana denominada Cristo Cósmico, mismo que viene a la manifestación del universo para crucificarse en los mundos), se posó en la cima de aquella gran colina, (misma que también es conocida como el quinto elemento llamado éter, el cual se asocia a la energía creadora sexual, partió y voló en todas direcciones a la vez, creando de esta manera el universo. Por tal motivo, la fuerza Cristo la tenemos manifestada en todo lo que es, en todo lo que ha sido, en todo lo que será; se encuentra en el aire (prana oriental) que respiramos, en la dura roca, en todos los elementos y en el interior de las gónadas sexuales de hombre.

Por otra parte en la ciudad de Heliópolis, (ciudad del sol entre los griegos) una de las más famosas ciudades egipcias de todos los tiempos, conocida como Lunu que significa Pilar, en lenguaje egipcio El protagonista del relato cosmogónico es el Dios Ra, mismo que representa al sol espiritual, (Dios inmanifestado), por cuya importancia se le atribuyó el título de creador del universo. Al Dios Ra, se le relacionó con Amón, divinidad máxima de los tebanos, habitantes de Tebas, por lo que posteriormente se le llamó Amón-Ra, El Dios Ra, se desdobló en Osiris, el Dios manifestado, simbolizado por el sol físico, proveedor de calor, luz y vida a la tierra, toda mística antigua y auténtica, es solar y el milenario Egipto no fue la excepción, la mitología egipcia afirma que Osiris, tuvo su consorte llamada Isis y de la unión de ambos surgió Horus, mismo que es representado en forma homínida con cabeza de halcón y un disco solar sobre la cabeza. Aquí resalta el hecho de que Ra, divinidad principal y creadora, no tiene identidad, es decir que no tiene representación con forma humana, ni de ninguna otra índole, aquí descubrimos el primero de los siete principios que conforman un mito auténtico que habla de: UNA DIVINIDAD SUPREMA INVISIBLE Y SIN FORMA.

El mito de la creación de Heliópolis afirma que en el inmenso mar de Nun, (madre cósmica), había surgido de entre las profundidades, una altísima pirámide (Ra). Y sobre de ella, el ojo de Ra, mismo que se abrió e iluminó todo el universo, dándole forma y orden, el ojo de Ra representa a Horus, el cristo cósmico, el cual, se manifiesta y crucifica en los universos, las galaxias, soles, mundos, dioses y en el hombre.

Es interesante observar que Horus, el Cristo universal, fue más conocido y venerado que Ra, tanto religiosa como políticamente; los faraones eran considerados una extensión de Horus en la tierra.

Por último, el tercer mito egipcio acerca del génesis universal, lo venimos a hallar en la ciudad de Memphis, los memphitas, a diferencia del resto de los egipcios, eran monoteístas, con una creencia muy parecida a la que tienen las culturas judeo-cristianas sobre el comienzo del universo, ya que Pteh, el Dios único, crea el mundo mediante el pensamiento y la palabra o verbo. En el antiguo testamento hebraico Dios dice: “Hágase la luz, y la luz fue hecha”. Curiosamente, Pteh, palabra egipcia, significa tierra emergida, misma que representa al espíritu, al Adán celestial, (El andrógino divino) en tanto que el verbo simboliza al ejército de la voz, mismos que al polarizarse en masculino y femenino propician la creación por acción del verbo, el resultado de tal creación viene a ser el hijo, el Cristo cósmico manifiesto en todo lo que es, ha sido y será. Dice la máxima hermética: “Tal como es arriba, es abajo, tal como es afuera, es adentro”, en otras palabras, debemos realizar el génesis dentro de si mismo con el trabajo en las tres fuerzas primarias de la naturaleza

Génesis Bíblico

El Génesis es uno de los cinco libros que forman el Pentateuco que significa cinco volúmenes, llamado también libro de Moisés o de la ley. El “Génesis” del griego significa generación y contiene la creación de todas las cosas y la descendencia de los hombres desde Adán, organizada en siete días, refiriéndose a la ley del Siete la cual organiza y perfecciona una creación.

Debemos tener en cuenta que estos relatos están narrados en forma alegórica y no debemos interpretarlos a la letra muerta, podemos auxiliarnos con las Leyes de Numerología, Correspondencia, Analogías Filosóficas y Ley de los contrarios, estudiadas en nuestra Revista No. 31.

Comienza la lectura de este libro desde la época en que el cielo y la tierra fueron creados y la tierra era sin forma y vacía y la tinieblas cubrían todo, solo el espíritu de dios se movía sobre las aguas. Después fue hecha la luz y Dios la dividió con las tinieblas; llamando a la luz el día y a las tinieblas la noche y esto sucedió en el PRIMER DÍA.

Al SEGUNDO DIA se hizo el firmamento que separa las aguas unas de otras, refiriéndose a las aguas superiores ubicadas sobre los cielos y las aguas inferiores debajo del firmamento.

Es la misma escala o escalera de Jacob por la que los Ángeles ascendían y descendían del cielo, visión que tuvo el Patriarca Jacob durante un sueño.

Al tercer día vino la separación de esas aguas, en las aguas de abajo aparecieron la TIERRA y los MARES, el elemento tierra en lenguaje alquimista se refiere al cuerpo físico y los mares es la representación física de ese caos o nebulosa cósmica, el océano profundo de la Madre-Espacio, ese océano caótico está depositado en el micro-cosmos hombre. De esas aguas genesianas nacen los seres humanos con intelecto, pero si esas aguas se subliman surge el hombre o la mujer auténticos y verdaderos a imagen y semejanza de Dios.

Separadas las aguas superiores de las inferiores se hizo la luz, surgió a la vida el Verbo animador del Cosmos, el Hijo. En el Macro-cosmos El (Eterno principio masculino) aporta el fuego y ella (Eterno Principio Femenino) transmuta las aguas separando a las superiores de las inferiores.

El mismo día vio Dios que la tierra era buena y produjo en ella la yerba verde con simiente y así se hizo.

Sucedió en el CUARTO DÍA la creación de la lumbrera mayor que presidiese el día y la lumbrera menor para regir la noche y así separó Dios la luz de las tinieblas e hizo las estrellas y las colocó en el cielo las cuales, durante la noche resplandecen en la tierra. Durante el Quinto día creó Dios los peces y todos los animales que viven y se mueven en los mares, así como las aves y todo lo volátil y bendijo su creación diciendo “Creced y Multiplicaos”

Todavía continúo Dios la creación durante el sexto día, con la producción de los animales vivientes en cada género (reptiles, animales silvestres y domésticos) y luego dijo dios “Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra” y los hizo varón y hembra con poderes para dominar a la naturaleza entera. En el séptimo día hubo el descanso, observando la obra culminada. Los siete días de la creación, son las siete serpientes levantadas, son las siete grandes Iniciaciones de Misterios Mayores, lo que significa que en esos siete días creamos nuestro universo interior, escrito en forma alegórica.

Hasta aquí podemos entender que se refieren estos párrafos a los seres vivientes de las primeras razas que poblaron nuestro planeta, seres perfectos, con facultades despiertas, andróginos divinos, hechos a imagen y semejanza de Dios.

Y si nosotros queremos crear nuestro universo interior tenemos que hacer lo mismo que hizo Dios cuando realizó sus grandes creaciones; hay que separar las aguas de las aguas, colocando lo material y grosero (el ego) entre las profundidades del abismo interior y sublimar nuestra energía creadora para para colocarla arriba en nuestro cielo divino.

Este texto del Génesis nos habla de Alquimia, un alquimista lo entiende muy bien; de la nebulosa Macro-cósmica salen las unidades cósmicas, los mundos y aquí abajo es igual que arriba, el discípulo alquimista debe fabricar sus vehículos superiores para la manifestación del Ser o Intimo, y después tiene que perfeccionar los vehículos internos que lo convierten en un hombre auténtico y verdadero, trabajando arduamente hasta finalizar la Gran Obra.

A la luz de la Gnosis sabemos que la Gran Obra, es la Auto-Realización Íntima del Ser, resumida brevemente en la Tabla de Esmeralda de Hermes Trismegisto.

Por ello dice Hermes Trismegisto “…..Lo que está abajo es como lo que está arriba y lo que está arriba es como lo que está abajo……” El Caos del Universo reside ahora mismo dentro de nosotros y si Dios hizo fecundas las aguas con el fuego es lo que debemos hacer con el fuego de Kundalini.

Ahora nuestra tierra, nuestro cosmos, (cuerpo físico y mente) está en desorden y vacía (del Espíritu de Dios) y las tinieblas son el enemigo secreto, (los siete defectos capitales) por ello somos habitantes del abismo.

Nuestro deber es hacer la luz, arrancándola a las tinieblas, trabajando de momento en momento, de instante en instante, descubriendo, comprendiendo y eliminando nuestros defectos que impiden que la luz brille en nuestro cosmos interior y sublimar nuestra energía creadora para ascender a los cielos o dimensiones superiores.
Dicen los alquimistas que la Gran Obra es una sola, aunque tiene diversas partes. La primera, obra simple, es la preparación de la materia prima; la segunda es la obra media y se fundamenta en la preparación del elíxir y la tercera es la Gran Obra propiamente dicha, es la multiplicación.

Génesis Inca

Los Incas se afianzaron como el estado prehispánico de mayor extensión en América. Abarcó los territorios andinos que corresponden actualmente al sur de Colombia, pasando por Ecuador, Perú, Bolivia, hasta el centro de Chile y el noroeste de Argentina. La capital del Imperio fue la ciudad de Cusco (ombligo del mundo), por ser el centro del desarrollo de la etnia Inca desde sus inicios y su fundación por Manco Capac.

(Los mitos expresan la verdad del espíritu, no pertenecen al pasado, son realidades que debemos vivir en el interior de cada uno. La Religión andina está basada en el culto a la Divinidad, está representada por el Sol, a quien llamaron Inti).

El mito peruano de Viracocha que contamos a continuación fue tomado de la página web Mitos y Leyendas ancestrales (solamente lo complementamos con su simbolismo gnóstico) y dice:

Creación del mundo y de los hombres según los Incas

En el principio, Viracocha (el Dios creador, el fundamento, la base de todo) creó un mundo oscuro, (recordemos que toda creación surge del caos) y luego de ordenar el cielo y la tierra, creó una raza de gigantes (la Raza Atlante). A estos les mandó que viniesen en paz para que lo sirviesen, mas como no fueron recíprocos con él, los convirtió en piedras (el ego nos petrifica), enviándoles a la vez un diluvio general al cual llaman UnuPachacuti, que quiere decir "el agua que transformó el mundo".

Pasado el diluvio y seca la tierra, Viracocha determinó poblarla por segunda vez y para hacerlo con más perfección determinó crear luminarias que diesen claridad. Para ello fue al gran lago Titicaca (el lago más alto del mundo, a casi 4000 metros sobre el nivel del mar, con forma de Puma, visto desde el aire, precisamente el animal sagrado de estos pueblos, lo relacionaban con la sabiduría, con la fuerza creadora, con lo sagrado) y mandó allí que salieran al Sol, (alegoría de la fuerza masculina, generadora de toda creación) la Luna (Símbolo de la fuerza femenina, receptora de toda creación) y las estrellas y subiesen al cielo para dar su luz al mundo. Dicen que la Luna tenía más claridad que el Sol, por lo que éste, al tiempo que subían, le echó un puñado de ceniza en la cara y que desde esa vez quedó la Luna con el color que ahora tiene.

Luego que todo esto pasó, en la dirección Sur apareció el enviado de Viracocha, que era un hombre de crecido cuerpo, el cual en su aspecto y en su persona mostraba gran autoridad, llamándolo Viracochan o Tunupa (un Dios creador, ordenador del mundo -manifestación de la divinidad no conocida-, homólogo del Quetzalcoatl creador mexicano).

Vestía una túnica andrajosa que le daba hasta los pies: traía el cabello corto, una corona en la cabeza y un báculo como los que llevaban los sacerdotes y astrónomos antiguos. Dicen también que llevaba a cuestas un bulto en el que transportaba los dones con los que premiaba a los pueblos que lo escuchaban.

Dicen que este hombre tenía gran poder, que de los cerros hacía llanuras y de las llanuras, cerros grandes. Hacía también cosas mayores por que dio ser a los hombres y animales, y que, en fin, por su mano vino notable beneficio.

Luego se dirigió a Tiahuanaco (fundado a las orillas del Lago Titicaca) y en este lugar dibujó y esculpió en una losa grande todas las naciones que pensaba crear (la actual Raza Aria). Después de esto, inició su peregrinaje obrando maravillas por el camino de la serranía, mandando salir a los pueblos de sus Pacarinas (cuerpo muerto, estado de momificación, semillas que renacen) diciendo: "Gente y naciones, oigan y obedezcan que yo les mando salir, multiplicar y henchir la tierra".

Todos los lugares obedecieron y así unos pueblos salieron de los suelos, otros de los lagos, fuentes, valles, cuevas, árboles, peñas y montes. A la vez que esto sucedía, pintaba a cada pueblo el traje y vestido que habrían de llevar y así mismo dio a cada nación la lengua que habría de hablar, sus cantares y las semillas.

Así, en este camino de los Andes y montañas de la tierra fue dando y poniendo nombres a todos los árboles grandes y pequeños, tanto como a sus flores y frutos, mostrando a la gente los que eran buenos para comer y los que no y los que eran buenos para medicina y, asimismo, puso nombre a todas las yerbas e indicó el tiempo en el que habrían de florecer y fructificar.

También dio orden a los hombres sobre cómo vivir, hablándoles amorosamente con mucha mansedumbre, amonestándole para que fuesen buenos, y los otros no se hiciesen daño ni se injuriasen; luego les enseñó cómo cultivar; para esto rompía la tierra con la punta de su báculo quedando ésta dispuesta para sembrarse, y así con su sola palabra hacía nacer el maíz y los demás alimentos.

En ese largo peregrinar, dicen que también halló algunas naciones rebeldes que no habían cumplido con su mandato, por lo que los convirtió en piedras, (el ego nos endurece y nos convierte en seres perversos) en figuras de hombres y mujeres con el mismo traje que traían. Estas conversiones fueron hechas en Tiahuanaco, Pucara y Jauja. En dichos lugares se encuentran unos bultos de piedras grandes y en algunas otras partes dicen que tienen tamaños casi gigantes.

Es así como llegó a la provincia de Cacha habitada por los Canas, y éstos, como no lo conocían, (los humanos comunes y corrientes en lugar de tratar de comprender lo desconocido, le tememos y debido a nuestros egos reaccionamos con violencia) salieron armados y dispuestos a matarlo.

Entonces Viracochan, al observar esta actitud, hizo que cayese fuego volcánico sobre ellos. Los canas, por el temor de verse quemados, (el ser humano no ve las consecuencias de su degeneración hasta que las tiene encima) arrojaron sus armas (su ego animal) y lo veneraron. (Debemos volver a los principios eternos y sagrados) Viendo esto, Viracocha tomó su báculo y paró el fuego; luego, puso orden entre ellos.

Después de este suceso llegó al pueblo de Urcos, y subió a un cerro alto desde donde mandó que saliesen de él los naturales de Urcos, por lo que con el tiempo le erigieron en este lugar un rico adoratorio, edificando en este un escaño de oro fino y una imagen a semejanza suya. Luego, Viracochan prosiguió su camino y llegando a cierto sitio creó a un señor al cual puso el nombre de Alcaviza y al lugar por nombre Cusco; dejando el mensaje que después de este señor vendrían los Incas Orejones a quienes todos respetarían.

A este Viracochan los pueblos lo llamaban también Tunupa, Tarapaca, ViracochanPachayachicachan, Bichaycamayoc, CunacuycamayocPachacan; que quiere decir el enviado de Viracocha, su fuente, el predicador, el encargado del presente o el conocedor del tiempo.

Dicen que se dirigió al pueblo del curaca Apotambo (Señor de Tanpu, Tambo u Ollantaytambo), adonde llegó cuando se celebraban unas bodas. Luego, este Viracochan prosiguió su camino haciendo sus obras hasta que llegó a la línea equinoccial cerca al Ecuador, donde queriendo dejar esta tierra, informó a la gente sobre las muchas cosas que habrían de suceder.

Les dijo que con el tiempo habrían de venir gente diciendo ser Viracochas y a los cuales no les deberían de creer. Dicho esto, se metió al mar caminando por sobre el agua como si fuese su espuma...

Dicen que pasado el tiempo y luego de que el pueblo de Tambo u Ollantaytambo floreció gracias a los conocimientos dejados por Viracochan, el báculo dejado por él, se transformó en oro fino en el momento en que nació uno de los descendientes de Apotambo llamado Manco Capac quién vino a ser el primer Inca, y con este báculo de oro pasado los años se dirigió a las partes altas de una serranía para fundar la que con el tiempo sería la capital del Imperio de los Incas: el Cusco.(Lugar donde se construyó el Intiwasi o Templo del Sol).




Origen de la Creación Hindú

El Nasadiya Sukta es un himno que narra la época antes de la creación del universo y pertenece al texto del Rig-Veda.

El Rig Veda es una colección de himnos, escritos en lengua sánscrita y dedicado a los Dioses, se dice fue creado de la boca de Brahma, hace varios millones de años, al inicio de nuestra actual raza Aria.

Nos habla que al principio nada existía, ni aire ni cielos, ni muerte ni inmortalidad, del día y de la noche no había señal, el uno respiraba sin aliento y se mantenía a sí mismo.En ese entonces solo había oscuridad, todo envuelto en ella.

Ese Uno se encontraba rodeado de la nada y por fin surgió nacido de la fuerza del calor.

Al principio descendió la propia voluntad, la semilla primordial de la mente.

Los sabios buscando en su corazón con sabiduría y a través del vacío, descubrieron la conexión entre el Ser y el No Ser y así saben lo que está arriba es lo que está abajo.

Los poderes seminales junto con el impulso fertilizaron la creación.

¿Pero después de todo, quien sabe y quien pretende decir de donde nació la creación?

Incluso los dioses nacieron después de la creación.

Quien sabe a ciencia cierta de donde surgió la vida?

Donde tuvo su origen la creación? La haya creado él o no, el que vigila todo desde los cielos más altos.

Él Sabe o tal vez, él mismo no sabe.

En la noche profunda solo tinieblas, oscuridad y vacío, llenaban el espacio, Padre, Madre e hijo eran uno, de ese todo incognoscible o cero radical surge al iniciar cualquier universo sideral el par de opuestos de la creación: El Padre-Madre gnóstico, el Purusha-Prakriti Hindú, el Osiris-Isis egipcio, etc.

Las Cosmogonías antiguas coinciden en varios elementos indispensables para la Creación, como el agua y el fuego o el Espíritu que las fecunda y hacen alusión a los vapores nacientes y las tinieblas reposando en las aguas dispuestas a entrar en actividad por el soplo del Irrevelado, a quien los sabios iniciados de aquellas épocas ancestrales intuían, así, según los Vedas, Brahma sentado en el loto da forma a Muni o el primer hombre formado de agua, aire y tierra.

Por otra parte, una leyenda de los Upanishad (Los Upanishad es interpretación de los Vedas por sabios de la época) menciona que al principio solo existía el Yo (el Purusha: hombre celeste o espiritual) a quien se conoce como unitario principio elemental, primordial, simple, puro, espiritual, eterno, increado, inactivo, inmutable y espectador de las operaciones de la Prakriti.

La Prakriti es conocida también entre los Vedas como la Mula Prakriti o materia original o primordial, esta materia primordial es el Akasha puro contenido en todo el espacio.

Mahanvantara y Pralaya son dos términos sánscritos muy importantes con los cuales los estudiantes gnósticos deben familiarizarse.

Mahanvantara es el Gran día Cósmico y Pralaya es la Gran Noche Cósmica. Durante el día existe el universo. Cuando llega la Gran Noche, el universo deja de existir, se disuelve en el seno de la Prakriti.

El inconmesurable espacio infinito está lleno de Sistemas Solares que tienen sus Mahanvantaras y sus Pralayas. Mientras algunos están en Mahanvantara, otros están en Pralaya.

Millones y millones de Universos nacen y mueren entre el seno de la Prakriti. Todo cosmos nace de ella y se disuelve en ella. Todo mundo es una bola de fuego que se enciende y apaga entre el seno de la Prakriti.

Todo nace de la Gran madre y todo vuelve a ella.

El Bhagavad Guita dice: “La gran Prakriti es mi matriz, allí colocó el germen y de ella ¡Oh Barata! Nacen los mundos.

¡Oh Kountreya! La Prakriti es la verdadera matriz de cualquier cosa que nace de distintas matrices y yo soy el germinador paterno”…

…La tierra, el agua, el fuego, el aire, el espacio, la mente, el intelecto y el Ego, son las ocho categorías en que está dividida mi Prakriti”…..”

En la noche profunda solo tinieblas llenaban todo, la Gran Madre es la causa material del Universo o sustancia que da lugar a todas las cosas de la naturaleza.

Purusa y la Prakrit son los opuestos, están siempre juntos pero separados, se diferencian para la creación como el polo positivo y el polo negativo. (El Espíritu y la materia) De la unión de ambos emanan todos los seres animados e inanimados.

La Prakriti es la Madre divina, la sustancia primordial de la naturaleza. En lenguaje alquimista: el Caos es el semillero del Cosmos.

Continuando la leyenda, se menciona que Purusa miró a su alrededor y se vio solo, pero no sentía deleite y deseó tener una segunda persona y así fue, entonces dijo: “Ambos somos como la mitad de una concha”, de este modo la mujer llenó el vacío existente. El la ciñó entre sus brazos y los hombres vinieron al mundo.

Ella dijo para sí: ¿Cómo puede estrecharme después de haberme creado de sí mismo? Me ocultaré de él y así se convirtió en vaca y él en toro, la ciñó y de ahí nacieron las vacas y con cada abrazo nacieron todas las parejas de la creación.

La creación más grande de Brahama fue la de los dioses llamados Prajapatis, es un calificativo de Brahama.

Los Prajapatis son hijos o emanaciones de Brahama, progenitores o procreadores dadores de vida a todo lo que hay en esta tierra. Son los creadores colectivos del Universo con todas sus innumerables producciones de seres animados e inanimados.

Los Prajapatis intervienen en los quehaceres y destinos humanos. Se ha dicho que son primero diez y finalmente veintiuno, (dato que debemos tomar como alegórico) ésta información se relaciona con los diez Sephirotes de la Cábala, con los creadores de las siete razas que se generan en nuestro planeta; los siete ángeles principales que gobiernan nuestro Sistema Solar, los Devas, etc.

En Síntesis tenemos que los Upanishad se preguntaban”…De dónde venimos? ¿Dónde vivimos? ¿Hacia dónde vamos? Inquietudes que resolvían al introvertirse en sí mismos.

Los Upanishad definen a Brahama como la “Esencia divina oculta en todas las cosas, que anima a todo lo existente”……afirmando que todo lo que existe en el Universo no son más que diferentes manifestaciones de un Espíritu que está presente en todo lo existente, en todo lo que es, ha sido y será.

Génesis Azteca

Según los aztecas el Supremo Creador de todo fue el Dios Ometecutli que junto con su esposa Omecihuatl crearon toda la vida sobre la Tierra. En otras versiones esa pareja creadora original se reduce a una sola Divinidad llamada Ometéotl que adquiere una doble vertiente: Masculina, Ometecutli y Femenina Omecihuatl. Así éste Dios aparece como una Divinidad Andrógina. Este dio origen a los 4 Dioses que más tarde crearían cada uno de los Soles cosmogónicos, que representan cada una de las cuatro Razas que preceden a la actual 5ª Raza aria.

Cada uno de esos Dioses creadores lucharon por la Supremacía en el mundo empleando cada uno su propia fuerza: Tierra , Agua, Aire y Fuego. Mientras esas fuerzas estuvieran en equilibrio el mundo estaría en orden. Estos Dioses son llamados los cuatro Tezcatlipocas: Xipetotec: el Colorado, Tezcatlipoca: el negro, Quetzalcóatl: el Blanco y Huitzilopochtli: el azul.

Leyendas de antepasados nahuas narran la creación originada por un ser Supremo y absoluto, causa de todo lo que existe, quien vivía en la región del Misterio: El Omeyocan (el ombligo cósmico o centro del universo), donde solo hay viento, tinieblas y quietud infinita. Ometeotl “Madre nuestra-Padre Nuestro”, Dios Viejo, como unidad Masculino- Femenina reside en el Omeyocan “El sitio de la Dualidad” que a su vez ocupa el más alto lugar de los cielos, él es el Padre-Madre del Universo y cuanto hay en él.

Ometeotl como “Señor y Señora de nuestra carne y sustento” suministra la energía cósmica universal de la que todas las cosas se derivan , así como la continuidad de la existencia y sustento. Provee y mantiene el ritmo oscilante del Universo y le confiere a cada cosa su naturaleza particular. En virtud de éstos atributos es que se le llama “El uno mediante quien todos vivimos” El-Ella es el verdadero ser de todas las cosas preservándolas y nutriéndolas.

Por ser metafísicamente inmanente, Ometéotl es llamado TLOQUE NAHUAQUE: Amo de lo cercano y lo lejano o él y la que está cerca de todas las cosas y de quien todas las cosas están cerca. Recibe también otros nombres como Moyocoyatzin, “El inventor de sí mismo” ó Ipalnemohuani “El dador de vida”.

Ometeotl, dividido en Ometecuhtli y Omecihuatl crearon los cielos y la tierra, aunque al principio la tierra no tenía forma porque no había las formas. Aquí se refiere a la primera y segunda raza llamada Polar e Hiperbórea. Luego crearon a los cuatro Dioses, llamados los Cuatro TEZCATLIPOCAS a quienes fue encomendada la creación del mundo y todas las cosas del universo.

Siendo también los dioses de los cuatro soles cosmogónicos o cuatro edades, uno de ellos destruye el mundo que construyó el otro, para tomar su lugar.

En el Omeyocan, el Negro Tezcatlipoca se niega, revienta en luz y nace el Universo que gobierna y dirige Quetzalcóatl. El Omeyocan es la gran Madre o Madre Espacio, la Matriz del mundo y en la Aurora de la Creación, el Huracán eléctrico (El espíritu universal de vida ) quien hace palpitar todos los átomos en forma de Remolino, es dentro del Omeyocan donde se encuentran todas las posibilidades de la Creación.

1er sol ..- Representa a la Raza Polar , fue creada por Tezcatlipoca. Fue una raza andrógina, esta raza se dice que fue devorada por los Tigres de sabiduría. Cada individuo era un verdadero maestro de sabiduría. Se desenvolvió en el casquete polar Norte, la lejana Thule, la Isla secreta etc. En aquella remota época, la Tierra era semi-fisica, semi-etérica, es decir estaba en las dimensiones superiores de la Naturaleza.

2º. Sol.- Representa la Raza Hiperbórea, su Dios fue Quetzalcoatl. Se dice que esta raza fue arrasada por fuertes huracanes. Se desenvolvió en una zona en forma de herradura que rodea al Polo Norte: Inglaterra, Irlanda y Alaska son vestigios de esta raza. Los sobrevivientes se transformaron en monos.

3er. Sol.- Corresponde a la Raza Lemur .- Ocupó un continente más antiguo y grande que la Atlántida, dominando casi toda el área de lo que hoy es el Océano Pacífico. Restos de la Lemuria son Australia, Malasia, Costas de Sudamérica y el área del Océano Indico. En éste período la Tierra se cristalizó en el mundo tridimensional y ya era física-química. Fue destruida por lluvia de fuego y terremotos. Esta raza estuvo gobernada por Tláloc.

4º.- Sol.- Simboliza a la Raza Atlante.- Los atlantes desarrollaron una portentosa civilización, no igualada aún por esta Raza Aria. La ciencia ya ha podido comprobar que en el fondo del Océano Atlántico existe un continente sumergido. Esta raza fue gobernada por el dios azteca Atonatiuh.

Nosotros somos los arios, somos la quinta raza. Nuestra actual raza terminará con un gran cataclismo. La sexta raza vivirá en una tierra transformada y la séptima será la última.

Cada uno delos 4 Tezcatlipocas representa un espacio, un tiempo, un orden, un punto cardinal y un color. A ellos les fue dada la tarea de crear al mundo, de dar vida a los otros Dioses y finalmente a la Raza Humana. El plano causal es el libro de los recuerdos de dios. En él moran los duplicados, hombres, animales y cosas que han existido sobre la tierra. En el se encuentra en su alegórico monolito Xiuhtecuhtli el dios del fuero, del año del tiempo y padre de todos los dioses que moran en el Tlalocan. (paraíso de Tlaloc) Xiuhtecuhtli es otro de los nombres de Ometecuhtli en su aspecto del Dios viejo (Huehuteotl). “Xihuitl” hierba, año: “tecutli” señor: “Señor de la hierba y del año”.

La Creación según los Jíbaros de Ecuador (Amazonas)

Hablando de cosmogénesis, las diferentes culturas del mundo ofrecen su sabiduría ancestral a través de relatos, escritos, leyendas o mitos que, a la luz de la gnosis, expresan una serie de constantes extraordinarias, de gran similitud a pesar de las distancias y épocas que las separan; brindan símbolos con una enseñanza esotérica implícita, ampliamente reconocida por la antropología gnóstica.

Es inusitado descubrir que en las diferentes latitudes del mundo, la enseñanza gnóstica se halla incluida, aún en tribus aparentemente ignotas como la de los Jíbaros o Shuar en la zona amazónica del Ecuador, quienes veneraban a la naturaleza y las fuerzas que la rigen, como a Tsunki, divinidad del agua, Nunkui, la madre Tierra, Shakaim regente de los hombres y Etsa como fuerza del equilibrio.

Los habitantes de esta zona ecuatoriana conservaron su autonomía al no dejarse conquistar por incas ni por españoles y relatan el origen del mundo de la siguiente manera:

“La tierra, al principio, estaba desnuda y fría. Yus, el dios creador, pensó en vestir la tierra seca con árboles gigantes y pequeñas plantas. Entre las ramas el viento silbaba, lo que recordó a Yus que necesitaba poblar su creación con pequeños animales que silbaran como el viento. Creó así a pequeños animales, como las moscas y otros insectos, serpientes que también silbaban y los pájaros. Junto a ellos colocó pequeños animales que saltaban de rama en rama, muertos de sed.

Entonces se dio cuenta de que éstos no tenían agua, por lo que tomó un jarro de oro y derramó el líquido sobre las copas de los árboles, formándose entre ellos primero manantiales y después enormes ríos, poblándose de inmediato de innumerables peces.

Miró entonces al cielo y, lanzando su pañuelo a las alturas, cubrió el cielo apareciendo entonces el sol, la luna y las estrellas.

Pero Yus no estaba satisfecho con su creación, ya que sus criaturas eran demasiado simples para comprender la grandeza de su obra, por lo que tomó un puñado de barro y modeló una figura de hombre. Luego subió a un gran volcán y sobre su cráter se coció el hombre. Yus dio un soplo sobre la figura para enfriar el cuerpo, dándole así la vida e inteligencia para que se extendiera por la tierra”.

La lectura de este relato, inevitablemente rememora el génesis hebraico con sus siete días de la creación. En este caso, Yus es la representación de Dios, quien crea la Tierra, sólo que al principio estaba fría. Ciertamente estas afirmaciones se refieren no solamente al aspecto macrocósmico de la creación, sino también al microcósmico, pues tal como es arriba es abajo.

Utilizando esta alegoría, el microcosmos hombre recibe, por gracia divina un cuerpo físico, el cual contiene una psiquis desordenada y vacía, ya que carece de alma, solamente posee una esencia o fracción de alma que debe desarrollar, posee también una mente fraccionada e imprecisa, la cual obedece a los instintos y deseos. La Tierra está desnuda al principio porque el cuerpo físico no posee las vestiduras del alma (cuerpos solares).

Dios creó árboles y plantas, además de animales para poblar la Tierra, es decir, el ser humano cuando despierta conciencia, crea vida en su interior, elementos concientivos que fructifican en valores, ética y sabiduría. Sin embargo, la Tierra está seca y requiere agua, la vida se alimenta con el líquido vital, que en el ser humano representa la energía creadora proveniente de las gónadas. Materia creada por el mismo Yus y que el individuo debe transmutar permitiéndole ascender como energía sutil (proveniente del jarro de oro) a través de canales ocultos en la ultra fisiología del cuerpo físico y que la conducen desde las gónadas hasta el cerebro para pasar posteriormente al corazón. Esa energía creadora transmutada con voluntad e imaginación a través de ejercicios que entrega la sabiduría gnóstica, hace fructificar al árbol de la vida y al árbol de la ciencia del bien y del mal; la semilla de la sabiduría germina en el interior humano.

Posteriormente creó Yus le cielo, el sol, la luna y las estrellas, símbolo de las dimensiones superiores de la naturaleza del hombre. Los cielos representan los estados de conciencia superiores del ser humano, los niveles superiores del Ser. Sin embargo la obra de Yus no termina ahí, nuestro Dios interior busca la creación del Hombre, para lo cual es necesario que el individuo elimine de su psiquis los elementos egoicos, y así adquiera la capacidad de domar a los animales y a las criaturas del mar interior; es decir, que se convierta en rey y señor de su propia naturaleza, en el “hombre viviente”, el hombre del sexto día de la creación, hecho a imagen y semejanza de Dios, el Hombre que se ha integrado con la divinidad, el Maestro Resurrecto.

El hombre auténtico está hecho de barro, material que soporta el fuego de la creación y es dotado de divinidad mediante el soplo celestial, el hálito de vida. Así, para poder transformarnos en hombres hechos a imagen y semejanza de Dios, se necesita de un “Shock” especial, que es el conocimiento esotérico crístico. Primeramente, el hombre físico necesita de un “shock” físico, que es el del aire que respira en el momento de nacer. Luego el hombre físico necesita de un segundo “shock” especial, necesita de alguien que lo lleve a la enseñanza, necesita recibir la luz del esoterismo para poder transformarse a sí mismo. Finalmente, necesitará un tercer “shock” para convertirse en el hombre a imagen y semejanza de Dios, que es el trabajo con la energía creadora y la eliminación de los agregados psicológicos.

Por ello, es importante entender que mientras no se eliminen los “elementos indeseables” de la psiquis, obviamente va mal.

“Quienes piensan que se puede progresar sin eliminar los “elementos indeseables” de su psiquis, están equivocados, totalmente equivocados”. SAW.


gnosticum philosoforum